La política exterior, centro del debate entre Ejecutivo y coordinadores parlamentarios
Frena Fox demanda de diputados de que renuncie el titular de SRE
Culmina la reunión sin avances; ratifican disposición al diálogo y una respetuosa colaboración
JUAN MANUEL VENEGAS, CIRO PEREZ Y ROBERTO GARDUÑO
La conducción de la política exterior del gobierno de Vicente Fox Quesada sigue a debate. Ayer, en una plática privada que el mandatario sostuvo con los coordinadores parlamentarios de todos los partidos en la Cámara de Diputados, la oposición, de plano, le pidió la renuncia del canciller Jorge G. Castañeda.
Y si bien Fox "paró en seco" la demanda, argumentando que sólo a él corresponde la decisión de nombrar o remover funcionarios de su gabinete y la conducción de la diplomacia del país, lo cierto es que el tema ocupó "la mayor parte del tiempo" del encuentro que se llevó a cabo en Palacio Nacional.
Los coordinadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Martí Batres; del Partido del Trabajo (PT), Alberto Anaya; del Verde Ecologista de México (PVEM), Bernardo de la Garza, y los priístas Beatriz Paredes Rangel (que acudió también en su carácter de presidenta de la mesa directiva de San Lázaro) y Rafael Rodríguez Barrera, fueron incisivos en sus señalamientos contra la forma en que ha operado la política exterior del gobierno federal. Los tres primeros plantearon la renuncia de Castañeda; los diputados del tricolor, más cautos, evitaron personalizar la discusión, pero no suavizaron sus críticas.
Sin agenda ni prioridades
Al final, Felipe Calderón, del Partido Acción Nacional (PAN), lamentaría: "se perdió mucho tiempo en eso". Para él, lo fundamental era entrar a la discusión de las reformas "estructurales" que están sobre la mesa: energía, telecomunicaciones y laboral.
Se tocaron, sí. Pero sólo eso, sin fijar agenda ni prioridades. No hubo mayor avance ni acuerdos. Salvo uno: que buscarán hacer de estos encuentros una práctica "más o menos" regular. Incluso, el Presidente propuso que pudiera ser "cada dos meses".
Tampoco se llegó a nada concreto respecto de temas como el cambio en el formato del Informe presidencial, que los legisladores pretenden convertir en un debate con el jefe del Ejecutivo en la tribuna de la Cámara de Diputados, ni sobre la exigencia de la oposición para restituir los recursos que se han "recortado" al gasto social y a los estados, aunque aquí -y en eso coincidieron todos-, el Presidente se mostró "receptivo" y de buen ánimo para "buscar alternativas" al problema.
Todo quedó en veremos. Se trató de que fuera una plática de acercamiento. Y se logró, pues, como diría Paredes Rangel, "se ratificó la disposición al diálogo, a una respetuosa coordinación y colaboración en el marco de la división de poderes". También, agregó, quedó claro que "nunca asumimos que haya existido un enfrentamiento con el Poder Ejecutivo... lo que ha habido es el ejercicio de las atribuciones constitucionales de cada una de las cámaras".
Al encuentro, convocado por Fox en Palacio Nacional, no asistió el secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, quien tuvo que ser intervenido quirúrgicamente, de urgencia, debido a un cuadro de apendicitis. En su representación acudieron el subsecretario de Desarrollo Político, Juan Molinar Horcasitas, y la coordinadora de asesores, María Amparo Casar.
Así, de acuerdo con los legisladores de oposición, antes de empezar la reunión surgieron los primeros problemas debido a que el vocero de la Presidencia de la República, Rodolfo Elizondo Torres -sin previo aviso-, les propuso avalar un texto ya elaborado, en el que se "ponderaba la entrevista" con Fox.
La propuesta fue rechazada por los coordinadores, quienes ya en la discusión pidieron un salón para ofrecer una conferencia de prensa conjunta al concluir el encuentro.
El salón les fue negado. La conferencia se realizaría en el patio... Presidencia sólo emitiría, más tarde, un comunicado.
Ocurrió así, en el patio. Primero habló Paredes Rangel, y siguieron Calderón Hinojosa, Rodríguez Barrera, Batres Guadarrama, De la Garza y Anaya. Elizondo había dicho que no habría sesión de preguntas y respuestas, pero los diputados decidieron que sí.
Salió a relucir que el tema de la política exterior y el malestar que existe entre los legisladores de oposición por el trabajo del canciller Castañeda, sigue siendo tema central del debate entre los poderes Legislativo y Ejecutivo.
Incluso, adentro, se llegó a plantear la conveniencia, a futuro, de establecer los lineamientos de una "verdadera política de Estado", decidida de manera conjunta por los diversos poderes de la Unión, según reveló el perredista Martí Batres.
El priísta Rafael Rodríguez Barrera, por su parte, destacó el malestar que hay, sobre todo en las filas de su partido, por las "descalificaciones" que realizó el gobierno de Fox Quesada en las últimas semanas.
"Sobre este particular y sobre la naturaleza plural del Congreso, a nosotros nos pareció conveniente plantear que se reconociera en el proceso legislativo, en vez de ser descalificado, la importantísima participación que tiene la oposición, porque la Cámara de Diputados es un reflejo del mosaico plural que constituye nuestro pueblo... esa fue la posición en la reunión, que nos pareció sumamente útil y un punto de partida para que tengamos una vida más armoniosa en el proceso legislativo", puntualizó el coordinador de los diputados federales del PRI.