Considerado el "más grande desde Yves Saint Laurent", cumple hoy 50 años
El diseñador Jean Paul Gaultier plasma surrealismo, punk y dadaísmo en su moda
DPA
Buenos Aires, 23 de abril. El diseñador francés Jean Paul Gaultier cumplirá 50 años este 24 de abril. Provocador estético, trascendió desde su primera colección, cuando la prensa lo calificó de enfant terrible, y desde entonces quiebra tabúes y prejuicios sobre la pasarela.
Por medio de la estética, transgredió los límites de la femineidad y la masculinidad, vistiendo a los hombres con faldas y a las mujeres con trajes. Logró que una prenda fetichista como el corsé fuera sinónimo de la seguridad femenina y hasta se inspiró en ella para la vestimenta masculina.
Gaultier es un diseñador multifacético que vuelca su ideología en las prendas y objetos que crea. En el mundo de la belleza idealizada, donde las modelos que triunfan son altas y delgadas, demostró su sentimiento antidiscriminatorio al ser el primero en utilizar a "personas reales, verdaderas" en la pasarela, fueran bellas o feas, gordas o flacas, jóvenes o viejas.
Comenzó con Pierre Cardin
A los 18 años comenzó su carrera en la moda con Pierre Cardin y luego colaboró en las maisons de Jacques Esterel y Jean Patou. Cuatro años después volvería a trabajar para Cardin pero en Filipinas, donde creó colecciones destinadas al mercado estadunidense.
En 1976 hizo su primera colección de joyas electrónicas y lanzó su propia empresa, para estrenar en 1983 sus creaciones de ropa masculina. Con El hombre es objeto aludió indirectamente al preconcepto de la mujer-objeto en las imágenes de moda, y con el título de Y Dios creó al hombre (1985) diseñó faldas para el sexo fuerte y hasta lo envolvió en vestidos en Joli Monsieur.
Libertad de inspiración
Gaultier tiene la libertad creativa de inspirarse en las más diversas fuentes, como el arte, la subcultura punk y las minorías étnicas. Su amor por el arte del siglo XX se materializó en la imagen surrealista de su boutique neoyorquina, así como en las colecciones que presentó en 1983, dadaísta, y en 1998, en homenaje a Frida Kahlo.
La subcultura punk influyó en Gaultier durante los años ochenta, cuando lanzó un estilo sexy-kitsch inspirado en la ropa de los punkies, junto al corsé como prenda externa, y años después fusionó la estética punk con el body-art.
La vestimenta étnica también fue parte de su inspiración, ya que lo atraen los "vestidos verdaderos" como los de rabinos y mongoles. En 1993 presentó Hassidic, una colección polémica, ya que jugó con la vestimenta tradicional de una minoría religiosa judía.
Este diseñador, que nació en el suburbio parisino de Arcueil, se siente orgulloso de la capital francesa, algo que sintetizó en su colección de alta costura en julio de 2000 con modelos denominados En las calles de París o París, te amo, y que incluyó una falda decorada con el rostro de Edith Piaf, así como un abrigo con el motivo de la torre Eiffel.
En la actualidad, la casa Jean Paul Gaultier abarca una diversidad de productos digna de una multinacional: prendas de alta costura y de prét-a-porter, ropa deportiva, pieles, jeans, zapatos, bolsos, paraguas, joyas, anteojos y perfumes.
Tiene boutiques en París, Toulouse, Nueva York, Tokio y Londres, donde además el Museo de Madame Tussaud le dedicó una estatua de cera. Publicó tres libros, entre ellos su biografía, A nous deux la mode, de 1990.
Al selecto grupo de alta costura parisina
En enero de 1997 lanzó la colección de alta costura Gaultier París y pasó a integrar el selecto grupo de la alta costura parisina que hoy en día integran 11 empresas. Gaultier siempre sintió gran admiración por Yves Saint Laurent, y asistió al show de despedida que se le hizo al icono francés de la alta costura el pasado 22 de enero en el Centre Pompidou.
En su colección presentada dos días antes -a la que asistieron Madonna y Gwyneth Palthrow- el enfant terrible propuso el hombre como integrante de la alta costura, algo que permanecía reservado a las mujeres, y lo vistió con largas faldas, mientras que destinó el frac a las mujeres.
En el siglo XXI, cuando a la alta costura se le pronostica un futuro incierto, Gaultier es la gran esperanza de Francia. Su genio creativo está ante un nuevo desafío, aunque también cuenta con el aval de los que conocen este rubro. En cierta ocasión, el socio y compañero de Yves Saint Laurent, Pierre Berge, calificó a Gaultier como el "más grande desde YSL".