Dirigentes políticos, principales opositores a la relección de legisladores, afirma
Las instituciones actuales no favorecen la gobernabilidad plural, considera Creel
ALONSO URRUTIA
El rechazo a impulsar una reforma electoral que permita la relección inmediata de diputados y senadores proviene principalmente de las directivas de los partidos políticos, debido a que los legisladores tendrían mayores responsabilidades con sus electores y deberían rendir cuentas a los votantes que los llevaron al cargo en lugar de a los dirigentes partidistas.
Tal es la evaluación del secretario de Gobernación, Santiago Creel, para quien el desgaste creciente de las relaciones entre los poderes Legislativo y Ejecutivo obedece a que el sistema presidencial que prevalece en el país no es el mejor esquema para un escenario político plural y altamente competitivo. Es decir, las instituciones actuales no fueron diseñadas para favorecer la gobernabilidad de un gobierno dividido o un Presidente sin mayoría en el Congreso.
En una reciente reunión con la jerarquía católica que se conoció ayer, Creel hizo algunas consideraciones ante los clérigos, sobre las dificultades de la relación con el Congreso, que han propiciado la caída de acuerdos por valoraciones del costo electoral que acarrearía.
Así, por ejemplo, durante las discusiones sobre la reforma fiscal en diciembre pasado, el gobierno ya había obtenido el aval del PRI para aprobar una modificación de 5 por ciento de IVA general en alimentos, y se había acordado con el sector empresarial que, dado el reducido monto del impuesto, no se trasladara a los precios finales.
La falta de un acuerdo en materia hacendaria, según Creel, motivada por la orientación de los partidos a la competencia electoral, impacta negativamente en los consensos que requiere el país. Así lo demuestra, a decir del secretario, la reforma aprobada por el Congreso que no dejó contento a nadie.
Para el funcionario, de contarse con la posibilidad de la relección inmediata de los legisladores se tendrían muchas ventajas: mayor experiencia y profesionalismo del Congreso; se adoptarían decisiones con una visión de largo plazo, pues ahora mismo los diputados ya empiezan a ver dónde trabajarán el próximo año.
De acuerdo con el secretario de Gobernación, en un año en el que hubo 14 procesos electorales es difícil que los partidos intenten alcanzar acuerdos. Insistió en que el calendario electoral, "muy desordenado", requiere modificación.
Respecto a las tensiones crecientes entre el Ejecutivo y el Congreso, Creel lo atribuye a la estructura institucional que prevalece en el país, la cual dificulta los acuerdos en un sistema político de alta competitividad.
Para el funcionario, es preciso analizar la forma de conciliar el valor de la representación, fundamental dentro de un sistema democrático y el valor de la gobernabilidad o de la estabilidad política. Ambos siempre estarán en tensión.
La relación entre poderes, el sistema de partidos, el sistema electoral, el federalismo, la transparencia y rendición de cuentas son temas que deberán discutirse para profundizar la transición mexicana, dijo.