Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 24 de marzo de 2002
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Política

Antonio Gershenson

Dieciocho de marzo: un balance

Entre las cosas que se pusieron de manifiesto el pasado 18 de marzo, aniversario de la expropiación petrolera, hubo varias relacionadas con la forma como debe operarse la industria. Por un lado, parece afirmarse un consenso en el sentido de que debe haber una reforma al régimen fiscal de Pemex, que le permita reinvertir una parte considerable de sus utilidades, en vez de ser despojado de ellas y luego tenerse que endeudar para lograr un nivel de inversión todavía muy limitado. También parece haber un creciente consenso sobre la necesidad de que Pemex tenga autonomía de gestión y deje de ser intervenido todos los días por la Secretaría de Hacienda, siempre dispuesta, además, a desenvainar la tijera presupuestal con cualquier pretexto.

La intervención del director general de Pemex en la fecha mencionada apunta en esa dirección. Sin embargo, subsisten puntos muy importantes en los que se ha planteado un camino contrario a lo establecido por la Constitución y las leyes que la reglamentan en materia de petróleo. Se ha anunciado la firma de los llamados contratos de servicios múltiples, e incluso se ha hablado de concesiones por 20 años. En el primer caso, la descripción de las actividades que incluirían estos contratos corresponde a lo que la legislación federal cataloga como obra pública, y no como simples servicios, y hay una prohibición expresa de firmar contratos para la industria petrolera en el artículo 27 de la Constitución; la exclusividad se refrenda en el artículo 28 de la misma.

En cuanto a las concesiones, están prohibidas en el mismo artículo 27, desde hace más de 60 años. Es preciso devolver a Pemex su capacidad técnica y operativa, que le ha sido arrebatada por los tecnócratas, para que se pueda operar conforme lo establecen la Constitución y las leyes.

Otros elementos importantes son las cifras que anualmente se dan a conocer en esta fecha, antes en la Memoria de labores y ahora en el Informe de labores. Las reservas probadas de petróleo crudo siguen declinando. En las regiones marinas, de donde proviene ya más de 80 por ciento de la producción nacional, sólo quedan reservas, en la región noreste, para 14 años de la producción actual; y en la suroeste, para siete años.

Sin embargo, en cuanto al gas natural, cuya presión es la que expulsa el crudo hacia la superficie, queda para 10 años de la producción actual en la región noreste, y para cinco años en la suroeste. Este problema, desde el ángulo de la extracción de crudo, se subsana en el yacimiento Cantarell, mediante la inyección de gas nitrógeno, no así en los otros. Además, la producción de gas natural, del cual importamos cada vez más pese a tratarse de un recurso estratégico, sigue declinando de manera sostenida.

Las inversiones de las que habló el director general de Pemex el día 18 sí son urgentes, para hacer frente a esta situación. Pero también lo son en refinación (nuestra importación de refinados no se justifica), gas y las otras áreas de Pemex. Deben hacerse, eso sí, en el marco de nuestra Constitución.

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