Propone que se profundice el estudio de los factores políticos, legales y logísticos
El voto de mexicanos en el extranjero no ha sido suficientemente discutido: Woldenberg
ANDREA BECERRIL0
El voto de los mexicanos en el extranjero es técnicamente viable, pero requiere salvar un número muy importante de obstáculos, además de atender simultáneamente aspectos políticos, legales, logísticos y presupuestales, advirtió a senadores el presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), José Woldenberg.
Sostuvo que el tema no ha sido precedido de una discusión conceptual suficiente y no se ha definido, por ejemplo, si la posibilidad de votar fuera del país lo genera la nacionalidad o la residencia, ni en qué modalidades, combinaciones o con qué restricciones se puede ejercer ese derecho. Tampoco el asunto presupuestal, que de acuerdo con un estudio de expertos tendría un costo de hasta 356 millones de dólares.
Al participar en un panel sobre el tema, organizado por la Comisión de Asuntos Fronterizos del Senado, Woldenberg hizo notar a los legisladores que la importancia de esta materia obliga a que todas las definiciones y acciones se enmarquen en una valoración integral que asegure articulación y congruencia con el resto de las leyes electorales y, sobre todo, "que asegure la confianza ganada en nuestro sistema electoral".
En el acto, en el que también participaron representantes de 27 organizaciones de mexicanos residentes en Estados Unidos y el titular de la Oficina de la Presidencia para Atención a Migrantes, Juan Hernández, el titular del IFE dijo que ese instituto en ningún momento ha pretendido discutir la deseabilidad del voto en el extranjero. "No lo hizo mientras se integró la comisión de especialistas, ni cuando este equipo entregó las conclusiones de su trabajo y no lo hará en el futuro. Esa ha sido y es una tarea de los legisladores".
Transparencia y confianza, lo más valioso
En cambio, resaltó, "el IFE está obligado a señalar las condiciones de protección a la confianza electoral y a llamar la atención sobre la necesidad de realizar un análisis complejo del proyecto de voto en el extranjero", toda vez que "la transparencia y la confianza en las elecciones es el capital político más valioso que nuestro país ha logrado construir en el tránsito democrático de las últimas décadas del siglo XX" y preservarlo y consolidarlo "es una misión común e irrenunciable".
Woldenberg se refirió al amplio estudio que elaboró la comisión de especialistas convocada por el IFE en abril de 1998, y cuyas conclusiones determinaron que 98.7 por ciento de la población mexicana que reside fuera del territorio nacional está en Estados Unidos. Hasta 2000, los mexicanos mayores de edad radicados fuera alcanzaban 9.9 millones de personas y representaban 14 por ciento de la población en edad de votar.
De éstos, 9.8 millones residían en Estados Unidos, además de 2.7 millones de indocumentados, la mayoría distribuidos en cinco estados, principalmente en California. Ello significa, explicó, que si la organización de la elección en Estados Unidos se ejecutara con los mismos procedimientos que en México, el IFE debería colocar 9 mil 141 casillas. Además, tendría que vigilar el curso de la votación y el comportamiento de los funcionarios de casillas.
Entre otros aspectos requeridos para hacer técnicamente viable el voto en el extranjero están: levantar un registro de mexicanos en el país en que residan -en el caso de que se decida que sea con registro, padrón y con credencial expedida en el extranjero -; otra opción es que el ciudadano lleve consigo desde México una credencial para votar con fotografía.
El titular del IFE formuló muchas otras interrogantes: "en caso de que se optara por la modalidad del voto mediante la instalación de casillas, Ƒquiénes se harán cargo de las casillas instaladas?; Ƒoptaríamos por un procedimiento distinto al que realizamos en México?; Ƒcómo hacer viable y funcional la penalización de los delitos electorales; Ƒcómo sancionar faltas que se cometan fuera del territorio nacional?"
Consideró que lo adecuado es atender la experiencia del IFE en materia de organización de elecciones. Agregó que es deseable y hasta exigible que un proyecto que haga viable el voto de los mexicanos en el extranjero tenga las mismas características del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), "que es una ley exhaustiva y pormenorizada, capaz de alcanzar y modular prácticamente todos los aspectos de la competencia y la organización electoral".