Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 30 de abril de 2002
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Cultura
El artista francés exhibe desde hoy cinco cabañas estalladas en Arte Alameda

Buren, escéptico con la eternidad del arte

Rechaza el epíteto de conceptual; ''siempre te llaman así cuando no saben dónde ponerte''

MERRY MAC MASTERS

Identificado con el arte conceptual, el francés Daniel Buren (París, 1938) encuentra sospechoso ese término: "Cuando no saben dónde ponerlo a uno siempre dicen: artista conceptual". Incluso, cuando Buren llegó a exhibir, por ejemplo, en la muestra Conception, de 1969, en el Museo Municipal de Leverkusen, Alemania, dice haber escrito una especie de panfleto en contra de esa manifestación vista como ideología artística.

Iniciado en la pintura y la decoración en L'Ecole de Métiers d'Art, a partir de 1965 Buren decidió utilizar soportes pictóricos no convencionales. Para finales de 1966 el joven creador se reunió con tres colegas y durante el corto tiempo de nueve meses luchó en contra del "muy malo" sistema de arte existente en aquel entonces en París. Nunca se consideraban un grupo, y como referencia empleaban sus apellidos en orden alfabético. No obstante, cuando todo se había acabado e inclusive era historia, un crítico de arte inventó el término BMPT, siglas que retoman sus apellidos, aunque ellos nunca estuvieron de acuerdo con esa reducción.

En cuanto a aquella protesta, Buren explica: "No había museos ni galerías interesantes. Todo era muy conservador y era muy difícil para los jóvenes artistas encontrar un modo de trabajar o de exhibir fuera de lo que en ese tiempo llamábamos el salón. Utilizamos los sitios existentes para estallarlos y así ejercer una fuerte crítica en contra aquella situación tan débil. En el momento no nos dimos cuenta, porque fuimos muy cuestionados; sin embargo, vista desde la distancia, hacíamos lo más interesante del momento en Francia. Y hoy día se reconoce como algo que no se puede borrar".

Buren se encuentra en México para dar una idea de su obra, que va desde instalaciones hasta intervenciones arquitectónicas temporales, con el título Selección 2. Cabañas estalladas 2000. Trabajo situado, exposición que será inaugurada hoy, a las 20 horas, en el Laboratorio Arte Alameda (Doctor Mora 7, Centro).

Sobre su proceso artístico, Buren dice: "Comencé a empujar la pintura hacia una reducción extrema. En aquel entonces decíamos grado cero, es decir, sin ninguna expresión o imaginería. Sino, básicamente, la pintura para la pintura. Cuando llegué a ese punto, que fue alrededor de 1967, me di cuenta de que un discurso de ese tipo dependía completamente de los lugares especiales del arte: galerías, museos y, también, un tipo de arte que se vincula con la historia occidental. En cuanto me percaté de esa limitación, lograr algo tan radical con la pintura ya no me satisfizo. Quise ver qué pasaba al salir del lugar específico; entonces, empecé a trabajar en la calle y en varios sitios. Luego descubrí que el muro no era suficiente y me involucré con el espacio tridimensional en general".

A partir de 1965 Buren emplea en su trabajo franjas alternadas de blanco y de color, siempre con un ancho de 8.7 centímetros. Además, el lugar donde se realiza el trabajo fue medido por las franjas como una unidad de medición común.

Respecto a sus cabañas estalladas, Buren siempre parte de un elemento "estable", que sería el marco de una estructura. De ese núcleo recorta, por ejemplo, puertas, que se disparan hacia la pared o reconstruyen un nuevo volumen. Si uno cambia el trabajo de un lugar a otro, el área donde la pieza se instala "juega" con ello y viceversa, creando una obra nueva. Una de las salas del Laboratorio Arte Alameda contará con una pieza creada especialmente para el lugar, con base en espejos que dan continuidad a la arquitectura colonial del antiguo templo. Para Buren el muro y la obra se vuelven uno.

Acerca de la calidad efímera de su obra, ya que tiende a desaparecer en cuanto se acaba la exposición, Buren asegura no creer en la eternidad del arte. Ejemplifica, "no nos queda ninguna muestra de pintura de hace 4 mil años y ya se pintaba". Agrega: "La idea de lo eterno es buena pero no es real. Lo que tal vez sea eterno es el quehacer artístico. Los seres humanos siempre hacemos algo que cambia con el tiempo, pero que podemos llamar más o menos arte. Sin embargo, los objetos no son eternos. Trabajo mucho pero me gusta la idea de que mis piezas no están metidas en algún lugar, y que desaparecen dentro del marco temporal de la exposición".

En la actualidad Bruen prepara una gran muestra para el Centro Pompidou en París. 

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