Votó por la mañana en Copilco y se trasladó a sus oficinas
López Obrador declinó opinar sobre los comicios internos del sol azteca
LAURA GOMEZ
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, se mantuvo al margen del proceso electoral interno del PRD, al igual que sus colaboradores, quienes ocuparon su tiempo libre para sufragar en la casilla correspondiente.
Asimismo, López Obrador volvió a rechazar que la falta de agua en algunas delegaciones tenga tintes políticos.
Ayer, el subsecretario de Gobierno, Alejandro Encinas, giró instrucciones a todos los funcionarios para cumplir con sus labores de tipo institucional y puso en marcha un monitoreo para evitar injerencia alguna en el proceso perredista, el que por otra parte no requirió de un operativo especial de vigilancia, ya que se mantuvo el número normal de elementos (de 6 mil a 8 mil) para resguardar la ciudad.
Como militante del PRD, Encinas confió en que los comicios internos serán limpios e impecables, y los problemas que pudieran presentarse serían de carácter técnico por el tamaño tan grande de la elección, pues se elegirán ocho cargos diferentes, pero de ninguna manera podrá hablarse de fraude y menos de violencia.
Por ello, al igual que sucedió con las elecciones internas del PRI, se desechó la puesta en marcha de un operativo especial para salvaguardar el orden en la ciudad, y se otorgaron las garantías para que el proceso del PRD se realizara conforme a sus reglas internas.
En su conferencia de prensa matutina, López Obrador aclaró que no mezclaría sus funciones como militante perredista y gobernante de la ciudad, ''pues son cosas distintas y me molesta mucho cuando se confunden, ya que nosotros nos enfrentamos como oposición a esa visión, a esa forma de ser de no distinguir las cosas''.
Ante la insistencia de los reporteros reiteró: ''No voy a hablar del partido, soy jefe de Gobierno y no me voy a meter en este asunto, no estoy interviniendo; se trata de un asunto partidista y no voy a hablar de temas relacionados a los comicios''.
López Obrador votó por la mañana, aprovechando su hora de desayuno, en una casilla ubicada en Copilco. Posteriormente retornó a sus oficinas.
Por otra parte, la elección interna del PRD transcurrió en la capital del país sin más incidentes que los relacionados con la mala organización del proceso, lo que provocó confusión y molestias entre militantes y funcionario de casilla. Al cierre de la jornada las principales irregularidades reportadas en las mil 200 casillas fueron el retraso en la apertura, cambios de domicilio, falta de papelería y fallas en el padrón.
Poca fue la afluencia de votantes y menor la pasión partidista, que se vio desplazada por los festejos del Día del Compadre. Y ni siquiera en las zonas de mayor presencia del PRD, como Iztapalapa y Gustavo A. Madero, hubo calor electoral en torno a los candidatos.
Incluso hubo delegaciones como Benito Juárez y Miguel Hidalgo, gobernadas por el PAN, en las que fueron escasas las casillas y los votantes. En la mayoría de las mesas receptoras la votación comenzó hasta con una hora de retraso, ante la desesperación de algunos militantes quienes también enfrentaron problemas a la hora de localizar los domicilios donde debían sufragar, pues faltaron señalamientos.
En general fue poca la atención que despertó el proceso del PRD en la ciudad, ante los conflictos suscitados en otros estados. Y así lo expresaban los mismos representantes de este partido, que estaban más atentos a lo que ocurría en Oaxaca y Chiapas.