Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 21 de marzo de 2002
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CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

Digna: hipótesis incómoda

PARA RESOLVER el caso Digna Ochoa la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal tendrá, más que probar y comprobar, que convertirse en un ente creíble o cuando menos confiable.

EN LA terrible danza de suposiciones alentadas desde todas partes, la voz de la justicia empequeñece por el afán real o la perversidad protectora de maquillar los hechos.

FRENTE A los hechos insoslayables, es decir, las amenazas, el acoso, los atentados, el órgano de justicia prefiere, tal vez por hallazgos en la investigación, tal vez por la falta de ellos, seguir la teoría fantasiosa, la más complicada y, a la vez, la menos trabajosa, para dictaminar un empate en contra de Digna, o sea: la culpable es Digna Ochoa, nadie más.

NO OBSTANTE, hace unos días, frente a los micrófonos de Radio UNAM, el procurador Bernardo Bátiz hizo un descubrimiento interesante, revelador para quienes buscan justicia en el asunto: la tesis del suicidio se levantó en Washington por parte del Centro Pro, y de inmediato fue comprada por quienes buscan la verdad o quienes pretenden hacer del caso una razón de desprestigio para los defensores de los derechos humanos.

LA DUDA se sembró por encima de los hechos y se hizo aparecer como una verdad mediática. No pesan las amenazas de muerte, no importan los atentados, la verdad se construye y se prueba en un cuarto cerrado bajo la premisa del suicidio. Nada más.

LO MALO para la teoría, la pregunta sin responder es: Ƒpor qué una mujer plena en su proyecto de vida, tanto profesional como personal, se quita la vida? No hay, aun para los peritos de la PGJDF, una razón que compruebe la teoría del suicidio, razón primera para exponerla, pero según la justicia, hay elementos que llevan a esa tesis.

LA VIA es fácil. Nadie mató a Digna, Digna se quitó la vida. Digna inventó las amenazas. Digna construyó durante años el escenario de su propia muerte. Digna era una perversa.

ESA PODRIA ser la tesis de la Procuraduría, pero esa no es la percepción de la gente que sabe que a Digna, crítica de la actuación del Ejército, de los caciques y de los violadores de los derechos humanos, siempre enfrentó al poder con el ánimo de vida de cambiar las cosas. Eso lo sabe la gente sin necesidad de los titulares de ningún medio informativo.

POR ESO, si la verdad fuera el suicidio, la tesis debe ser tan limpia, tan diáfana, que contradiga con datos duros la idea generalizada de una población que hasta hoy sabe y entiende que a la abogada por los derechos humanos la mataron.

Y SI no fuera así, para la población de este país el crimen en contra de la abogada Digna Ochoa quedará, como algunos otros, en el rincón ignominioso de la impunidad.

SI ASI fuera, el punto neurálgico de este caso habrá de convertirse en un bumerán en contra del gobierno de la ciudad, por eso, sea cual fuere la verdad, deberá demostrarse hasta la saciedad para confirmar o desmentir la idea que hasta ahora tiene la gente en este caso. Ni más ni menos.

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