Sorprendió el crecimiento del cuarto
trimestre
Cuestionan funcionarios de EU si esa economía
estuvo en recesión
REUTERS
Washington, 4 de marzo. Varios funcionarios del
Tesoro de Estados Unidos y de la Casa Blanca expresaron el lunes dudas
sobre si la mayor economía del mundo ha estado después de
todo en recesión.
''Existe la probabilidad de que incluso no haya habido
una (recesión)'', dijo el director ejecutivo de Estados Unidos ante
el Fondo Monetario Internacional (FMI), Randall Quarles, también
subsecretario del Tesoro para Asuntos Internacionales. ''La recesión
fue de un tipo extraordinariamente leve'', señaló en una
conferencia.
El árbitro oficial de los ciclos empresariales,
el National Bureau of Economic Research (NBER), declaró en noviembre
que la recesión de Estados Unidos comenzó en marzo del año
pasado.
Los economistas generalmente definen una recesión
como dos trimestres consecutivos de contracción del PIB de un país.
Sin embargo, el NBER usa una definición más
amplia, que incluye indicadores como empleo, ingreso y producción
industrial y que no toma en cuenta el comportamiento del PIB. Según
el NBER, algunos, pero no todos los periodos que ha definido como recesión,
han consistido de dos o más trimestres de contracción económica.
Dado que los datos positivos del cuarto trimestre dejaron al tercero como
el único negativo en la economía de Estados Unidos, algunos
analistas han cuestionado el diagnóstico del NBER.
La economía creció a un sorprendente fuerte
ritmo anual de 1.4 por ciento en el cuarto trimestre, en contraste con
la contracción de 1.3 por ciento en el tercero.
Randall Kroszner, integrante del consejo de asesores económicos
de la Casa Blanca, también cuestionó si la economía
llegó a entrar en recesión.
"Algunas personas usan dos trimestre de crecimiento negativo.
No hemos tenido eso", dijo Kroszner.
Los dos funcionarios dijeron que la economía está
en posición de registrar un crecimiento ligeramente más fuerte,
y Quarles enfatizó que las "bases de una recuperación ya
están colocadas".
Kroszner dijo que la mayoría de los efectos del
relajamiento de la política monetaria --la Reserva Federal recortó
las tasas de interés en 11 ocasiones el año pasado para tratar
de reactivar a la economía-- aún están por venir.
Pero Kroszner advirtió que persisten riegos en
los débiles números de la producción industrial para
enero y en los últimos datos de empleo, el cual mostró pérdidas
de puestos de trabajo en muchos sectores.
Resaltó que aún cuando la tasa de desempleo
disminuyó, esto se debió principalmente a una disminución
de la fuerza laboral y no a que más personas encontraron empleos.
En tanto, el vicepresidente de la Reserva Federal, Roger
Ferguson, informó que la Fed estudia los planes de las instituciones
financieras para casos de emergencia, luego de los atentados del 11 de
septiembre, aunque no está lista aún para emitir directrices
formales.
"Debemos considerar el 11 de septiembre como el sonar
de una alarma para mejorar la resistencia de los mercados y las instituciones
financieras. No podemos permitirnos ignorar las lecciones aprendidas",
dijo Ferguson en un discurso en Washington ante una reunión auspiciada
por el Instituto de Banqueros Internacionales.
"A través del proceso rutinario de supervisión,
estamos hablando con las instituciones sobre la firmeza de su planes para
recuperación de desastres, pero no hemos establecido niveles regulatorios
detallados en este momento", señaló.
En su discurso, Ferguson dijo que se debe garantizar que
algunas funciones críticas de las instituciones financieras, tales
como salvaguardar y transferir fondos y activos financieros, continúen
"sin o con mínimas interrupciones" en caso de un gran desastre regional.
Por otro lado, el vicepresidente de la Fed rechazó
que la bancarrota de la comercializadora de energía Enron Corp.,
por dudosas prácticas contables, pudiera ser un síntoma de
un problema más amplio.
"El colapso de Enron no es un precursor de que existan
preocupaciones más amplias en todo el sistema de la misma naturaleza",
dijo Ferguson en respuesta a preguntas de la audiencia tras presentar su
discurso en Washington.
Enfatizó la necesidad de transparencia, pero dijo
que la Fed no tiene planes de cambiar reglamentos específicos propios
en respuesta a la debacle de Enron.