Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 7 de marzo de 2002
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Política

Más de 200 mil toneladas del dulce podrían quedar en bodegas

Zozobra entre productores de azúcar; anuncian movilizaciones

Protestan organizaciones cañeras por la suspensión del impuesto a refrescos endulzados con alta fructosa de maíz

MATILDE PEREZ U. Y DAVID ZUÑIGA

Ante la zozobra que prevalecerá durante los próximos seis meses en el mercado interno del azúcar por la decisión presidencial de suspender la aplicación del impuesto de 20 por ciento a los refrescos endulzados con alta fructosa de maíz, las uniones Democrática de Cañeros y Nacional de Productores de Caña de Azúcar de la Confederación Nacional Campesina advirtieron que iniciarán movilizaciones en los 15 estados productores de la gramínea y viajarán a la ciudad de México.

Comentaron que la determinación presidencial podría provocar que las 200 mil toneladas de azúcar que habían estimado se consumirían durante el primer semestre del año se quedaran en las bodegas. No hay certidumbre en el mercado por la suspensión temporal del Impuesto Especial sobre la Producción y Servicios (IEPS).

La Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera (CNIAA) señaló que el gobierno decidió ''sacrificar'' a cañeros e ingenios para cumplir las demandas de los productores de maíz de Estados Unidos y de tres empresas trasnacionales de ''gran peso específico''.

Los cañeros puntualizaron que, a petición del gobierno federal, en febrero se llevaron a cabo varias reuniones entre industriales, autoridades, productores y legisladores en busca de un acuerdo político para suspender 90 días la aplicación del IEPS a los refrescos que utilizaran alta fructosa. Ello como un mensaje de entendimiento con Estados Unidos y para evitar más tensiones.

Carlos Blackaller Ayala, presidente de la Unión Nacional de Cañeros de la Confederación Nacional de Productores Rurales, comentó que en las reuniones se había propuesto que las exenciones fueran de 90 días y no de 180, como lo impuso el presidente Fox. En la cartera de acuerdos pendientes está la compra por Estados Unidos de los excedentes azucareros.

''Seguimos esperando que se exporten 150 mil toneladas adicionales a las 148 mil ya autorizadas por Estados Unidos'', dijo. Al inicio de este año, luego de la decisión del Congreso de la Unión de imponer el IEPS a los refrescos elaborados con fructosa, Blackaller comentó: ''El impuesto es una oportunidad para reorganizar al sector azucarero''.

Arturo Hervis, diputado y dirigente de la Unión Democrática de Cañeros, expuso que ante la actitud ''irresponsable del presidente Fox, que cede a las presiones de los grandes industriales estadunidenses, habrá que responder con grandes movilizaciones de protesta, además de la controversia constitucional que la fracción parlamentaria del PRD ya acordó entregar a la Suprema Corte'', Hay mucho malestar en el campo cañero porque la decisión empujará a la baja los precios del azúcar, que apenas estaban repuntando; si el dulce excedente se vende en el mercado interno, las pérdidas serán de 40 por ciento sobre los costos de producción; es previsible el quebranto de los productores y de la agroindustria. Hay un millón 500 mil toneladas de azúcar excedente, volumen al que se sumará el de la zafra 2001-2002, cuya producción se calcula en 4.8 millones de toneladas.

Este asunto es de seguridad nacional por el riesgo de levantamientos masivos ante el derrumbe de esa agroindustria, y así debe entenderlo el presidente Fox, ya que de la agroindustria dependen directamente 3 millones de familias. ''Cañeros y legisladores exigimos a Fox que respete las decisiones del Congreso'', abundó Hervis.

El impuesto que aprobó el Congreso de la Unión y que el Ejecutivo modificó hubiera representado para el sector azucarero ingresos adicionales por 150 millones de dólares y se justificaba ''a todas luces ante la negativa de Estados Unidos de recibir nuestros excedentes''.

La CNIAA, en un comunicado, expuso que al anular el gravamen el gobierno federal desechó una herramienta que pudo haber servido para acelerar un acuerdo ''justo'' con Estados Unidos sobre el mercado de edulcorantes. Aun cuando el decreto señala que la exención dejará de tener efecto el 30 de septiembre, ''conocemos las presiones que ejercerá el gobierno estadunidense y sabemos que su próxima exigencia será la exención permanente o extensiones al plazo señalado''.

La industria azucarera demandará a la Secretaría de Economía que realice un monitoreo de las importaciones de fructosa estadunidense, e insistirá en que Estados Unidos debe recibir todos los excedentes de azúcar mexicana, de acuerdo con lo estipulado en el Tratado de Libre Comercio.

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