Exigen la entrega de 5 mil 400 hectáreas
de bosque en litigio desde hace 40 años
Comuneros de Durango expulsan de 2 poblados zacatecanos
a 200 ejidatarios
Tensa calma en las montañas; policías
ministeriales, en alerta ante posible enfrentamiento entre indígenas
ALFREDO VALADEZ RODRIGUEZ CORRESPONSAL
Pajaritos, Municipio de Valparaiso, Zac., 23 de febrero.
Alrededor de 350 comuneros tepehuanos de Durango, armados con machetes
y presuntamente con armas de fuego, desplazaron a más de 200 ejidatarios
de las comunidades zacatecanas de Pajaritos y Bernalejo de la Sierra, y
amagaron con sacar por la fuerza a otros 180 pobladores. Los ocupantes
exigen la entrega de 5 mil 400 hectáreas de bosque que desde hace
40 años se encuentran en disputa agraria en la zona limítrofe
entre Zacatecas y Durango.
De las 64 familias de ejidatarios zacatecanos que habitaban
hasta hace unas semanas en esta región serrana, ubicada en una zona
de difícil acceso, a ocho horas desde la capital de Zacatecas, sólo
35 permanecen en el lugar, mientras policías ministeriales de ambas
entidades vigilan a los indígenas tepehuanos para evitar un enfrentamiento.
La policía de Zacatecas aseguró que los
tepehuanos no sólo cuentan con machetes, sino que además
tendrían rifles AK-47. "No hombre, ¿usted cree que
nos los van a enseñar?, por eso tenemos precaución, porque
sabemos que traen mejores armas que nosotros", dijo uno de los judiciales.
Se afirma que los ejidatarios zacatecanos "también tienen cuete
(armas), pero no lo sacan".
Aunado a la tensa calma que se vive en estas montañas
(a más de tres mil metros sobre el nivel del mar y a una hora en
helicóptero desde la capital de Zacatecas), los indígenas
informaron que otros mil tepehuanos, procedentes del municipio duranguense
de Santa María Ocotán llegarán la noche de este sábado
o el domingo para "reforzar" la invasión de tierras.
El origen del conflicto
La
noche del jueves, alrededor de 350 tepehuanos, entre hombres, mujeres y
niños, procedentes de las comunidades de Santa María Ocotán
y Xoconoxtle, Durango, invadieron el ejido Pajaritos, Zacatecas, armados
con machetes y palos, exigiendo la restitución de tierras que dicen
les pertenecen.
La incursión obligó el envío de medio
centenar de policías ministeriales de Zacatecas, y el gobierno de
esta entidad solicitó la presencia del Ejército Mexicano
adscrito al municipio de Valparaíso, para evitar enfrentamientos
entre los indígenas y los ejidatarios, quienes fueron forzados a
replegarse a sus casas.
Arturo Nahle García, secretario de Gobierno de
Zacatecas, quien se trasladó hasta Pajaritos para mediar entre las
partes en conflicto y evitar un choque, calificó la situación
como "muy tensa".
La demanda de los indígenas de Durango, indicó,
es que se acate el decreto emitido el 25 de junio de 1997 por el entonces
presidente Ernesto Zedillo, quien dotó a los tepehuanos de las tierras
de Pajaritos y las del ejido adjunto, Bernalejo de la Sierra, ambas localidades
zacatecanas del municipio de Valparaíso, y con una extensión
de 5 mil 400 hectáreas.
"Pero eso significa un despojo para los ejidatarios zacatecanos,
quienes a su vez recibieron esos predios en los años 50 ?también
por decreto presidencial?, por lo cual este asunto agrario se destraba
en las instancias agrarias sin que hasta el momento haya un fallo definitivo",
dijo el funcionario.
En aquel entonces, el gobierno federal firmó en
el decreto una retribución de 9 millones de pesos a los ejidatarios
de Zacatecas por la afectación, para que con este dinero pudieran
comprar tierras en otro lugar del estado. No aceptaron los ejidatarios.
Una segunda propuesta de las autoridades agrarias fue donarles un predio
de más de 10 mil hectáreas (el doble de lo dotado a los indígenas),
pero entre los municipios zacatecanos de Nieves y El Salvador, en pleno
semidesierto. Tampoco accedieron.
"Ante la gravedad de los hechos", el secretario de Gobierno
de Zacatecas entabló comunicación con el subprocurador agrario,
Gilberto Hertz, en la ciudad de México, quien acordó entrevistarse
en la capital del país con autoridades de gobierno de ambas entidades
y representantes de los grupos en conflicto, el próximo jueves 28
de febrero "para conocer cómo se encuentra el expediente".
El funcionario local informó además que
entre los "invasores" tepehuanos se encuentran pobladores de otras comunidades
indígenas de Durango, como Canoas, Ciénega, Tonalalpa, San
Simitrio y La Soledad.
El gobierno federal, responsable si hay violencia:
indígenas
A unos 200 metros del caserío de Pajaritos se encuentran
pertrechados, entre árboles de pino, cedro y encino, más
de 350 tepehuanos, quienes son vigilados a distancia por policías
ministeriales de Durango y Zacatecas.
Los "invasores" aseguran: "ya estamos cansados de tanta
política y esta vez no vamos a retroceder". Sus voceros son vitoreados
por un numeroso grupo que les acompaña cada que dialogan con la
prensa, al coro de "¡Así es!", "¡Así es!"
"Si hay un enfrentamiento con los de aquí ?¡porque
los vamos a sacar aunque sea por la fuerza!? es por culpa de las autoridades,
porque el gobierno de Zacatecas y el federal no han querido ayudarnos a
resolver este problema", acusó Faustino Reyes Flores, uno de los
tepehuanos.
"Creo que entre nosotros hay buena disposición
para que se resuelva bien el asunto. Si a los (ejidatarios) de Bernalejo
y Pajaritos en lugar de decirles están los 9 millones, les damos
el doble, creo que hay la posibilidad de que los compañeros en ese
caso acepten lo que está dentro del documento."
Reynaldo Mendoza Soto, otro de los comuneros, afirmó
que si el gobierno federal no interviene pronto, pues tenemos que "invitar
a nuevas organizaciones indígenas que existen en el país
para sacar a estas gentes de aquí".
?¿Está descartada la violencia física,
el derramamiento de sangre?
?Bueno, si intervienen pronto, sí. Pero si no,
ya es responsabilidad del gobierno federal. Porque de alguna manera ya
hemos esperado más de cinco años y este es el tiempo de una
respuesta.
Pero además, rechazaron la posibilidad de acudir
a negociar de nuevo con las autoridades agrarias a la ciudad de México,
porque aseguraron, ya "estamos cansados de tantas vueltas y tantas políticas
y no hacen nada".
No cederemos ni un centímetro, advierte Monreal
Del lado contrario, Marcelino Santoyo Bautista, comisariado
ejidal de Pajaritos, aseveró que "este conflicto nosotros no lo
hicimos, porque no somos paracaidistas, lo hizo el alto gobierno, nosotros
tenemos documentos donde consta que somos dueños del terreno desde
1949".
El representante de los ejidatarios zacatecanos señaló
que desde el gobierno de Arturo Romo y ahora el de Ricardo Monreal se les
ha asegurado que Bernalejo de la Sierra y Pajaritos son territorio zacatecano.
Ayer, el gobernador zacatecano, Ricardo Monreal, aseguró
que la batalla legal continuará y reiteró que "no vamos a
cederles a los de Durango ni un centímetro".
Sin embargo, según el decreto presidencial de dotación
a los tepehuanos (25 de junio de 1997, Secretaría de la Reforma
Agraria), el ejido de Pajaritos y Bernalejo de la Sierra está enclavado
en el municipio de El Mezquital, Durango, mientras que el gobierno de Zacatecas
asegura que está en el municipio de Valparaíso de esta entidad.
Y mientras se espera la llegada de más tepehuanos
al lugar, el secretario de Gobierno de Zacatecas, Arturo Nahle García,
informó que solicitó al general brigadier de la onceava Zona
Militar, José de Jesús Hernández Rivera, que personal
del Ejército "realice rondines por el lugarpara impedir que la intransigencia
retarde la solución a este problema y aflore la violencia".