Será una forma de protesta por la falta de espacios para el arte en la urbe
Veinte poetas y 20 artistas plásticos ocuparán miles de muros del DF
El Faro de Oriente es el eje del proyecto y allí realizarán carteles para motivar a las personas
El Gritón, Gabriel Macotela y José Angel Leyva, promotores y participantes
RENATO RAVELO
El proyecto es simple y apabullante: 20 poetas y 20 artistas plásticos, multiplicados, entusiasmados mutuamente con la idea de ocupar cerca de 5 mil muros de la ciudad de México, como una forma de protesta por la falta de espacios para el arte en la urbe, como una manera de sensibilizar a la gente mediante carteles, mismos que en la medida de lo posible se realizarán en el Faro de Oriente.
De hecho, este centro cultural es el punto de fuga por el que se proyecta el plan que desde hace años tienen El Gritón y Gabriel Macotela, con la presencia de José Angel Leyva en promoción cultural del Instituto de Cultura capitalino, así como el impulso entusiasta de Benjamín González, al frente del centro cultural que todos los días ''atiende cerca de 500 chavos, quienes han demostrado que se puede hacer una escuela de oficios y de ella artistas de verdad".
Inaccesibilidad en la urbe
La cita es en las nuevas oficinas del Instituto de Cultura, de ahí saldrá una camioneta que por fin permitirá conocer el centro cultural del que hablan bien lo mismo Jesusa Rodríguez que la artista plástica Mónica Meyer. Una avería en el micro hace temer que por enésima ocasión quede postergada la visita al sitio que lleva año y medio de funcionamiento. Sin embargo, se llega a la cita con siete artistas plásticos y unos 15 poetas.
El Gritón expone el proyecto: ''Ante la falta de oportunidades, desde hace un par de años tenemos el plan de elaborar unos carteles. Para un artista plástico los sitios de exposición en la ciudad de México son inaccesibles, por eso pensamos que se puede llevar a la gente nuestra propuesta plástica, a que la vea en los muros, como puede ver el anuncio de la sonora ponceña, pero sin una intencionalidad, sin venderle nada''.
La experiencia que de alguna manera precede es el trabajo de Macotela en el Faro con los muchachos de la comunidad, quienes en este momento tienen una exposición en La Emeralda, sometidos a la mirada académica.
La lista de los poetas participantes en el proyecto es la siguiente: Hugo Gutiérrez Vega, José Vicente Anaya, Eduardo Hurtado, José Angel Leyva, Gaspar Aguilera, Evodio Escalante, Ricardo Yáñez, Aura María Vidales, Enzia Verduchi, Leticia Luna, Claudia Posadas, Jorge Fernández Granados, Silvia Pratt, Thelma Nava, Margarita León, Oscar Wong, Andrés Ramírez, Eduardo Vázquez, Saúl Ibargoyen, Verónica Volkow.
Por los artistas plásticos están El Gritón, Marcos Límenes, Víctor Lerman, Mónica Meyer, Gabriel Macotela, Mario Rangel, Boris Viskin, Francisco Castro Leñero, Irma Palacios y Octavio Moctezuma, entre otros.
Es la primera reunión, pero la idea prende enseguida. El punto de inspiración sería el propio concepto del Faro, que semeja una barca que navega sobre el suelo del lago seco, que ha logrado impactar culturalmente la zona más alejada del Distrito Federal.
En dos semanas se entregarán los primeros trazos, tanto los poéticos como las propuestas de los artistas plásticos. Algunos podrían realizarse en el taller de serigrafía del propio espacio cultural.
Juego entre palabra e imagen
Para abril o para mayo, estiman artistas y poetas, podrían estar los primeros murales con el tema del Faro, ya que se juntarán los carteles de tamaño estándar para hacer un juego de orden entre palabra e imagen. Las múltiples posibilidades de combinaciones darían otra obra de arte.
Para los poetas, los retos son múltiples: desde ceñirse a pocas palabras para que el paseante común las capte, hasta enfrentar la desventaja visual con la imagen.
De hecho, muchas de las cosas posibles están en estudio, como podría ser el patrocinio de algunos de los carteles por empresas como Pascual, que se ha caracterizado por apoyar proyectos culturales. Asimismo, está pendiente si se elaborarán a varias tintas o bien los artistas plásticos asumirán el reto del blanco y negro.
Para Benjamín González, tres son los principales aportes del Faro, tanto a la comunidad como a la promoción cultural: ''Se trata de un nuevo modelo pedagógico de las artes y oficios, como lo demuestra la exhibición en La Esmeralda y que después se extenderá al Museo del Chopo. El taller no da aficionados sino artistas de verdad''.
En segundo término, explica González, ''se trata de un proyecto urbano que vino a darle otra centralidad a la zona'' y finalmente ''aquí se ha demostrado que es falsa la lógica según la cual quien tiene cierto nivel educativo puede gozar de la cultura''.