Mañana estrenan su obra La moneda
de oro
Freud y Jung son llevados al diván por Ignacio
Solares
''¿Ciencia o religión y magia?, dilema
del siglo XXI''
CARLOS PAUL
Los sicoanalistas Sigmund Freud y Carl Gustav Jung son
llevados al diván, expuestos y enfrentados en la obra La moneda
de oro, de Ignacio Solares, dirigida por Antonio Crestani, que se estrena
este viernes en el teatro Wilberto Cantón.
En primera instancia, comenta el dramaturgo, la intención
es hacer de esos dos símbolos dos personajes vivos; luego viene
la cuestión que ''marcará de cierta manera el rumbo de este
siglo: Freud o Jung, la racionalidad o la irracionalidad, la ciencia o
la magia y la religión.
''Esa es la propuesta que flota en el ambiente de la obra
?señala Solares? en la que el personaje femenino es fundamental,
pues a través de ella se plantea tal cuestión.''
Creo que la clave para entender a Freud, explica el dramaturgo,
es que hay muchos Freud, el del complejo de Edipo, el del instinto de muerte
y el que se acerca al tema de la parasicología.
''Al final de su vida él se interesó mucho
por esto último y pareció darle la razón a Jung, pues
en uno de sus últimos libros, Nuevas aportaciones al sicoanálisis,
reconoce por fin casos específicos en los cuales comprobó
la telepatía y habla en especial de uno en el cual una mujer mediante
una moneda de oro llega a desarrollar una relación telepática
con su hijo.
''Ese caso mencionado por Freud'', continúa Solares,
''lo empalmó con otro que refiere Jung sobre una rica mujer veneciana
con facultades paranormales.
''¿Podría ser la misma mujer? ¿Podrían
ambos haberla atendido? Son las preguntas que se hacen en la obra y el
reto, pues tengo la teoría de que el teatro y la literatura llenan
los huecos que deja la historia, con la imaginación. Considero que
las interrogantes son válidas, pues no existe nada que lo compruebe,
pero tampoco que lo niegue."
El humor, sistema terapéutico
Con actuaciones de Mónica Serna, Miguel Solórzano
y Jorge Avalos, en La moneda de oro Clara ?paciente de ambos especialistas?
ofrece una conferencia y cuenta que gracias a Freud llegó a Jung.
Anécdota que sirve para enfrentar las dos corrientes del sicoanálisis
y mostrar a dos seres humanos ?a sus fantasmas? lejos de la seriedad científica
e histórica, con sus carencias, sentimientos, defectos y virtudes.
''Es un teatro de ideas ?destaca Crestani? en el que se
habla sobre las coincidencias con un humor muy ácido y en el que
se apuesta por el trabajo actoral. Es un texto que arriesga mucho en cuanto
a su estructura. El tránsito de los tonos va desde el realismo más
puro hasta la farsa más delirante. Esta obra es un juego de espejos,
especie de caja china de la que se sacan distintas realidades y en el que
la duda siempre está presente."
Como actriz, expresa Mónica Serna, encuentro en
la obra esos deseos y angustias que se plantea la mujer de este siglo.
''No existe la cuarta pared para el personaje de Clara. Habla de manera
directa con el público y formula una serie de preguntas" sobre la
condición humana.
''Los seres humanos ?retoma Solares? somos más
que cualquier esquema interpretativo, más que el marxismo, que el
freudismo o el junguismo. Por eso en la obra se subraya el humor, pues
creo que las herramientas utilizadas se les revierten, en tanto que se
vuelven ortodoxos, fanáticos de su sistema, inflexibles. Creen que
tienen la razón. Sin embargo, el peor error de un ser humano es
estar seguro de tener la razón.
''Por encima de todo sistema, como dramaturgo prefiero
la duda. Eso salva al ser humano. Y si de sistemas terapéuticos
se trata, el que más prefiero es el del humor."
El espectador decide
La obra ''posee gran cantidad de datos reales sobre Freud
y Jung, que cualquiera pudiera pensar son inventados", apunta Crestani.
''Todo lo que se dice en la obra de ambos es cierto", agrega Solares. ''Como
los momentos en que se trataban de sicoanalizar uno al otro y cada vez
que hablaban de ciertos temas, Freud se le desmayaba en los brazos a Jung.
''Muestra a un Freud que acepta lo paranormal, a un Freud
creado por la mente de Jung, que a su vez es creado por la mente de Clara,
en su conferencia. Así, el espectador decide qué corresponde
a quién".
(La moneda de oro, de Ignacio Solares, con escenografía
e iluminación de Arturo Nava, se estrena mañana a las 20:30
horas en el Wilberto Cantón, ubicado en José María
Velasco 59, colonia San José Insurgentes.)