Ya circulan los tomos tres y cuatro de los estudios muralísticos de Beatriz de la Fuente
La pintura maya, recurso estético e histórico: expertos
FABIOLA PALAPA QUIJAS
La manifestación pictórica ha sido desde tiempos prehistóricos el principal recurso del que se han valido los pueblos para emitir mensajes. Los mayas yucatecos tenían la concepción de que lo pintado es lo imaginado, lo pensado con la fantasía; para ellos la pintura no es una simple reproducción de la realidad. Para dar a conocer eso fueron presentados los tomos tercero y cuarto del segundo volumen de área maya, del proyecto La pintura mural prehispánica en México, dirigido por Beatriz de la Fuente, investigadora emérita de la UNAM, y coordinado por Leticia Staines Cicero, del Instituto de Investigaciones Estéticas de esa casa de estudios.
El proyecto, que cuenta con el apoyo de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico de la UNAM y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, así como del Instituto Nacional de Antropología e Historia, se inició en 1990 con el propósito de registrar con fotografías, dibujos, planos y procesos de digitalización la pintura mural de las culturas prehispánicas de Mesoamérica, ya que la pintura ha sido una fuente importante para conocer las costumbres, el pensamiento y las creencias de los grupos que habitaron el territorio maya.
Durante la presentación, el jueves en el Anfiteatro Simón Bolívar del Antiguo Colegio de San Ildefonso, Beatriz de la Fuente señaló: "los tomos tercero y cuartpo dedicados al mundo maya es un muestrario de obras valiosas poco conocidas, de un pueblo al que se le reconoce universalmente por su originalidad y creatividad". Agregó que los murales mayas son además de vestigios artísticos documentos públicos, pues la pintura entre los antiguos mesoamericanos no sólo cumplía un fin estético, sino una relación histórica; era una crónica de la vida cotidiana.
El etnólogo Sergio Raúl Arroyo, director general del INAH, comentó que en los territorios de la pintura mural maya es posible vislumbrar el espectáculo interior de las religiones antiguas, lo cual revela un modo de percibir, sentir y acercarse al mundo.
Acerca del proyecto en el que participan 28 especialistas, Arroyo dijo que los tomos representan un punto de referencia para la documentación y la preservación de uno de los acervos pictóricos más significativos y tradicionales de la historia.
Por su parte, Mercedes de la Garza señaló que el libro revela cómo los mayas reprodujeron pictóricamente en los edificios principales de sus ciudades, escenas mundanas de la vida cotidiana con el tema predominante de los linajes gobernantes; "pintaron acontecimientos históricos seguramente para perpetuar su significación, pintaron eventos astronómicos que para ellos estaban estrechamente ligados a los humanos y también pintaron ideas religiosas, complejas imágenes de sus deidades y escenas de rituales".
Los tomos fueron dedicados a Bonampak. El primero es un catálogo formado por cédulas con la información correspondiente a ubicación, medidas, descripción de las imágenes, lectura de las inscripciones y datos arqueológicos; el segundo es un compendio de estudios realizados por los especialistas, quienes abordan los murales desde su propia disciplina: arqueología, arquitectura, pintura, estilística, epigrafía, arqueoastronomía, historia, historia del arte y biología.