Pedirán a Annan un informe sobre la incursión israelí
División en el Consejo de Seguridad sobre la misión de la ONU en Jenin
REUTERS, AFP Y DPA
Nueva York, 2 de mayo. Un dividido Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas dijo hoy que pedirá al secretario general del organismo, Kofi Annan, un informe sobre el asalto israelí al campamento de refugiados palestinos de Jenin, aunque Annan anunció desde el martes su decisión de desmantelar una misión para investigar esos hechos, ante la falta de cooperación de Israel.
La decisión de Annan, comunicada oficialmente este jueves por escrito al presidente del Consejo de Seguridad, al gobierno israelí y a la Autoridad Nacional Palestina, provocó protestas en países árabes que subrayaron este jueves la impotencia de la ONU ante el gobierno del primer ministro Ariel Sharon.
Por su lado, el representante palestino ante Naciones Unidas, Nasser al Kidwa, sostuvo que podría convocarse a asamblea general extraordinaria ante la imposibilidad del Consejo de Seguridad de ponerse de acuerdo sobre la respuesta a la decisión de Annan.
Hoy se conoció una carta escrita por el embajador de Singapur y presidente del consejo en este mes, Kishore Mahbubani, que pide a Annan "recoger toda la información disponible de los acontecimientos más recientes" en el campamento de Cisjordania, "para elaborar un informe balanceado y lo más cercano posible a los hechos".
Expertos de las 15 naciones que integran el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas revisaban la carta tras una difícil sesión a puertas cerradas, durante la cual ni un suavizado proyecto de resolución presentado por Siria obtuvo el apoyo necesario, como tampoco otro texto presentado anoche por Estados Unidos.
El borrador de Estados Unidos requería que Annan ofreciera al consejo "la información correcta disponible sobre los recientes eventos en el campamento de Jenin". El proyecto de Singapur, según fuentes diplomáticas, toma nota de que el gobierno israelí se opone a permitir la creación de ese "equipo de verificación de hechos".
Sin embargo, la víspera, el secretario general envió una carta al Consejo de Seguridad en la cual explicó que decidió disolver la misión ante la imposibilidad de investigar sin la cooperación de Israel, que buscaba decidir quiénes serían los interrogados, y que el informe final no emitiera conclusiones.
Los palestinos acusan al ejércio israelí de cometer una matanza durante su incursión entre el 3 y el 12 de abril que dejó el campamento casi en ruinas, mientras Israel asegura que la mayor parte de los muertos eran terroristas y que 26 atacantes suicidas se escondían entre los civiles.
Al defender la posición de su país, el embajador israelí ante la ONU, Yehuda Lancry, dijo que la misión concebida originalmente era pequeña e informaba directamente a Annan sin la participación del consejo.
Nasser al Kidwa dijo a su vez que Israel está tratando de ocultar sus crímenes en Jenin: "Lanzaron misiles desde helicópteros artillados contra áreas densamente pobladas... Arrasaron estructuras e impidieron la entrada de socorristas y trabajadores humantarios al campamento".
Desde Cisjordania el dirigente palestino Saeb Erekat calificó la decisión de Annan de "desastre", y de "luz verde" para que Israel siga cometiendo matanzas.
Esta decisión también ha provocado protestas árabes y de países musulmanes. El presidente libanés, Emile Lahud, calificó de "peligroso retroceso ante Israel" la decisión de Annan, afirmando que era peligrosa "en la medida en que otorga a Israel un derecho a veto".
En Irán el canciller Kamal Jarazi declaró que de disolverse la misión "significaría una capitulación ante las exigencias del régimen sionista", y para la prensa oficial de Egipto "la ONU dio la impresión de mendigar la autorización del gobierno de Ariel Sharon".
El diario saudita Al Watan estimó que da la impresión que Israel se sumó "a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad y utilizará desde ahora un derecho de veto".
Por su lado, la Comisión Europea, al igual que la alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Mary Robinson, calificaron de "lamentable" el rechazo de Israel a la misión de Jenin.
Robinson también señaló que el uso de la fuerza por parte de Israel en las ciudades cisjordanas "ha sido, de acuerdo con todas la evidencias que tenemos disponibles, desproporcionada en el impacto a la población civil".
Un informe del organismo humanitario Human Rights Watch que se publicará mañana oficialmente en Nueva York, dijo sin embargo que el ejército israelí no cometió una matanza en el campo de Jenin. Pero los hechos investigados "son muy graves, y en ciertos casos parecen ser crímenes de guerra", declaró en un comunicado Peter Bouckaert, uno de los miembros del organismo que estuvieron en Jenin.
Según HRW, que precisó que también prepara un informe sobre los responsables de atentados suicidas contra civiles israelíes, 52 palestinos, entre ellos 22 civiles, fueron muertos durante la incursión israelí.