Autoridades autónomas acusan a Orcao de provocar incendios para crear potreros

Denuncian destrucción de tierras en Patria Nueva

Señalan que hay invasión de predios con ganado que entrega el gobierno chiapaneco

HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO

Municipio Autonomo Primero de Enero, Chis., 3 de mayo. Aparte del cotidiano patrullaje a través de la comunidad Patria Nueva (en el que participan entre 200 y 300 soldados, e incluye tanquetas artilladas), otras dos amenazas se materializan aquí, en forma de vacas y de fuego. No porque vacas y fuego sean intrínsecamente "malos", sino porque en el caso concreto del municipio autónomo, en abril y mayo la ganaderización y los incendios provocados representan una agresión a los campesinos en resistencia, una destrucción de sus milpas y bosques.

Según las autoridades autónomas, los miembros de la Organización Regional de Caficultores de Ocosingo (Orcao) invaden y destruyen continuamente las tierras recuperadas del municipio Primero de Enero; introducen el nuevo ganado en las milpas y, al parecer, provocan incendios para destruir bosques y tierras de labranza para eventualmente convertirlas en potreros. La operación se antoja inocente y sencilla: el gobierno otorga vacas, y los beneficiarios necesitan donde ponerlas.

En tales condiciones, prosiguen las fricciones entre bases de apoyo del EZLN y miembros de la Orcao, las cuales alcanzaron un punto crítico hace un mes, con heridos y "retenidos" de ambos grupos.

En conversación con La Jornada, miembros del concejo autónomo de Primero de Enero describen los hechos: "este mes de abril llegaron tres tantos de ganado para la Orcao. En la comunidad Ojo de Agua entregaron 20 vacas, y donde las pusieron son tierras recuperadas que trabajamos nosotros".

Según la autoridad autónoma, esto "es preocupante, porque si queremos sacar sus vacas, nos van a acusar de provocación".

Algo similar ocurre en el ejido Corazón de María, donde el nuevo ganado también invadió tierras recuperadas. "Compañeros bases de apoyo zapatistas tienen las milpas entre Ojo de Agua y Corazón de María, y los de Orcao ya se las quieren quitar".

El 28 de marzo se suscitó un problema entre zapatistas y la Orcao por el corte de una alambrada aquí en Patria Nueva, a raíz de una entrega de ganado a la organización de caficultores. Este 20 de abril "llegaron 28 ganados (reses) más en el mismo lugar, y ellos los estaban esperando, pues ya habían compuesto el alambre. Es preocupante porque hemos visto su comportamiento... con sus animales invaden nuestra milpa", apuntan.

Como ha sido documentado, las fricciones entre los municipios autónomos de la región Ocosingo-Altamirano y miembros de organizaciones cecanas al actual gobierno chiapaneco se deben a diferencias en cuanto al régimen de propiedad y el uso de las tierras "recuperadas" en 1994, luego del levantamiento zapatista. Según estimaciones del gobierno estatal y de organismos independientes, actualmente existen conflictos de esta índole en medio centenar de comunidades, en ocho municipios autónomos.

Mientras los municipios en rebeldía siguen considerando que las tierras son colectivas, la Orcao y otras organizaciones independientes que participaban en esta idea cambiaron de parecer; ahora que están con el gobierno, buscan la titulación individual de los terrenos, para aplicar los proyectos productivos que ofrece el Estado.

Las autoridades autónomas agregan que "están quemando parte de nuestro territorio. Sospechamos de la Orcao, porque ellos quieren meter potreros".

En las montañas que circundan Patria Nueva de día se elevan densas cortinas de humo, y de noche parecen un collar de incendios. "Como está muy dura la sequía, la lumbre prende fácil, pues".

Sobre la presión militar, el concejo autónomo denuncia: "A partir del 28 de abril se aumentó el patrullaje. Hasta 200 y 300 soldados pasan diario. Van de Ocosingo a no sabemos si Yajalón o Palenque" (al norte). El convoy viaja acompañado por un destacamento de Seguridad Pública del estado.

"Hoy pasaron bastantes soldados, con tanquetas, y se quedan dando la vuelta aquí adelante, como buscando algo", dice el hombre que ha conducido la conversación auxiliándose en el apunte que trae en un modesto cuaderno escolar. Es, explica, "la palabra que tiene el acuerdo del concejo autónomo".

La policía municipal de Ocosingo vigila continuamente la comunidad de Patria Nueva. "Allí nomás se estacionan", señala uno de los representantes autónomos hacia la carretera internacional, a menos de 100 metros de la vieja "casa grande" de una finca que hoy sirve de escuela y sede del municipio autónomo. "No quieren dejarnos en paz", concluye.