Exhortan mandatarios a convocar a elecciones
Pide el Grupo de Río restaurar la democracia
en Venezuela
Evitan declaración sobre el nombramiento de Pedro
Carmona
JUAN MANUEL VENEGAS ENVIADO
San Jose, 12 de abril. Los 18 presidentes que integran
el Grupo de Río condenaron la ruptura del orden constitucional en
Venezuela y llamaron a "normalizar la institucionalidad democrática"
mediante la pronta realización de elecciones "claras y transparentes";
sin embargo, y luego de deliberar durante tres horas, los mandatarios reunidos
en San José evitaron pronunciarse a favor o en contra de la designación
del empresario Pedro Carmona como nuevo presidente de ese país.
Evitaron definir si la caída de Hugo Chávez
Frías había sido consecuencia de un golpe de Estado y dijeron
que la interrupción del orden constitucional se había generado
"por un proceso de polarización reciente".
Ricardo
Lagos, de Chile; Alejandro Toledo, de Perú, y Miguel Angel Rodríguez,
de Costa Rica, fueron los gobernantes que dieron a conocer ?en conferencia
con la prensa? la declaración del Mecanismo Permanente de Consulta
y Concertación Política, Grupo de Río, en torno a
la situación venezolana. Como parte de las conclusiones, informaron
que solicitaron al secretario general de la Organización de Estados
Americanos (OEA), César Gaviria, la convocatoria a una sesión
extraordinaria del Consejo Permanente del organismo "para realizar una
apreciación colectiva de la situación y adoptar las decisiones
que estime convenientes".
-Los hechos reales, ahí están: en Venezuela
hubo un golpe de Estado; el Grupo de Río nada pudo hacer para impedir
lo que contempla la Carta Democrática Interamericana aprobada en
Lima (el año pasado). ¿Se sienten los presidentes de América
Latina inmunes a que les pueda ocurrir lo mismo (que a Chávez) a
alguno de ustedes? -preguntó un reportero.
Contestó, lacónico, el presidente costarricense:
"un foro de acuerdo político no es una instancia que pueda impedir
que en un país ocurran estos hechos que rompan la institucionalidad;
estos son hechos fácticos, son hechos que se dan, no se pueden detener.
¡Sólo Dios podría actuar de alguna manera para impedirlos!"
Sin embargo, Rodríguez expresó después:
"confiamos que pronto se volverá a cauces de institucionalidad democrática.
La democracia sí funciona, pero sus sistemas y procedimientos deben
ser respetados y si se rompen deben ser restaurados".
"El gobierno del presidente (Hugo) Chávez no era
santo de mi devoción y reconozco que el pueblo tiene derecho a remover
a su gobierno, pero lo tiene que hacer dentro de los cauces democráticos
y apegado al estado de derecho", dijo después Alejandro Toledo,
durante un discurso pronunciado al clausurar la cumbre.
La democracia, indispensable para la paz...
En la declaración de seis puntos, que tocó
leer al propio presidente Rodríguez, los países participantes
en la Cumbre de Río, reafirman el derecho de los pueblos a la democracia
y a la obligación de los gobiernos de promoverla y defenderla, por
lo que "reconocen que la democracia representativa es indispensable para
la paz y el desarrollo de la región dentro del marco de la Carta
Democrática Interamericana".
Por lo anterior, "lamentaron" los hechos de violencia
que han provocado la pérdida de vidas humanas; manifestaron su solidaridad
con el pueblo venezolano, y convocaron a la "reconstrucción" de
una democracia "plena, con garantías ciudadanas y de respeto a las
libertades fundamentales".
En el tercero de los puntos, los mandatarios latinoamericanos
de igual forma hacen una condena a la "interrupción del orden constitucional
en Venezuela, generada por un proceso de polarización reciente".
Y como cuarto, instaron a la normalización de la institucionalidad
democrática en el marco de la Carta Democrática continental
y "a dar los pasos necesarios para la realización de elecciones
claras y transparentes, en consonancia con los mecanismos previstos por
la Constitución venezolana".
Finalmente, informaron de su decisión de solicitar
una reunión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA, para
lo que Gaviria deberá "tomar contacto con la realidad política
de Venezuela a través de los medios que considere más adecuados".
Críticas a polarización que causó
Chávez
En tanto, en la sesión de preguntas y respuestas,
los tres mandatarios no respondieron a las exigencias informativas para
que se pronunciaran respecto al designado sustituto de Chávez y
si consideraban como "un golpe de Estado" la caída de éste.
Y es que precisamente la Carta Democrática Interamericana
tan de referencia aquí, los impide a reconocer a cualquier otro
gobierno que sea producto de un golpe de Estado. Por eso sus reticencias,
máxime que, como argumentó el mandatario peruano Alejandro
Toledo, "estamos operando en un mar de incógnitas... necesitamos
información, y por eso hemos pedido al secretario general de la
OEA que convoque a una sesión extraordinaria y se puedan obtener
mayores elementos de juicio. Informar nosotros de una decisión definitiva
de América Latina en su conjunto, sería prematuro; no podemos
emitir cualquier conclusión definitiva a la luz de no tener todavía
todos los datos a la mano".
En cuanto a las versiones surgidas en San José,
en el sentido de que Chile estaría dando asilo a algunos funcionarios
cercanos al depuesto mandatario venezolano, Ricardo Lagos aclaró:
el día de ayer "hubo algunas consultas para ello, pero no se han
concretado hasta el día de hoy".
Mientras, de parte del mismo Lagos hubo veladas críticas
a la presidencia de Chávez, al advertir que en Venezuela "la gobernabilidad
ha pasado por etapas muy duras", debido a la "polarización que se
provocó y que generó las condiciones y los acontecimientos
que vimos ayer", cuando miles de venezolanos salieron a la calle para manifestarse
contra el ahora ex presidente.
Previamente, el gobierno de Lagos ya había emitido
su propia declaración, "lamentando que la conducción del
gobierno de Venezuela haya llevado a la alteración de la institucionalidad
democrática con un alto costo de vidas humanas y de heridos, en
medio de esta crisis de gobernabilidad".
Para finalizar, Rodríguez informó que ayer
?ya desatada la crisis venezolana--hizo algunos intentos por comunicarse
con Hugo Chávez. Todos fueron inútiles.
Y es que, como dijo él mismo, "sólo Dios
podía impedir" lo que pasó en Venezuela.
Reconoce al gobierno encabezado por Pedro Carmona
EU culpa a Chávez de la crisis que lo llevó
a "retirarse" del poder
La forma en que lo destituyeron socava la democracia:
experto
El Grupo de Río lamenta "interrupción
del orden constitucional"
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 12 de abril. Las "acciones no democráticas"
del gobierno de Hugo Chávez provocaron la crisis en Venezuela, afirmó
hoy el gobierno de George W. Bush, y durante toda la jornada practicó
el malabarismo entre reconocer la autoridad de la junta encabezada por
el empresario Pedro Carmona y afirmar el compromiso de Washington para
apoyar los principios de la democracia en este hemisferio.
"Los actos de ayer resultaron en un gobierno de transición
hasta que puedan realizarse nuevas elecciones", declaró el vocero
del Departamento de Estado, Philip T. Reeker, en un comunicado difundido
esta mañana, en el cual se reconoce la autoridad del nuevo gobierno
interino.
Dos horas más tarde, el vocero de la Casa Blanca,
Ari Fleischer, también reconoció el establecimiento de un
nuevo régimen: "un gobierno civil de transición se ha instalado,
y éste ha prometido elecciones próximamente", dijo, sin describir
quién estableció este nuevo gobierno ni las normas bajo las
cuales se instaló. "No hay nada que indique que fue un golpe (el
que derrocó a Chávez). Esa es la idea preliminar", añadió
el vocero.
Pero para Arturo Valenzuela, ex director para América
Latina del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, la forma en
que el mandatario fue destituido podría socavar la recién
establecida arquitectura democrática del sistema interamericano.
"Este es un serio revés para los esfuerzos realizados a lo largo
de la década pasada para fortalecer y proteger la democracia en
el hemisferio", declaró en entrevista con La Jornada.
Varios
funcionarios gubernamentales expresaron su acuerdo con esta evaluación
y señalaron que la situación podría presentar un dilema
difícil para el gobierno de Bush, que desea apoyar el derrocamiento
de Chávez pero no el posible hecho de que haya sido resultado de
un tipo de golpe militar.
Para otros, lo único importante del asunto es la
destitución del presidente. Constantine Menges, ex alto funcionario
y asesor de Ronald Reagan para América Latina, declaró al
Washington Times hace un par de días: "todos los grupos prodemocracia
en Venezuela están unidos en el entendido de que Chávez ha
estado actuando para establecer una dictadura pro Cuba, pro Irak. Han tardado
pero entienden que este es el momento para restaurar la democracia en Venezuela".
Durante todo el día, los funcionarios estadunidenses
buscaron encontrar la forma de combinar un reconocimiento de la autoridad
de la junta y, al mismo tiempo, expresar el compromiso fundamental de Washington
con los principios de la democracia. "Estados Unidos está comprometido
con la democracia en todo el mundo, particularmente en nuestro hemisferio",
declaró el vocero de la Casa Blanca esta tarde. "Es, en todo momento,
la posición del gobierno de promover la democracia y la tranquilidad
y, como he indicado, los ecos son fluidos en la región y este es
un asunto que el pueblo venezolano determinará".
Pero Fleischer no dejó duda sobre quién
considera la Casa Blanca como el gobierno legítimo en este momento
y quién es el responsable de la crisis. "Sabemos que las acciones
alentadas por el gobierno de Chávez provocaron esta crisis", afirmó.
"Suprimió manifestaciones pacíficas, y sus simpatizantes,
por órdenes del gobierno, dispararon contra manifestantes desarmados,
resultando en 10 muertos y 100 heridos. Los militares y la policía
de Venezuela se negaron a disparar contra los manifestantes pacíficos
y se rehusaron a apoyar el papel del gobierno en estas violaciones de los
derechos humanos". Estos fueron los hechos que llevaron a la renuncia de
Chávez, señaló Fleischer.
El vocero Reeker, del Departamento de Estado, detacó
la responsabilidad del gobierno de Chávez en una declaración
oficial por separado. "Aunque los detalles aún no están claros,
acciones no democráticas cometidas o promovidas por su gobierno
provocaron la crisis de ayer en Venezuela", declaró. Repitió
lo dicho por la Casa Blanca sobre las manifestaciones y la violencia, como
lo de los militares y la policía, y mencionó la censura a
las televisoras. Como resultado de estas acciones, afirmó Reeker,
Chávez renunció y un "gobierno civil" de transición
ha prometido elecciones lo más pronto posible.
No obstante, el anuncio de un gobierno de transición
establecido en Venezuela fuera de cualquier norma o canal legal complica
la respuesta oficial estadunidense, ya que insiste en ratificar los regímenes
de ley y el apoyo de los principios democráticos en la región.
"Tenemos toda expectativa de que esta situación será resuelta
pacífica y dem
ocráticamente por el pueblo venezolano en acuerdo
con los principios de la Carta Democrática Interamericana", declaró
Reeker. "Los elementos esenciales de la democracia, los cuales han sido
debilitados en meses recientes, deben ser plenamente restaurados. Consultaremos
con nuestros socios hemisféricos, dentro del marco de la Carta Democrática
Interamericana, para apoyar a Venezuela".
Sin duda, la declaración del Grupo de Río,
horas después de lo dicho por Washington, calificando los hechos
en Venezuela como una "interrupción del orden constitucional" complicará
aún más la articulación de la posición pública
del gobierno estadunidense.
La CIA estaba preocupada
Washington no ocultó su crítica al régimen
de Chávez casi desde el principio de su mandato, y en febrero de
este año, el director de la CIA, George Tenet, lo expresó
explícitamente: "estoy particularmente preocupado por Venezuela,
nuestro tercer suministrador de petróleo", dijo en testimonio ante
el Comité de Inteligencia del Senado. "El descontento doméstico
con la 'revolución bolivariana' del presidente Chávez está
creciendo, las condiciones económicas se han deteriorado por la
caída de los precios del petróleo y el clima de crisis probablemente
empeorará".
El senador Jesse Helms expresó hoy su complacencia
por la supuesta dimisión del presidente venezolano. "La renuncia
esta madrugada de Hugo Chávez como presidente de Venezuela sólo
puede ser vista como una bendición y como la voluntad del pueblo",
afirmó el senador conservador, quien apeló a los simpatizantes
del ex mandatario a deponer las armas y llamó a la junta presidida
por Pedro Carmona a convocar a elecciones "lo más pronto posible".
Mientras los circuitos oficiales de Washington continúan
evaluando su postura pública, el gobierno de George W. Bush cuenta
con dos funcionarios con conocimiento extenso de Venezuela. El encargado
de América Latina del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca,
John Maisto, y el subsecretario asistente para América Latina del
Departamento de Estado, Otto Reich, ambos fueron embajadores de Estados
Unidos en Caracas.