Junto con el patriarca imponían a quien administraría

La derrota del PRI afecta a la secta Nueva Jerusalén en Michoacán

Los integrantes del grupo aceptan autoridad civil perredista

ERNESTO M. ELORRIAGA CORRESPONSAL

Morelia, Mich., 2 de mayo. La derrota del PRI el pasado 11 de noviembre afectó a la secta religiosa Nueva Jerusalén. El pasado 14 de abril sus integrantes eligieron a un nuevo encargado del orden y todo parece indicar que el patriarcado de Papá Nabor se está acabando.

La congregación religiosa -que se ubica en el municipio de Turicato- cuenta por primera vez con una autoridad emanada del voto directo y no impuesta por el patriarca Papá Nabor en contubernio con el PRI.

Después de más de tres décadas de regirse "bajo el designio" de la Virgen del Rosario, la comunidad de La Ermita aceptó por primera vez la presencia de una autoridad civil, y eligió a José Hernández como encargado del orden de esa agrupación.

El alcalde de Turicato, Salvador Barrera Medrano, indicó que los cambios en Nueva Jerusalén tienen que ver con la llegada del PAN a la presidencia de la República y el triunfo de Lázaro Cárdenas Batel, el 11 de noviembre en el estado.

Se sabe que a cambio de los votos, los alcaldes y algunos gobernadores priístas permitieron que La Ermita tuviera sus propias reglas, como rezar varias veces al día, hincarse y persignarse al escuchar las campanas de la iglesia, contar con gente armada a la entrada de la comunidad y obedecer "todo lo que ordena la Virgen", a través del patriarca.

La propiedad de los aproximadamente 3 mil habitantes de la comunidad es administrada por el patriarca, pero lo más grave es que fueron varias las acusaciones de violación a menores contra su administración y nunca fueron atendidas.

El presidente municipal de Turicato visitó la Nueva Jerusalén y, por ser un alcalde perredista, los sacerdotes de La Ermita le dijeron que son respetuosos de la ley y de las autoridades legalmente constituidas.

Sin embargo, Barrera Medrano, junto con otros ediles de esa región, ha pedido al gobernador Lázaro Cárdenas Batel que intervenga para liberar a la señora Georgina Vigueras, quien purga 15 años de prisión en el penal de Uruapan, presuntamente por haber cometido un homicidio.

Pero, de acuerdo con reiteradas denuncias, el vidente Agapito (segundo de a bordo de Papá Nabor) embarazó a una menor de 11 años, hija de la señora. Cuando la mujer denunció el caso ante las autoridades fue expulsada de la comunidad junto con su familia.

Después de permanecer varios años en la cárcel, primero en Tacámbaro y luego en Uruapan, Georgina Vigueras le envió una carta al gobernador Lázaro Cárdenas Batel, en la que explica que junto con su esposo tuvo que abandonar su tierra natal, El Alamo, municipio de Puebla, por lo que se trasladó a la ciudad de México, donde escucharon que se estaba reclutando gente para la fundación de la Nueva Jerusalén, en la que se había aparecido una virgen, y los que fueran a ese lugar serían los únicos que serían salvados y entrarían al cielo.

En la carta le comenta que el vidente Agapito se llevó a sus gemelas para que trabajaran de sirvientas, a lo que no se resistió, ya que era una costumbre de la comunidad. Sus dos hijas, de 11 años, fueron violadas por el vidente, y una resultó embarazada.

Después de ser expulsada por haber denunciado la agresión, un día intentó regresar a La Ermita por sus pertenencias, y la acompañaba su hijo Juan Alejo, de 13 años.

Al verlos en la comunidad, dos guardias detuvieron a la señora y la golpearon, por lo que su hijo sacó una pistola e hirió a uno de ellos. El joven estuvo detenido algunos meses; sin embargo, la señora fue condenada a 15 años de prisión, de los cuales ha purgado más de cinco.