Polémica en Ginebra por la aplicación de la Sharia
La representante alemana en la Conferencia sobre Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que se realiza en Ginebra, Christa Nickels, resaltó este martes la incompatibilidad de algunas partes del derecho islámico, la Sharia, con la vigencia universal de la Convención Internacional sobre Derechos Humanos, lo que provocó una dura reacción de los países con población musulmana.
Aunque Nickels sostuvo que su intención no es ofender a ningún país o religión, indicó que la Sharia es el desafío fundamental que enfrenta una política globalizada de derechos humanos, y que el diálogo con las naciones islámicas no puede ser pura palabrería inconsistente.
La funcionaria alemana se manifestó en contra de toda limitación de la vigencia universal de los derechos humanos, y en este contexto criticó las prácticas "crueles, degradantes y humillantes" contenidas en la ley islámica, como la lapidación, la amputación o el azote.
La posición de Nickels, quien se pronunció por un debate sobre el derecho islámico y la Convención Internacional sobre Derechos Humanos, provocó una dura reacción de los países islámicos, que sostuvieron en un comunicado que la confrontación política amenaza con derivar en una "lucha de culturas".
La Organización de la Conferencia Islámica respondió a la crítica alemana y de la Unión Europea que no se puede cuestionar la vigencia temporal de la Sharia, o supeditarla a las normas de los falibles seres humanos.
Varios participantes occidentales en esta conferencia explicaron la inusualmente dura reacción de los estados con población musulmana, al señalar, entre otras cosas, que a partir del discurso del terrorismo, luego de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, "se sienten colocados en el banquillo de los acusados".
DPA