María Dolores París Pombo presentó Oligarquía, tradición y ruptura en ese estado
Gracias al zapatismo avanzó la oposición en Chiapas
JAVIER MOLINA
San Cristobal de Las Casas, Chis., 17 de marzo. La rebelión zapatista sacó a la luz que el equilibrio del poder político era muy precario; permitió además la manifestación abierta de los movimientos populares. A partir de ese momento el fraude electoral ya no podía ser tan evidente y además se desgarraron las redes clientelares. Eso explica el repentino avance de la oposición política.
Es lo que sostiene la doctora María Dolores París Pombo, autora del libro Oligarquía, tradición y ruptura en el centro de Chiapas (UAM-Xochimilco y La Jornada Ediciones), que se presentó en esta ciudad y en Tuxtla Gutiérrez invitada por el Centro Cultural de Chiapas Jaime Sabines.
''La hipótesis principal del libro -explica- es que a lo largo del siglo XX la elite política ha mantenido el poder gracias a la construcción de una identidad excluyente. Con estos términos me refiero a un discurso político y a prácticas de discriminación hacia las clases populares, sectores que provienen de otras partes de la República, hacia las mujeres y hacia los pueblos indios".
-ƑQué es lo que sucede desde la Revolución Mexicana y hasta el final del siglo XX que permite la continuidad en los grupos de poder?
-Se habla de una cultura política entre la elite gobernante, de los lazos de parentesco que cohesionan a los políticos en todo el estado y a lo largo del tiempo. Esto es: son las mismas familias las que ocupaban los puestos más importantes y que también eran dueñas del poder económico. Por eso se habla de una oligarquía.
''A partir del período cardenista hay vínculos importantes entre los políticos del centro del país y los que gobiernan Chiapas. Aquí los gobernantes adoptan el discurso del nacionalismo revolucionario, igual que en el centro, pero las formas de gobernar son muy distintas; aquí también es más frecuente la represión violenta de los movimientos sociales, siguen siendo fuertes los cacicazgos locales y todo el equilibrio del poder descansó, durante muchos años en los vínculos clientelares, esto es, los grupos sociales daban su voto al PRI a cambio de algunas ventajas económicas.''
-Usted habla de una continuidad, pero también de una ruptura.
-La palabra ruptura es importante en el título del libro. Parece como si existiera una continuidad y una ausencia de cambio en Chiapas: lo cierto es que a lo largo de todo el siglo XX hay varias rupturas provocadas por rebeliones campesinas y movimientos contra los cacicazgos, pero la clase política parece recomponerse o salir airosa de los conflictos, hasta el punto que todavía en 1991 el PRI sigue ganando con más de 80 por ciento de los votos. A diferencia de otras partes de la República, aquí la oposición no avanza, tampoco cambian las relaciones entre mestizos y pueblos indios, o por lo menos cada vez que se vislumbra un cambio termina imponiéndose la voluntad de las viejas élites de poder con el recurso de la violencia.