Empieza temporada
Cuerpo y alma, montaje con rasgos futuristas
Cuerpo y alma, del canadiense John Mighton, es una propuesta dramatúrgica de rasgos futuristas sin precisamente encajar en este género y que explora los distintos medios utilizados por las personas para comunicarse y establecer relaciones de amor. Dirigida por Enrique Singer, la obra comienza temporada hoy en la sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque.
Respecto del planteamiento del montaje, Singer explica: ''Si llegáramos a vivir en un mundo donde las diferencias de clase terminaran y todos viviéramos en la posibilidad del ocio, con poco trabajo y poca necesidad de luchar por la supervivencia, la realidad sería muy similar a la de esta obra y por eso el texto de Mighton es futurista."
El montaje, precisa el director, incorpora conceptos como ''teledictonis", es decir la posibilidad de contacto sexual cibernético luego de programar los órganos sexuales a una computadora, la cual, a través de Internet, se conecta con otra computadora conectada a su vez a los órganos sexuales de otro individuo para tener relaciones virtuales, algo posible y que puede ser útil para inválidos o enfermos. La obra, entonces, plantea si eso es lícito o no.
Cuerpo y alma, propuesta exitosa durante su temporada en Canadá, Inglaterra y Estados Unidos, relata la historia de una mujer necrófila (Julia), un hombre que transmite su amor en imágenes virtuales (Enrique) y un tercer personaje, de nombre Sara, hermana de ella y esposa de él, quien busca comunicarse con ambos.
Se trata, agrega Singer, según informa un comunicado del Instituto Nacional de Bellas Artes, de una obra ''abierta, sin moralejas". Tales características, opina, estimulan la discusión sobre el significado del amor, la tolerancia del otro, lo lícito y lo ilícito.