Al menos 400 hectáreas de conservación se perdieron entre 2000 y 2001: Provencio
Crecen asentamientos irregulares en el sur del DF
Se construyeron 671 viviendas cada mes en ese lapso, señaló en un foro de la ALDF
RAUL LLANOS SAMANIEGO
Entre diciembre de 2000 y septiembre de 2001 se construyeron en promedio cada mes 671 viviendas irregulares en suelo de conservación, lo que implicó la pérdida de 40 hectáreas mensuales, sobre todo en las delegaciones Xochimilco, Cuajimalpa y Milpa Alta, precisó el titular de la Procuraduría Ambiental del Distrito Federal, Enrique Provencio, quien destacó que en esta ciudad se pierde más suelo de conservación por asentamientos humanos irregulares que por desforestación u otros cambios de uso de suelo.
Para el funcionario, la aplicación del ordenamiento ecológico y la política de asentamientos humanos, fundamentales en la política de protección civil, requieren una coordinación más efectiva para frenar el proceso de ocupación irregular en las zonas que no son aptas para vivienda. En realidad, dijo, se trata de un grave problema que involucra a muchas instituciones.
Al participar en un foro organizado por la Asamblea Legislativa, puntualizó que "los vacíos y problemas de coordinación interinstitucional siguen provocando un avance incontrolado de los asentamientos irregulares y las consecuencias no tienen que ver sólo con la pérdida de áreas verdades, de por sí muy grave, sino también con el incremento de la vulnerabilidad urbana, es decir, la vulnerabilidad humana de la ciudad de México".
Provencio detalló que 58 por ciento del territorio del Distrito Federal es todavía suelo de conservación, el cual es determinante en un posible uso racional del agua, al menos por tres razones que vinculan este tema directamente a la protección civil, a la seguridad humana y a la reducción de la vulnerabilidad en esta capital: la recarga de acuíferos, el control de escurrimientos y el control y retención de azolve. "Entonces, se trata de algo vital para la seguridad de esta ciudad, de buena parte del valle de México, no sólo a largo plazo sino ya en lo inmediato".
En este contexto, mencionó que a la situación de las invasiones de áreas de recarga de los mantos acuíferos hay que sumar otros procesos, como es la erosión originada por diversas causas, que en un grado muy fuerte afecta a la tercera parte del suelo de conservación. Entonces, las consecuencias directas de este proceso, junto con el cambio de uso de suelo y la extracción y remoción de tierras, "está afectando de manera dramática al sistema urbano".
Para el procurador ambiental la racionalidad en el uso de agua, la protección y la recuperación del suelo de conservación y el ordenamiento son aspectos que ni en la legislación ni en la política deberían rescindirse, pues de ser así, de mantenerse una visión segmentada, "continuaría agravándose, por un lado, la crisis ambiental, y por la otra la cuestión hidrológica, que no son más que dos expresiones de la crisis urbana, de la insustentabilidad que estamos ya viviendo desde hace décadas".
De ahí que, dijo, se requieren más acciones que propicien la recarga de acuíferos e impidan la erosión, los deslaves y otras consecuencias con la remoción de suelos.
Durante el mencionado foro, en el que se abordó el tema del agua y la protección civil, intervino también el director técnico de la Dirección General de Protección Civil del GDF, Gerardo Galguera, quien destacó que hay varios puntos de la ciudad que registran serios riesgos para sus habitantes, fundamentalmente aquellos asentamientos que están en las laderas de las barrancas o en los cauces de los ríos.
Asimismo, mencionó que por las mismas características de la ciudad hay zonas susceptibles de inundación, es decir, que "si nuestro sistema de drenaje o la expulsión de las aguas del territorio del DF llegara a fallar, pues tenemos una condición natural de inundación".
Frente a esa situación, comentó que a pesar de ello se establecen acciones tendentes a disminuir los daños que podrían generarse en detrimento de la población capitalina.