CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
Ebrard: prestigio policiaco
MIENTRAS LA política en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal está convertida en aluvión de chismes panistas de todos los grados, el jefe de la policía, Marcelo Ebrad, se ha convertido en el cuidador oficial en los actos de mayor prestigio... para su persona.
DURANTE LOS últimos dos meses Ebrard ha hecho su aparición, primero en el lío bancario, que si bien no ha tenido resultados palpables -ayer fue asaltado otro banco-, sí le permitió mostrarse una y otra vez frente a las cámaras de televisión.
AGOTADO, O casi, el asunto, Ebrard no ha perdido la oportunidad de acercarse a los reflectores, ya sea en los partidos de futbol, en la "muerte" de Jesús en Iztapalapa o en el sepelio de María Félix, donde incluso se prestó a hacerla de ujier para darle el paso a alguno de los famosos.
ES DECIR, el jefe de la policía ha demostrado su efectividad en asuntos tan delicados y de tanta trascendencia como el clásico Chivas-América, donde mandó a cerca de 2 mil efectivos a resguardar un orden que, de cualquier manera, se rompió. Y si no que les pregunten a los reporteros de una de las televisoras que cubrieron el espectáculo.
DE LO demás, nada. La idea generalizada de inseguridad cotidiana que se vive en las calles de la ciudad no refleja cambios sustanciales de parte de las autoridades policiacas para la protección ciudadana.
PERO LO más importante es que todo parece indicar que no existe un proyecto o un plan efectivo que logre construir una estructura sólida para la policía y las inconsistencias suponen traslapes burocráticos.
EN LAS oficinas de la SSP se dice que los cambios estructurales vendrán pronto, pero de esto ni una palabra porque los viejos mandos policiacos, que según se dice sí tienen el control, podrían impedirlos.
TODO ESTO porque en la ALDF se encuentra a buen recaudo una iniciativa de ley para la creación del Instituto de Investigación Científica para la Prevención del Delito en el Distrito Federal, que según se dice no tiene futuro.
EL ESTUDIO de esta iniciativa se halla en manos del panista Hiram Escudero, para quien no es trascendente crear otro instrumento mediante el cual se puedan diagnosticar con suficiente antelación los pasos de la delincuencia.
A ESTO debe aunarse la falta de interés de los propios funcionarios de la SSP por promover el análisis, la discusión y la aprobación de la ley que dé vida a ese instituto; mientras tanto, en las calles el crimen y la impunidad pasean del brazo.
HABRA SIN duda algunos puntos buenos en el caso de este nuevo jefe de la policía, pero para eso le paga la población, para marcar de verdad líneas que lleven a la protección de la población. Cuando menos eso se espera.
POR LO pronto ya sabemos que la policía sí es capaz de hacer vallas y cerrar filas en los actos donde pueda robar cámara el jefe de la policía, aunque, como pasó en el sepelio de María Félix, los carteristas se den vuelo.
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