Evidente deterioro en las condiciones de vida, advierte
En Chiapas se vive una situación de ''ni guerra ni paz'': Stavenhagen
ROSA ELVIRA VARGAS
En las comunidades indígenas de Chiapas se vive una situación de ''ni guerra ni paz'', en cuyo contexto se presentan violaciones a los derechos humanos y se genera un evidente deterioro de las condiciones de vida y del tejido social en esas zonas, advirtió Rodolfo Stavenhagen, relator para Pueblos Indígenas de la ONU, quien advirtió que si no se resuelven los problemas planteados por la reforma constitucional en materia indígena, en estos pueblos ''no habrá paz social definitiva''.
A pesar de los diversos intentos por lograr una reconciliación en el ámbito local, e incluso el retorno de poblaciones desplazadas, insistió en que si no hay una solución al impasse que se vive a raíz del rechazo del EZLN y de buena parte del movimiento indígena a la ley aprobada por el Congreso, no se alcanzará la paz plena y ''seguirán produciéndose violaciones de los derechos humanos''.
En la conferencia Paz y derechos humanos: la lucha de los pueblos indígenas, el relator de la ONU se refirió a los movimientos indios para resistir la violencia represora de la que son víctimas seculares y por lo cual algunas instancias oficiales les adjudican el ''vago término de terroristas'' para descalificarlos. Tal denominación, apuntó, implica el peligro de serias violaciones a los derechos humanos de quienes participan o simpatizan con ellos.
Consideró una lástima que la Comisión de Derechos Humanos no haya aprobado una resolución sobre el punto, pues la posibilidad de que ocurran violaciones a las garantías individuales en el contexto de la lucha antiterrorista ''no es exclusivo de los pueblos indígenas, pero éstos bien pueden llegar a ser sus víctimas más vulnerables''.
Señaló que en el mundo existen alrededor de 400 millones de personas que pueden ser caracterizadas como indígenas, y aunque numerosos grupos se identifican como tales, en algunas regiones no son reconocidos oficialmente y su existencia como pueblos puede incluso ser negada.
Resaltó que en muchas partes del planeta las personas y comunidades indígenas son víctimas de prácticas discriminatorias como racismo, negación cultural y marginación económica y social. Son además quienes acusan los más bajos niveles de vida e ingreso y mayores tasas de pobreza. A todo esto se suman, a menudo, la discriminación institucional y estructural.
En el marco de la conmemoración por los cien años del premio Nobel de la Paz, Rodolfo Stavenhagen subrayó que la globalización económica no garantiza por sí sola el goce de los derechos económicos, sociales y culturales. Por el contrario, aumentan las desigualdades, persiste la pobreza extrema, se manifiestan expresiones de marginación y exclusión social y se generan conflictos, a veces violentos, que hacen peligrar la paz, la estabilidad y la gobernabilidad en vastas regiones del mundo.
Planteó la urgencia de repensar la relación entre uno y otro tipo de derechos y señaló que los pueblos indígenas son frecuentes víctimas de las más banales y brutales violaciones de sus derechos y con frecuencia se encuentran en el crisol de los conflictos, la violencia y las guerras.
Son conflictos que han generado y siguen generando resistencias y movilizaciones, ''yunques en los que se han forjado las nuevas identidades de los movimientos reivindicatorios indígenas de nuestro tiempo. Y que han producido también nuevos liderazgos y nuevas voces que se alzan en favor de los derechos humanos''.
Al señalar que los acuerdos de San Andrés siguen hasta la fecha incumplidos, el relator de la ONU ponderó que a partir de la década de los 80, en los países latinoamericanos se han dado reformas constitucionales y legislaciones que por primera vez incluyen disposiciones relativas a los derechos culturales de los pueblos indígenas.
Sin embargo, dijo que todavía falta por verse cuáles han sido realmente los beneficios de tales disposiciones y resaltó ejemplos concretos, como el hecho de que en Guatemala un referéndum sobre la incorporación constitucional de los acuerdos de paz en materia de derechos indígenas no logró obtener los votos suficientes para su puesta en práctica y que en México, la reforma al artículo segundo constitucional es objeto de controversias constitucionales que deberá resolver la Suprema Corte de Justicia. A nivel de los organismos internacionales, refirió, hay también temas controvertidos cuando se habla de los derechos indígenas, como el de la libre determinación, reclamada por aquéllos, o la falta de consenso en cuanto al uso del concepto pueblo.
Anunció que dentro de 10 días se reunirá por primera vez el Foro Permanente de Asuntos Indígenas de la ONU, con la participación paritaria de 16 miembros, una mitad por los estados y la otra por los pueblos indígenas.