Crimen en un departamento en la colonia Escuadrón 201

Agiotista fue asesinada por una pareja de novios; él era su sobrino

ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ

Como en Crimen y castigo, la novela de Dostoievski, una mujer dedicada al agiotismo fue asesinada en su propio domicilio. Pero en este caso no fue un estudiante de leyes el homicida, sino el sobrino de la víctima y su novia.

Irene Manzano, de 58 años, se encontraba en su departamento de la calle Anastasio Saravia 185, interior 2, de la colonia Escuadrón 201, donde llegaron su sobrino, Víctor Javier Manzano, de 22 años, y Eva Itzel Pérez Romero, de 19.

Eran alrededor de las 20:30 horas del lunes pasado. Víctor y Eva le pidieron prestado para pagar el alquiler del departamento que habitan, en la colonia Francisco Villa. La mujer se negó a darles un peso más, pues ya le debían mucho dinero; por el contrario, les reclamó sus adeudos.

Discutieron y el joven tomó una llave de plomería y golpeó en la cabeza a su tía. Eva tomó un cuchillo y lo enterró en el vientre a la mujer. Después la pareja se apoderó del dinero de Irene y cuando se disponían a retirarse alguien llamó a la puerta. Víctor entreabrió y dijo al desconocido que su tía no se encontraba. Aquél insistió, le dijo que quería un préstamo. El moderno Raskolnikov le repitió que la mujer no estaba y cerró la puerta.

Víctor y Eva decidieron quedarse en el departamento a esperar una mejor hora para retirarse, pero se quedaron dormidos. Cuando despertaron ya había amanecido; permanecieron casi 12 horas en el lugar del crimen, y ya con la luz de la mañana se animaron a tomar aparatos electrodomésticos que metieron en maletas. Eran las 8:30 del martes cuando salieron, y frente al domicilio esperaron un taxi para retirarse. A diferencia del personaje de la novela rusa, la pareja de homicidas no tuvo tiempo de arrepentirse: agentes de la Policía Judicial adscritos a la delegación Iztapalapa los detuvieron 36 horas después del crimen, al salir de su casa; dijeron que iban a comprar ropa.

En la agencia del Ministerio Público de la coordinación territorial IZT-1 confesaron el crimen y aseguraron que al cometerlo se encontraban bajo el influjo de las drogas. Los agentes ministeriales integran el expediente para consignarlo al juez. Mientras, policías judiciales investigan para determinar si la pareja no está involucrada en otros delitos.