Es parte de un proceso que incluye a las demás
dependencias culturales
Se revisa el marco jurídico del INBA para adecuarlo
a los requerimientos actuales, señala Saúl Juárez
ANGEL VARGAS
El titular del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA),
Saúl Juárez, señaló ayer la necesidad de revisar
y, eventualmente, modificar el marco jurídico de esa instancia para
adecuarlo a las actuales necesidades y demandas.
Sin embargo, subrayó que no se trata de una acción
exclusiva del instituto, y explicó que es parte de un proceso que
comprende también a las demás dependencias oficiales encargadas
de la administración y promoción artística y cultural,
incluido el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), cuya personalidad
jurídica todavía no se define.
''Existe
todo un grupo de leyes, normas y reglamentos que tienen que ver con la
promoción de la cultura y, precisamente, el CNCA, en común
acuerdo con los organismos que agrupa, estamos revisando ese marco normativo
que nos rige", agregó.
''En el caso del marco jurídico del INBA sí
es necesario adecuarlo a los tiempos, pero tiene que ser en función
de un marco jurídico mayor, no el específico. Es decir, no
se puede cambiar una reglamentación interna si no deriva de un cambio
general en el ámbito de la cultura. El CNCA, entonces, está
trabajando de manera conjunta con sus organismos en llegar a un consenso
para no equivocarse en un apresuramiento innecesario."
Escritor y abogado, oriundo de Michoacán, el funcionario
se manifestó convencido de que cualquiera que sea la resolución
que tome el Poder Legislativo respecto de la figura jurídica del
CNCA, en ningún caso afectará al instituto; ''por el contrario,
enriquecerán sin duda la tradición que tiene la instancia
en materia de las artes".
Consideró que el país cuenta con instituciones
culturales sólidas y a la altura del momento histórico y
político que se vive. Empero, asumió que es deber de toda
instancia y todo funcionario leer los tiempos y, en el caso del actual,
saber que las instituciones culturales no pueden avanzar sin el consenso
de las comunidades artística y cultural, y ''sin hacer apuestas
determinantes en las distintas áreas, por ejemplo, en el arte contemporáneo,
sin descuidar, por supuesto, los otros tipos de arte. Es deber no quedarse
inmóvil".
Muestras de Chillida y Degas
Entrevistado, Saúl Juárez habló también,
de manera general, de su programa de trabajo del presente año, para
cuya realización cuenta con presupuesto de mil 355 millones 134
mil 599 pesos, cerca de 60 millones más que el año pasado.
Dicho programa se divide en cuatro vertientes, para dar
así cumplimiento a las funciones del INBA: la promoción de
las artes, en sus distintas disciplinas; la educación y la investigación
artísticas; la preservación y el cuidado del patrimonio artístico,
y el diseño de programas especiales.
De la primera vertiente, la promoción de las artes,
el objetivo es acrecentar los públicos y tener una cobertura mucho
más amplia, lo cual se procurará mediante la presencia de
los grupos artísticos del instituto en el mayor número de
sitios del país; y también mediante exposiciones, de las
que sobresalen la de Eduardo Chillida en el Palacio de Bellas Artes y la
de Edgar Degas en la Academia de San Carlos.
La educación y la investigación artísticas,
segundo punto, se verán estimuladas mediante diversos tipos de apoyos
a maestros, alumnos e investigadores. Se tiene el objetivo, asimismo, de
revisar y renovar los programas de estudio de las escuelas dependientes
del INBA, además de que acaba de instaurarse un programa de capacitación
docente en distintas entidades con la intención de crear un diplomado
que atienda a maestros de casas de cultura, institutos y academias.
En lo que concierne al cuidado del patrimonio artístico,
''se enriquecerá con un programa nacional de capacitación,
actualización y preservación". Y de los programas especiales,
finalmente, destacan uno dirigido al público infantil, creado con
el objetivo de acercarlos a las diferentes artes; otro de presentar grupos
artísticos en espacios alternativos, y uno más en el que
se vincula la ciencia con el arte, gracias a un acuerdo con el Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnología.