Continuismo o renovación, la disyuntiva

Hoy eligen los consejeros panistas a quien será su nuevo dirigente nacional

GEORGINA SALDIERNA Y MIREYA CUELLAR

Con la asistencia del presidente Vicente Fox Quesada, el Consejo Nacional del PAN elegirá este sábado a su decimoctavo "jefe nacional" de entre el candidato releccionista Luis Felipe Bravo Mena y el senador con licencia Carlos Medina Plascencia.

En calidad de consejero por el estado de Guanajuato, Fox Quesada decidirá, junto con otros 276 miembros del consejo, cuál será el rumbo del albiazul: continuismo o renovación.

Por medio de votación directa y secreta, los consejeros elegirán a su presidente nacional, luego de escuchar las propuestas de los dos aspirantes y de que un simpatizante de cada uno de ellos haga una breve presentación.

De acuerdo con el orden del día, la sesión iniciará con un informe de la comisión de financiamiento público y el análisis de la cuenta general de la administración del partido, para enseguida entrar a la elección. Una vez resuelta la contienda, el nuevo líder panista rendirá protesta y el consejo entrará en receso para volver a reunirse el domingo, con el propósito de integrar al nuevo Comité Ejecutivo Nacional.

Si bien el encuentro del órgano de dirección del PAN está previsto a puerta cerrada, existe la posibilidad de que se transmita a los representantes de los medios de comunicación, si así lo deciden los consejeros, a propuesta de los candidatos.

El PAN llega a la elección de su presidente en medio de una caída en sus preferencias electorales, que lo han colocado en cuarto lugar en algunas regiones del país y sin haber definido con claridad su relación con el jefe del Ejecutivo federal.

Con este proceso concluye una campaña de bajo perfil, en la que prevalecieron las reuniones privadas con los consejeros, más que los eventos multitudinarios, considerados innecesarios en un partido en el que la designación del presidente recae en un grupo de 277 militantes distinguidos. La etapa de proselitismo se prolongó 45 días y no estuvo exenta de críticas y señalamientos entre los candidatos.

Sin diferencias programáticas de fondo, el debate entre los aspirantes se centró en dos temas: la relación del PAN con el Presidente de la República y los descalabros electorales.

Carlos Medina Plascencia propuso como solución a las dos problemáticas "una gestión compartida" con el Ejecutivo, mientras que Luis Felipe Bravo Mena planteó su ya conocida "vinculación democrática".