Creó a Ze do Caixao, especie de vampiro metafísico
Homenajean en Francia a José Mojica, único cineasta brasileño especialista en horror
AFP
Toulouse, Francia, 20 de marzo. El cineasta José Mojica Marins, único director brasileño "especializado" en el cine de horror, es objeto de un importante homenaje durante los 14 Encuentros de Cine de América Latina de Toulouse, que se celebran actualmente en esta ciudad del sureste de Francia.
Nacido en 1929 en Sao Paulo, de padres españoles, Mojica Marins llegó de manera "intuitiva" al cine, cuando sus padres le regalaron una cámara de ocho mm. Su incipiente carrera se desarrolló a la par del cine novo, que revolucionó el séptimo arte en Brasil y en América Latina, y se vinculó al medio underground de su país, donde es una figura importante.
Entre 1958 (Sentencia de Dios) y 1995 (El portal del infierno) Mojica Marins dirigió unas 25 películas, en las cuales a menudo actúa. Los elementos principales de éstas son la violencia, lo sobrenatural, las pulsiones sexuales y hasta el canibalismo, ingredientes de lo que puede calificarse como cine de horror.
El primo de Frankestein
De forma "primitiva" en su formalismo, como lo califica la hermética brasileña Paula Vandenbussche, Mojica es voluntariamente "torpe" y grandilocuente, exagerado, enfático, sobrenatural. Sus películas tuvieron bastante éxito en los años 60 y 70 en Brasil, pero no lograron difusión en otros países debido a su idiosincrasia y estilo tan particular.
Con algunas de sus obras más conocidas (A medianoche me apoderaré de tu alma, 1964; El despertar de la bestia, 1968, y Esta noche encarnaré tu cadáver, 1967) los Encuentros de Toulouse nos permiten descubrir a este cineasta que fue invitado a esta ciudad del sureste de Francia.
Para sus más arduos defensores, Mojica hace pensar a Luis Buguel o al escritor brasileño Oswald de Andrade, quienes lo definen como impulsor de la cultura de la "antropofagia" y del modernismo en Brasil, en los años 20.
Sin embargo, la crítica de su país fue muy dura con este cineasta que inventó un personaje demoniaco recurrente, Ze do Caixao, que Mojica interpretaba también, que es una especie de vampiro metafísico, "primo" de Frankestein y de un Drácula paulista, que recoge además los mitos de Don Juan y de Exu, figura central de la religión afro-brasileña.
Rey de la contracultura carioca
Mojica afirma gustar del "cine malo", imperfecto, intuitivo, sencillo, de fácil entendimiento para un público amplio, en oposición al académico, al cine industrial y planificado.
Los clichés, lo grotesco, subraya, permiten descubrir la realidad y para ello es necesario echar abajo las convenciones, las jerarquías y los tabúes.
Acuciado por problemas económicos, produciendo a menudo o siempre sus propios filmes, privado de toda ayuda -gubernamental y de subvenciones-, ignorado por sus pares, el obstinado Mojica, "rey" de la contracultura, incursionó también en las pasadas cuatro décadas con suerte variada en otros géneros, como el melodrama, el western, la comedia, película de aventura e incluso la pornochanchada, light y hard, como especifica. También tuvo una producción original en la televisión, un libro y un disco.
Varias de las obras de Mujica "vegetan" en la Cinemateca de Sao Paulo, donde se degradan. La voluntad de Vandenbussche y de los Encuentros de Cines de América Latina de Toulouse es que puedan difundirse en Francia y en otros países, en especial en formato de video.