Destinará 94 mil 900 millones de pesos a ampliar las reservas probadas y probables
Impulsa Pemex la inversión en exploración y producción
El desarrollo de la empresa requiere abrirla a la participación privada, afirma Muñoz Leos
VICTOR CARDOSO
Petróleos Mexicanos (Pemex) comenzó el ejercicio de su presupuesto de inversión, que este año asciende a 135 mil 100 millones de pesos, lo que representa casi el doble del promedio anual del último lustro, anunció el director de la paraestatal, Raúl Muñoz Leos.
Sin embargo, con base en información dada a conocer a los industriales de la construcción, casi 80 por ciento de esos recursos serán destinados al pago de Pidiregas (Programas de Inversión de Impacto Diferido en el Gasto Público), mientras con recursos propios se financiarán obras por 29.4 mil millones de pesos, en cuya construcción se promoverá la participación de empresas nacionales.
De acuerdo con el Programa de inversiones 2002 de Pemex, presentado ayer en la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (CNIC), el presupuesto autorizado por el Congreso de la Unión a la paraestatal para inversión se divide en dos grandes rubros: el pago de Pidiregas por 105 mil 700 millones de pesos y la aplicación de recursos propios de la empresa por 29 mil 400 millones.
Obras nuevas vía Pidiregas
Sólo en el área de Pemex Exploración y Producción (PEP), a la que se le pretende dar mayor impulso para ampliar las reservas probadas y probables mediante un presupuesto de inversión total por 94 mil 900 millones de pesos, se han previsto realizar este año 24 obras nuevas bajo el esquema de Pidiregas, mismos que suman una inversión total por 20 mil 616 millones de pesos (77.5 por ciento del segmento de obras nuevas se iniciará mediante ese mecanismo financiero), mientras a obras nuevas financiadas con recursos del organismo se destinarán 2 mil 428 millones; 2 mil 60 millones para proyectos de infraestructura y mil 468 millones para proyectos de explotación.
La suma total del presupuesto de inversión de Pemex se divide, más específicamente, en el pago de obras en ejecución por 61 mil 300 millones de pesos; las cuales concluirán este año y por las cuales la paraestatal deberá liquidar 21 mil 400 millones de pesos, el inicio de nuevos proyectos por 23 mil millones y la aportación de recursos propios por 29 mil 400 millones.
La mayor parte del presupuesto de inversión asignado corresponderá al área de PEP, con 94 mil 900 millones de pesos (70 por ciento del total); a Pemex Refinación (PR) se le asignó 23 por ciento, equivalente a 30 mil 800 millones; en Pemex Gas y Petroquímica Básica (PGPB) se destinarán 5 mil 900 millones y Pemex Petroquímica 2 mil 200 millones, mientras el corporativo Pemex sólo contará con mil millones de pesos en ese renglón.
Respecto al gasto de inversión, Muñoz Leos comentó que la exigencia para que el Congreso aumentara el presupuesto de ese tipo a la paraestatal se derivó de un diagnóstico "muy pesimista, aunque realista", donde se hacía explícita la situación de que el nivel y la composición de las reservas, así como la producción de hidrocarburos, "se estaban deteriorando año con año de manera significativa".
Sin embargo, el director de Pemex dijo que la estrategia de desarrollo de la empresa "no puede descansar exclusivamente en una amplia autorización presupuestaria", e insistió en la necesidad de abrirse a la participación privada. "Si mantenemos el régimen fiscal vigente, muchos de nuestros proyectos simplemente no son rentables y, por tanto, no podemos financiarlos, no porque sean productivamente inviables, sino porque el sistema impositivo actual los hace financieramente inconvenientes", indicó.
Pero no sólo eso, al explicar los proyectos de inversión de Pemex, el director corporativo de Ingeniería y Desarrollo de Proyectos, Andrés Moreno Fernández, reveló lo complicado de la forma de efectuar las obras requeridas por la empresa.
Entre otros problemas mencionó el retraso en programas de inversión, calidad deficiente, costos por encima de los previstos, tiempos de ejecución incumplidos, excesiva normatividad y rigidez en su aplicación, incongruencia entre los tiempos que requieren los proyectos y los de su ejecución, la práctica de ingeniería en proyectos llave en mano, que restringe la participación nacional, inicio de procesos de licitación y ejecución de proyectos sin ingeniería totalmente definida.
Añadió que en las licitaciones y contrataciones Pemex aplica políticas de megaproyectos que reducen la participación de empresas nacionales y concentran riesgos; consorcios extranjeros subcontratan a firmas nacionales en condiciones desfavorables; se emiten licitaciones en dos pasos que otorgan mayor peso al costo en demérito de la calidad y tiempo de ejecución; se registran ofertas ganadoras que fracasan; se emiten bases de licitación que propician la participación de concursantes no calificados, provocan un alto índice de inconformidades (aunque en ocasiones improcedentes); una calidad inadecuada en los suministros e inconsistencias entre los programas de ministración de recursos y ejecución de las obras.