Deslucido empate 1-1; el Loco Abreu,
apático
Necaxa y Cruz Azul aburrieron a 60 mil aficionados
en el Azteca
MARLENE SANTOS A.
Necaxa y Cruz Azul dividieron puntos al empatar 1-1 ayer
en el estadio Azteca, en partido deslucido donde jugadores como Sebastián
Abreu y Alex Aguinaga se mostraron más preocupados por preservar
el físico y correr al aeropuerto, para integrarse con su respectiva
selección.
La
Máquina exhibió mejor propuesta ofensiva en los minutos iniciales,
y al siete de acción le fue anulado un gol cuando Julio César
Pinheiro madrugó en el cobro de un tiro directo. El silbante amonestó
al Matute Morales porque había pedido que la barrera estuviera
a distancia, lo que aprovechó Pinheiro para sorprender.
Las arremetidas de los azules se toparon con la buena
ubicación defensiva de Rayos; incluso algunos necaxistas como Angel
Sosa y Miguel Acosta se llevaron algunas tarjetas amarillas porque no dudaron
en recurrir a las faltas para detener a sus contrincantes.
Al minuto 26 Cruz Azul pudo reflejar su dominio con anotación
de Marinho Ledesma en acción de gran mérito individual, ya
que arrancó desde tres cuartos por el costado derecho, superó
a un defensa y cedió el esférico al Matute Morales;
éste disparó y el portero Nicolás Navarro rechazó;
al contrarremate llegó Ledesma, quien disparó colocado.
Necaxa reaccionó de inmediato y equilibró
las llegadas; al tiempo comenzaron a surgir roces, pisotones y empujones
que el silbante Paul Delgadillo dejó transcurrir. Al 47 decretó
penal contra Cruz Azul por un recargón de Pinheiro sobre José
Angel Sosa.
Carlos Bolillo González acudió al
manchón para cobrar con toque raso que entró a la derecha
del portero Oscar Conejo Pérez, quien se lanzó a la
izquierda.
El nivel decreció hasta desesperar a los aproximadamente
60 mil aficionados, quienes dedicaron sonora rechifla a los 22 jugadores.
La Máquina intentó reaccionar con el relevo de Miguel Zepeda,
en lugar de Ledesma, quien se dedicó a buscar a al Loco Abreu.
Todo fue inútil, Sebastián parecía estar en otra galaxia.
Raúl Arias también hizo cambios, ingresó
a Braulio Luna que tampoco hizo nada. Lo más llamativo en la recta
final resultó el teatro de Pinheiro, quien primero intentó
engañar al árbitro fingiendo falta por supuesto choque con
Diego Martínez, pero intuyó que sería expulsado y
dramatizó supuesta lesión en la rodilla derecha.
Al 87 entró Alex Aguinaga que poco después
salió en compañía de directivos de la federación
ecuatoriana rumbo a Murcia, España, donde enfrentará a Sudáfrica.
El resultado dejó satisfechos a ambos técnicos;
Trejo indicó que "se va tranquilo porque seguimos sumando", mientras
Arias también se alegró por retomar el liderato de su grupo.