Continúa la guerra de cifras entre Guerrero y Círigo
Aún nada para nadie en el PRD local
RAUL LLANOS SAMANIEGO
A cuatro días de las elecciones del PRD en esta capital, el Servicio Estatal Electoral aseguró que todavía no hay "nada para nadie"; sin embargo, las dos principales fórmulas contendientes recurrieron de nuevo a la "danza de las cifras" para proclamar -actas en mano- su triunfo.
Víctor Hugo Círigo y Lorena Villavicencio citaron a conferencia de prensa para asegurar que, según las actas de las casillas instaladas en 15 de las 16 delegaciones, tienen 33 mil 443 votos, contra 31 mil 303 de sus adversarios, Agustín Guerrero y Francisco Saucedo.
Esta situación comenzó a propiciar el rumor de que tales cifras eran avaladas por el Servicio Estatal Electoral. El eco llegó hasta la Asamblea Legislativa y los diputados de la CID Alejandro Sánchez Camacho, Susana Manzanares y Dione Anguiano abandonaron la sesión en la que comparecía el secretario de Seguridad Pública, Marcelo Ebrard, y decidieron ver de qué se trataba. Otros, como Yolanda Torres Tello, ni siquiera asistieron.
Alguien comentó que incluso Sánchez Camacho, coordinador del PRD en la ALDF, habría reconocido el triunfo de Círigo, lo que motivó que Carmen Pacheco, su compañera de fracción, le llamara a su celular "para hacerle burla".
Otro hecho curioso: Carmen Pacheco y Edgar Torres, que impulsaron la planilla de Círigo, dieron conferencia de prensa para denunciar las anomalías cometidas en Gustavo A. Madero por Luis Felipe Moo y Aurelio Pérez Luis, pero los acompañaron "solidariamente" Gilberto Ensástiga, Clara Brugada, Bernardino Ramos y Ricardo Chávez, quienes promovieron a la planilla Guerrero-Saucedo.
Por la tarde, Agustín Guerrero llamó a conferencia de prensa para asegurar que, según actas oficiales de 14 de las 16 delegaciones, lleva 22 mil 584 votos, contra 15 mil 806 de Círigo. De las dos restantes, Gustavo A. Madero e Iztapalapa, confió en que ganará la primera y perderá la segunda, pero aun sumando esos votos, aventajarían por 589 sufragios a sus rivales.
Guerrero afirmó que no fue eficaz la alianza con los rosaristas, pues el acuerdo cupular no se tradujo en votos, ya que en el DF se votó a favor de Círigo y Villavicencio, y no por él, lo que hizo que se perdieran muchos sufragios y se quedaran lejos de la meta previa a los comicios, en los que decía que superaría a los de la fórmula uno por dos votos a uno.