El organismo asegura que han sido manejadas con deficiencia las áreas protegidas

Perdió México 50 por ciento de selva seca: Foro Mundial para la Naturaleza

Preparan diversas instituciones estrategia nacional para el rescate de esas zonas

ANGELICA ENCISO L.

En México se ha perdido 50 por ciento de selva seca original -alrededor de 60 mil kilómetros cuadrados-, y la que subsiste tiene signos de deterioro ya que está fragmentada, lo cual coloca en riesgo de extinción a 47 especies, reportó el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) al concluir el taller preparatorio para impulsar la estrategia nacional para proteger estas zonas.

El organismo indicó que de la superficie de selva que aún existe, la mitad está degradada y el resto se encuentra aislada, en riesgo de perderse, por lo que esta organización la tiene catalogada dentro de las 10 ecorregiones forestales más vulnerables en el mundo.

En los bosques secos hay alrededor de 47 especies de vertebrados que están en peligro de extinción, y un número no determinado de variedades están amenazadas por la cacería y venta ilegal. Ante esta situación, apuntó, no existe un plan efectivo de protección a estos ecosistemas, ya que menos de 3 por ciento del área de selva está bajo algún esquema de protección.

Los bosques secos en México se ubican desde el sur de Sonora hasta Chiapas y llegan hasta Centroamérica, lo cual constituye la extensión más grande de este tipo de ecosistema ubicado al norte del Ecuador.

Esta vegetación puede sobrevivir a largas temporadas de sequía y altas temperaturas, además de tener un papel determinante en la captación de agua y regulación de las condiciones climáticas.

Entre las especies que ahí residen están el puma, el jaguar, la nutria de río, el oso hormiguero y el zorrillo pigmeo.

En esa zona se localizan 246 especies endémicas, lo cual representa 31 por ciento de las que existen en este tipo de vegetación en todo el mundo.

La WWF estimó que sumado a la pérdida de los bosques, en las áreas naturales protegidas de México se "ha fallado en el resguardo de estos ecosistemas". Son áreas pequeñas, aisladas de otras y han sido manejadas con deficiencia, por lo que son llamadas "parques de papel", las cuales fueron creadas para fines recreativos más que por su valor ambiental.

Estimó que una de las principales amenazas que incrementan la deforestación son los grandes proyectos de infraestructura que cada vez con mayor frecuencia son planeados para ser desarrollados en áreas biológicamente importantes de México.

Entre las causas de la pérdida y degradación de los bosques mexicanos, que en total cubren 28 por ciento del territorio nacional -55 millones de hectáreas-, está la conversión de zonas arboladas en áreas para la agricultura y ganadería, lo cual es originado por las políticas gubernamentales.

Además hay sobrexplotación de los recursos forestales, prácticas de manejo inadecuadas y tala ilegal, a lo que se agrega que las comunidades venden los derechos de explotación de sus bosques a grandes compañías por un pago irrisorio.

También existe desconocimiento de parte de las comunidades del valor de los bosques, al no obtener beneficio inmediato de ellos, lo cual trae en consecuencia poco interés por protegerlos, afirmó.

Con la pérdida de los bosques mexicanos desaparece también una "excepcional riqueza biológica" que únicamente se encuentra aquí; se dañan los ecosistemas de agua dulce y se perturba el flujo de los ríos, lo cual ocasiona la extinción del hábitat de especies acuáticas y la salinización de los ríos por la erosión y el transporte de sedimentos. Todo este proceso puede incrementar los efectos de las inundaciones y la sequía.

Asimismo disminuye el aporte de agua a las poblaciones humanas, ya que las áreas carentes de vegetación no pueden actuar como captadoras de lluvia y recargar los mantos acuíferos. Además se incrementa el ciclo de pobreza causado por la degradación de los recursos naturales.

La estrategia nacional de protección la impulsan, además de la WWF, el Instituto Nacional de Ecología, la Comisión Nacional de Biodiversidad y el Centro de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Esta iniciativa se conformará de acuerdo con parámetros tanto de orden biológico como social, dado que la conservación y el desarrollo sustentable están estrechamente vinculados.