Tortas, refrescos, playeras, gorras se repartieron entre miles de acarreados
Al estilo priísta celebran los 50 años de la CROC
"Imperdonable", la globalización; sólo ahonda la brecha de la desigualdad social: Madrazo
ENRIQUE MENDEZ Y CAROLINA GOMEZ
El PRI de las masas, el de las grandes concentraciones avivadas con el acarreo de simpatizantes revivió una vez más, ayer en la celebración de los 50 años de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), de los cuales 22 ha estado bajo el mando de Alberto Juárez Blancas.
Un dirigente que hace casi tres años respaldó a Manuel Bartlett Díaz para que fuera candidato del PRI a la Presidencia de la República, ayer movió todo para que un grupo de incondicionales deslizara que en 2006 Roberto Madrazo debe ser el candidato presidencial
Poco antes de las 10 de la mañana, al centro de convenciones del Hipódromo llegó Madrazo, quien fue recibido por miles de miembros de la CROC, acarreados en decenas de autobuses.
Como en los mejores tiempos del PRI, ayer se repartieron tortas y refrescos, globos, camisetas, gorras y distintivos para el festejo, y la celebración croquista fue a ritmo de matracas y tambores.
Aunque arcaicos los métodos, esta vez la CROC encontró patrocinio para su reunión en dos fábricas embotelladoras de agua, una compañía productora de cerveza, dos marcas de tequila y una distribuidora de teléfonos celulares.
Todos los discursos sirvieron para abrirle camino a Madrazo Pintado. Palabrería inacabable. Mientras, en el presidium el presidente del tricolor, Juárez Blancas y el gobernador de Tabasco, Manuel Andrade Díaz, se fundían en abrazos con el gobernador de Zacatecas, Ricardo Monreal Avila, quien sólo fue para tomarse la foto con sus antiguos compañeros de partido.
No obstante, Monreal anunció que hoy también acudirá a la toma de protesta de Rosario Robles como presidenta del PRD.
Juárez Blancas quiso que la celebración fuera a lo grande. Así que en el presidium había 180 personas, además de los 32 dirigentes locales de la CROC. También se incluyó a delegados de sindicatos de 30 países e incluso a conspicuos operadores electorales del tricolor, como Ascención Orihuela y Alejandro Lambretón.
A pesar de la magnitud que la CROC quiso darle al encuentro, el sonido era pésimo y los oradores tenían que gritar; pese a ello pocos croquistas ponían atención, incluso muchos ni se enteraron cuando Juárez Blancas entregó al dirigente priísta dos medallas para que se las impusiera a "viejos luchadores" de esa central.
Según el representante regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la CROC es ejemplo de la defensa de los derechos de sus obreros.
Después, Madrazo cuestionó la política laboral del gobierno de Vicente Fox y su incapacidad para crear empleos.
"El fracaso del empleo es el fracaso de las instituciones sociales", dijo. Pero sobre todo, resaltó, "está fracasando en cumplirle a los trabajadores y a la sociedad mexicana", porque "no es suficiente reconocer la falta de empleos, sino generar las condiciones para lograrlos".
También criticó los "procesos de globalización" y el hecho de que a más de 16 meses de haber iniciado el gobierno aún no haya podido generar el millón 300 mil empleos que se necesitan anualmente en México.
Aseveró que eso "es imperdonable", porque lo único que se consigue es ahondar la brecha de la desigualdad social, y propuso constituir un "frente común de trabajadores de México y América Latina", que luchen por el respeto a sus derechos laborales.
Respecto de la globalización, expresó que "más allá de las restricciones, más allá de las modas que tienen que ver con la economía de mercado, se debe tener un compromiso con el país".
Al final del acto, ya con las huestes rumbo a los autobuses, Madrazo y Juárez Blancas volvieron a abrazarse bajo la manta que rezaba: "Ganaron los obreros. Ganó México".