Nos aventaron perros y quemaron las casas, informó una de las expulsadas
La policía de Puebla usa la violencia para desalojar a 250 personas de un predio
En protesta, realizan un plantón frente a la Casa Aguayo, sede del gobierno estatal
LA JORNADA DE ORIENTE
Puebla, Pue., 13 de abril. Por orden de un juez, en las primeras horas de este sábado al menos 250 personas fueron desalojadas de rancho Guadalupe, un terreno de 12 hectáreas ubicado al norte de esta ciudad. El predio, propiedad de un particular, permanece custodiado por una veintena de elementos de la fuerza pública del municipio.
Los afectados señalaron que los expulsados son más de mil personas, aseveraron que los policías municipales y judiciales que los desalojaron les quemaron sus viviendas y que nunca les fue notificado el desahucio.
Al menos un centenar de los afectados se plantaron este mismo día afuera de la Casa Aguayo -sede del gobierno estatal- en demanda de que se les reubique en otro sitio y se les indemnice por la pérdida de sus pertenencias, a lo que hasta ahora se ha negado la parte oficial. Los manifestantes dijeron que permanecerán allí hasta obtener respuesta favorable.
Fuentes de la secretaría estatal de Gobernación confirmaron que también se ejecutó una orden de aprehensión contra Noemí Guzmán Ramírez, ex militante de Antorcha Campesina acusada de fraude, que supuestamente condujo a trabajadores de la central de abasto a invadir el predio en enero pasado.
En una entrevista con una radiodifusora local, el director de la Policía Judicial del estado, Manuel Méndez Marín, sostuvo que el desalojo fue atestiguado por personal de la Comisión de Derechos Humanos de Puebla y que del terreno sólo habían sido desahuciadas menos de 250 personas y no mil 200, como afirmaron los afectados.
A decir de los desalojados, los uniformados se introdujeron al rancho antes de la una de mañana y con violencia los sacaron de sus moradas, algunas de las cuales estaban construidas con ladrillos y otras con cartón, plástico y tela.
"Nos aventaron perros, quemaron las casas y sólo nos quedamos con lo que traemos puesto, algunos ni sus zapatos pudieron sacar", refirió una mujer que llegó a plantarse frente a la Casa Aguayo.
Acusaron a los uniformados de no haberles permitido sacar de las moradas sus pertenencias; algunos sostuvieron que perdieron todo su patrimonio a manos de la policía que, utilizando escudos de plástico, rodeó a los desalojados en una parte del predio sin que éstos pudieran hacer algo por sacar su ropa, dinero y aparatos domésticos.