MELON
Cuba
Luis Angel Silva
AQUI ME TIENE de regreso, mi yeneka, después
de 15 días de estancia en una Cuba que va levantando a pesar de
un bloqueo inhumano. Pero como esto no es lo mío, a otra cosa mariposa.
DESPUES
DE UNAS horas en La Habana, el quinteto Hecho en México y yo
partimos hacia Santiago de Cuba para cumplir con el compromiso contraído
con Eliades Ochoa, presidente honorario del Festival Internacional de la
Trova "Pepe Sánchez", que por vez primera se abría a músicos
de otros países y nos reservaba sorpresas maravillosas. La primera
de éstas fue el trato recibido por Rubén Chacón y
Nery Montoya, miembros del comité organizador, que nos colmaron
de atenciones.
EL FESTIVAL INICIO el 15 de marzo con una ceremonia
en el cementerio de Santiago a la memoria de Ñico Saquito, Pepe
Sánchez, Miguel Matamoros y José Martí, en ese orden,
con palabras del nieto del trovador que da nombre a la fiesta en cuestión,
y Lino Betancourt, musicólogo de altura que nos emocionó
con su elocuencia.
POR LA NOCHE, la primera prueba de fuego fue en
un lugar llamado Casa de la Música, especie de club nocturno. Aquí
permítame, monina, referirme únicamente a Hecho en México,
que tuvo una gran actuación. Respecto a mí no diré
una sola palabra. Espero que sepan de lo mío por otro conducto,
ya que me cuesta mucho trabajo hablar de mi persona.
AL DIA SIGUIENTE, en el Patio de la Jutía
Conga, perteneciente al capítulo local de la Unión de Escritores
y Artistas de Cuba (Uneac), los muchachos recibieron el reconocimiento
no sólo del público, sino también de los soneros santiagueros.
En nuestra tercera presentación, el domingo 17, en la Biblioteca
Elvira Cape, compartimos tarima con un grupo de niños llamado Chicos
del Caribe, con calidad y sabor de gente grande.
LA MAÑANA SIGUIENTE el Coro Madrigalista
nos ofreció una reunión fraternal por medio de su administrador,
mi nagüe Radamés, para sorprendernos con interpretaciones extraordinarias
donde el contrapunto juega papel importantísimo. Por la noche nuestra
actuación tuvo lugar en la Sala de Conciertos Dolores, en compañía
de Eliades Ochoa y su Cuarteto Patria, y el grupo japonés Sones
de Oriente. Sobre la medianoche repetimos en la Casa de la Música.
AL FINALIZAR NUESTRA actuación en dicho
club nos dieron la grata noticia que en la clausura del martes 19, cerraríamos
el festival. Pero antes de eso, al mediodía, comeríamos con
don Manuel Cortés, alcalde provincial de Santiago, y estaría,
como dijo Agustín Lara, la crema de la intelectualidad. Allí
se encontraría Nicolás Hernández Guillén, nieto
del poeta nacional, varias personalidades del gobierno y don Lino Betancourt
que nos dio, soneramente hablando, la nacionalidad cubana.
EL ALCALDE NOS pidió que grabáramos
dos números en los estudios locales de la Egrem para el disco conmemorativo
del festival y que actuáramos como despedida de Santiago en la escuela
de instructores de arte, lo cual aceptamos de mil amores. Este, su yeneka,
sólo pudo grabar, ya que tantas emociones quisieron jugar con mi
salud. Me llevaron al Policlínico donde los doctores me atendieron
y me pusieron de nuevo en circulación en un santiamén.
HECHO EN MEXICO, de manera extraordinaria, cubrió
el concierto que no pude cumplir. Según me cuentan la audiencia
fue de más de 2 mil estudiantes que los ovacionaron hasta el delirio.
REGRESAMOS A LA Habana para actuar el 21 de marzo
en la Biblioteca Nacional José Martí, y ponerle el tapón
al botellón. Recibimos las felicitaciones de doña Marcia,
gentil esposa de Eliades Acosta Matos, director de la biblioteca, ambos
nos atendieron como corresponde a personas de su categoría y clase.
Una reseña y fotografias de la actuación se pueden consultar
en la página de la biblioteca en Internet: www.lib.cult.cu.
OTRA COSA QUE me tiene como castañuela y
niño con zapatos nuevos son las invitaciones a que participemos
en varios festivales tanto en La Habana como en Santiago. Quiero enviarle
a Hecho en México un reconocimiento tamaño caguama porque
vendieron toda la existencia de camotes. De esto hay testimonios fehacientes:
videos, grabaciones, fotografías, que pueden comprobar mis elogios.
¡Bravo, muchachos!
NUESTRO VIAJE A Cuba no hubiera sido posible sin
el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, y la dirección
general de asuntos culturales de la Secretaría de Relaciones Exteriores.