Emeterio Pantaleón fue estratega clave de Emiliano Zapata
Murió el último de los generales del Ejército Libertador del Sur
Combatió lo mismo contra Carranza que contra Salinas
DE LA REDACCION
Anenecuilco está de luto, y los zapatistas de ahora y de siempre lloran en silencio: el pasado 5 de marzo falleció, a los 105 años de edad, Emeterio Pantaleón, el último de los coroneles que quedaba del Ejército Libertador del Sur; estratega clave de Emiliano Zapata, quien lo hizo coronel a los 18 años, y combatiente lo mismo de Venustiano Carranza que de Carlos Salinas de Gortari, contra quien encabezó marchas en la ciudad de México para protestar por la reforma al artículo 27 constitucional y en apoyo al EZLN.
Originario de Olinalá, Guerrero, Emeterio relató en su última entrevista para la película Los últimos zapatistas, héroes olvidados, su ingreso a las filas de Zapata: "de voluntad mía no fui. Yo fui forzado. A mí me robó Zapata, en un punto que se llama La Lluvia. Ahí estábamos dándole agua al ganado y mi hermano y yo bañándonos. Estábamos jugando, salpicándonos agua en la cara cuando llegó Zapata. Eso quiero -dijo-, hombres que sean de pleito, yo necesito esa gente.
"Miren muchachos -recordaba Emeterio que decía el caudillo del sur-, nosotros estamos tratando de recuperar lo que el gobierno y los hacendados nos han quitado. Si lo logramos, esto no va a ser para nosotros, esto será para los que vienen. Nosotros vamos a morir, y yo los invito a que se unan a esta causa justa... Así que como queriendo y no queriendo tuvimos que unirnos a la Revolución."
Y desde entonces hasta antes de su muerte, Emeterio no dejó de combatir. En 1912 se sumó a la lucha zapatista, primero bajo las órdenes del general Francisco Mendoza Palma y después dependiendo del general Otilio Montaño. A los 18 años se convirtió en el coronel más joven del Ejército Libertador del Sur. Sus dotes de estratega lo llevaron a salir victorioso en 53 de las 55 batallas que tuvo a su mando. Se le recuerda por su papel en el invierno de 1916, cuando las tropas zapatistas recapturaron Jojutla y 30 comunidades más de las manos del general carrancista Pablo González. En Tochimilco, Puebla, fue herido de gravedad y casi pierde la vida. A partir de ese momento se separó del campo de batalla.
En la década de los 30, Emeterio se avecindó en Anenecuilco, pueblo natal de Emiliano Zapata. Ahí recibió una dotación ejidal y comenzó a trabajar la tierra. Tres décadas después volvería a las andadas en defensa de la libertad y de la tierra: en los 60 comenzó a trabajar con los movimientos de resistencia civil campesinos.
Cuando irrumpió el movimiento zapatista en Chiapas, en 1994, Emeterio expresó su admiración y encabezó marchas en su apoyo. El 5 de marzo de 2001, en el marco de la marcha zapatista hacia la ciudad de México, Emeterio le pidió a la comandancia del EZLN que utilice "las armas de la inteligencia y la legalidad" para dialogar con el gobierno federal, "pues éste tiene la obligación de cuidar a la nación y no pelear con la gente que forma parte de ella" (La Jornada, 6 de marzo de 2001).
"Tienen que llevar el arma en la mente, por que si no, los matan. Eso les recomiendo. Los avala la Constitución. Hay que pedirle al gobierno que no sea ingrato y ayude a la gente buena", abundó en aquella ocasión.
Reconocido como una de las fuentes orales vivas más importantes del movimiento revolucionario en México, Emeterio participó en diversos documentales y películas, la mayoría realizados por creadores extranjeros, quienes reconstruían la historia del zapatismo.
La semblanza más completa sobre su vida y sus ideales fueron plasmados en la película Los últimos zapatistas, héroes olvidados, de Francesco Taboada Taboane, misma que se estrenará el próximo 16 de abril en la Cineteca Nacional, después de haber sido exhibida en salas cinematográficas de Francia, Canadá y Estados Unidos.
En este documental, Emeterio denunció así la nueva opresión política y económica que viven los campesinos mexicanos:
"Quedó sin garantías el precio del maíz. El gobierno sabe que el maíz es la base de nuestra cultura, y quitándolo, pues nos quitan a nosotros. Nos desaparecen como campesinos y pasamos a ser obreros de sus fábricas. Nos quitan la libertad."
En el pasaje final del filme califica la tierra como "la expresión más sublime de amor que el hombre puede tener con el planeta, pues es la tierra la que nos da de comer. Es patrimonio del hombre. No le debemos poner precio, porque es como si nos pusiéramos un precio a nosotros mismos".
También participó en el video El pasado zapatista, producido y dirigido por Susan Lloyd, de la Universidad de California. Ahí es la principal voz en off y canta su corrido:
"Soy un indio mexicano
Soy un criollo de este país
Soy el dueño de la riqueza
Porque planto el maíz.
"Es verdad que soy pobre
aunque visto en algodón
y mi ocupación es la de un labrador
šViva Zapata!".