Regresan a las pasarelas las modelos con curvas
Fin a la delgadez extrema en la moda; ahora la tendencia es la amplitud
DPA
milan, 6 de marzo. Ya nadie deberá ayunar para estar a la moda. La dictadura de la delgadez extrema se terminó. Lo que ya se anunció como tendencia para la próxima primavera se vio también en las colecciones para el otoño y el invierno 2002/2003.
La silueta se amplía sin vuelta atrás, aun cuando aquí y allá todavía se ven algunos diseños para mujeres sin curvas. Con esta buena noticia para muchas, concluyeron la noche del martes los desfiles de moda femenina en Milán.
La nueva amplitud comienza en las faldas, que caen más allá de la rodilla. Continúa en los abrigos, las blusas y los tops, que se usan cada vez más holgados. Que sean estas prendas las que desbancan a los jerseys y pullóveres en una colección de invierno sorprende, pero subraya la tendencia al glamur que muchos diseñadores propagaron en Milán.
En medio de la recesión y el trauma por los atentados del 11 de septiembre, la seda, el chifón, las pieles, el cuero y los tacones de punta con alturas considerables parecen indicar cierta resistencia a dejarse vencer.
Sexy, palabra clave
Una de las palabras claves de estos desfiles fue "sexy". No extraña así que aparecieran de nuevo las modelos glamorosas. Naomi Campbell, Amber Vallettta, Eva Herzigova e incluso Cindy Crawford celebraron su regreso en la ciudad italiana.
El último show fue de Donatella Versace. La milanesa domó sus colores potentes, limitándolos muchas veces a cuellos o capuchas, que combinó con abrigos, chaquetas o trajes en blanco y negro. Con nueva seguridad en sí misma -ahora sus iniciales DV aparecen como logo- la diseñadora también renunció a veces por completo a la estridencia dando incluso una impresión clásica.
Los estampados figuran entre los elementos obligados de Versace. En la próxima temporada, son inspirados en el pop, con juegos explosivos de formas compuestos por flores, estrellas y gotas. Aparecen abundantemente sobre la ropa o escondidos en los tacones, como forro 
de los abrigos de piel o como brillantes aplicaciones.
Los contrastes aparecen el próximo invierno como hace tiempo no lo hacían. Todos los materiales parecen relacionados entre ellos. Prada combina el nylon con la piel, Roberto Cavalli propone anoraks de satén y Dolce & Gabanna añadieron bufandas rústicas a los vestidos de noche.
Voyage se presentó en la jornada final por primera vez en la Milano Moda Donna. La casa con sede en Londres logró ganarse un prestigio importante porque vende sólo a las poseedoras de una tarjeta de cliente.
Formas provocadoras se agregan en la nueva colección a una considerable porción de impertinencia. Abrigos de piel bordados en perlas encarnan el extremo del lujo. Cueros y puntillas se mezclan sin escrúpulos. Estrechos pantalones de jean a veces son presentados al estilo Viejo Oeste, otras veces fragmentados con cuadros escoceses. Las minifaldas se combinan con botas hasta la rodilla.
El contrapunto al glamur lo ofrecieron el folclor y la nostalgia. Dolce & Gabanna apostaron mucho por lo rústico en su colección. Giorgio Armani recordó al pionero de la aviación Charles Lindbergh, pero también a cuentos de Las mil y una noches, mientras que Anna Molinari rememoró a las zarinas rusas.
También Iceberg incluyó el martes elementos folclóricos en su colección y mostró motivos en lana en estilo étnico para abrigos, pantalones, vestidos-poncho o faldas.
