CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

PRD: la tercera opción

LA SITUACION del PRD en el DF es, por decir lo menos, insostenible.

HASTA EL momento no existe una representación legal de ese partido en la entidad con el mayor número de perredistas del país y, desde luego, con el mayor peso político.

LA SUCESION en la presidencia del organismo se ha empantanado y existe ya una suerte de rechazo por parte de la militancia a cualquiera de las candidaturas, principalmente la de Víctor Hugo Círigo, quien ni siquiera ha tomado posesión del cargo, hasta hoy impugnado.

PERO, ESTO es necesario decirlo, una nueva elección podría ser muy costosa para el organismo, dada la importancia de la plaza. Un nuevo escándalo echaría paladas de desprestigio sobre el partido e iría en contra de los proyectos de Rosario Robles que, pese a los vientos en contra, ya empezó a enderezar la nariz de esa nave, desde hace años a la deriva.

ES CIERTO, lo saben todos en el PRD, pero también es verdad que, como se halla el panorama, el presunto ganador de las elecciones tendrá muy pocos espacios de movimiento y el conflicto constante tomaría el lugar del tan necesario gobierno en esa organización política de la capital.

POR LO pronto se creó un frente anti Círigo, presunto ganador, que lo deberá tener ocupado cada uno de los días que dure su mandato, y eso llevaría a olvidar los asuntos de mayor trascendencia, como la selección eficaz y de gente comprometida con la izquierda para las elecciones intermedias del año próximo.

EN ESA pista los costos se elevarían de tal forma que la presidencia nacional del partido estaría obligada a tomar las riendas y sustituir de hecho a la dirigencia local, es decir, el camino para la confrontación se habría pavimentado.

DIGO ESTO porque las formas de hacer política del delegado en Iztapalapa, René Arce, quien será el verdadero líder en el PRD-DF -a esa jefatura obedece Víctor Hugo Círigo- se guían, única y exclusivamente, por el pragmatismo y el enfrentamiento, que en algunas ocasiones lo llevan a caminar por los paisajes de la intransigencia y la intolerancia.

DE CUALQUIER forma no sería sano cambiar ahora la decisión de la Comisión de Garantías y Vigilancia, que avaló el triunfo de Círigo, para construir el triunfo de Agustín Guerrero. Uno y otro serán un blanco perfecto de los intereses, principalmente panistas, que pretenden el desprestigio del PRD.

POR ESO no sería descabellado suponer que en el próximo Congreso Nacional, a celebrarse durante la primera quincena de este mes, la militancia entierre las esperanzas de uno y otro candidatos para abrir el camino a un interinato desde el cual se cite a nuevas elecciones después de los comicios de 2003.

CUALQUIER OTRO camino lleva al precipicio. El problema con esta opción es encontrar quien pudiera reunir las características idóneas que lograran un acuerdo que dé viabilidad al proyecto de Rosario Robles y no pretenda proteger intereses particulares o de grupo, que es el problema que hoy tiene descabezado al PRD-DF.

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