Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 24 de febrero de 2002
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Exigen la entrega de 5 mil 400 hectáreas de bosque en litigio desde hace 40 años

Comuneros de Durango expulsan de 2 poblados zacatecanos a 200 ejidatarios

Tensa calma en las montañas; policías ministeriales, en alerta ante posible enfrentamiento entre indígenas

ALFREDO VALADEZ RODRIGUEZ CORRESPONSAL

Pajaritos, Municipio de Valparaiso, Zac., 23 de febrero. Alrededor de 350 comuneros tepehuanos de Durango, armados con machetes y presuntamente con armas de fuego, desplazaron a más de 200 ejidatarios de las comunidades zacatecanas de Pajaritos y Bernalejo de la Sierra, y amagaron con sacar por la fuerza a otros 180 pobladores. Los ocupantes exigen la entrega de 5 mil 400 hectáreas de bosque que desde hace 40 años se encuentran en disputa agraria en la zona limítrofe entre Zacatecas y Durango.

De las 64 familias de ejidatarios zacatecanos que habitaban hasta hace unas semanas en esta región serrana, ubicada en una zona de difícil acceso, a ocho horas desde la capital de Zacatecas, sólo 35 permanecen en el lugar, mientras policías ministeriales de ambas entidades vigilan a los indígenas tepehuanos para evitar un enfrentamiento.

La policía de Zacatecas aseguró que los tepehuanos no sólo cuentan con machetes, sino que además tendrían rifles AK-47. "No hombre, ¿usted cree que nos los van a enseñar?, por eso tenemos precaución, porque sabemos que traen mejores armas que nosotros", dijo uno de los judiciales. Se afirma que los ejidatarios zacatecanos "también tienen cuete (armas), pero no lo sacan".

Aunado a la tensa calma que se vive en estas montañas (a más de tres mil metros sobre el nivel del mar y a una hora en helicóptero desde la capital de Zacatecas), los indígenas informaron que otros mil tepehuanos, procedentes del municipio duranguense de Santa María Ocotán llegarán la noche de este sábado o el domingo para "reforzar" la invasión de tierras.

El origen del conflicto

La noche del jueves, alrededor de 350 tepehuanos, entre hombres, mujeres y niños, procedentes de las comunidades de Santa María Ocotán y Xoconoxtle, Durango, invadieron el ejido Pajaritos, Zacatecas, armados con machetes y palos, exigiendo la restitución de tierras que dicen les pertenecen.

La incursión obligó el envío de medio centenar de policías ministeriales de Zacatecas, y el gobierno de esta entidad solicitó la presencia del Ejército Mexicano adscrito al municipio de Valparaíso, para evitar enfrentamientos entre los indígenas y los ejidatarios, quienes fueron forzados a replegarse a sus casas.

Arturo Nahle García, secretario de Gobierno de Zacatecas, quien se trasladó hasta Pajaritos para mediar entre las partes en conflicto y evitar un choque, calificó la situación como "muy tensa".

La demanda de los indígenas de Durango, indicó, es que se acate el decreto emitido el 25 de junio de 1997 por el entonces presidente Ernesto Zedillo, quien dotó a los tepehuanos de las tierras de Pajaritos y las del ejido adjunto, Bernalejo de la Sierra, ambas localidades zacatecanas del municipio de Valparaíso, y con una extensión de 5 mil 400 hectáreas.

"Pero eso significa un despojo para los ejidatarios zacatecanos, quienes a su vez recibieron esos predios en los años 50 ?también por decreto presidencial?, por lo cual este asunto agrario se destraba en las instancias agrarias sin que hasta el momento haya un fallo definitivo", dijo el funcionario.

En aquel entonces, el gobierno federal firmó en el decreto una retribución de 9 millones de pesos a los ejidatarios de Zacatecas por la afectación, para que con este dinero pudieran comprar tierras en otro lugar del estado. No aceptaron los ejidatarios. Una segunda propuesta de las autoridades agrarias fue donarles un predio de más de 10 mil hectáreas (el doble de lo dotado a los indígenas), pero entre los municipios zacatecanos de Nieves y El Salvador, en pleno semidesierto. Tampoco accedieron.

"Ante la gravedad de los hechos", el secretario de Gobierno de Zacatecas entabló comunicación con el subprocurador agrario, Gilberto Hertz, en la ciudad de México, quien acordó entrevistarse en la capital del país con autoridades de gobierno de ambas entidades y representantes de los grupos en conflicto, el próximo jueves 28 de febrero "para conocer cómo se encuentra el expediente".

El funcionario local informó además que entre los "invasores" tepehuanos se encuentran pobladores de otras comunidades indígenas de Durango, como Canoas, Ciénega, Tonalalpa, San Simitrio y La Soledad.

El gobierno federal, responsable si hay violencia: indígenas

A unos 200 metros del caserío de Pajaritos se encuentran pertrechados, entre árboles de pino, cedro y encino, más de 350 tepehuanos, quienes son vigilados a distancia por policías ministeriales de Durango y Zacatecas.

Los "invasores" aseguran: "ya estamos cansados de tanta política y esta vez no vamos a retroceder". Sus voceros son vitoreados por un numeroso grupo que les acompaña cada que dialogan con la prensa, al coro de "¡Así es!", "¡Así es!"

"Si hay un enfrentamiento con los de aquí ?¡porque los vamos a sacar aunque sea por la fuerza!? es por culpa de las autoridades, porque el gobierno de Zacatecas y el federal no han querido ayudarnos a resolver este problema", acusó Faustino Reyes Flores, uno de los tepehuanos.

"Creo que entre nosotros hay buena disposición para que se resuelva bien el asunto. Si a los (ejidatarios) de Bernalejo y Pajaritos en lugar de decirles están los 9 millones, les damos el doble, creo que hay la posibilidad de que los compañeros en ese caso acepten lo que está dentro del documento."

Reynaldo Mendoza Soto, otro de los comuneros, afirmó que si el gobierno federal no interviene pronto, pues tenemos que "invitar a nuevas organizaciones indígenas que existen en el país para sacar a estas gentes de aquí".

?¿Está descartada la violencia física, el derramamiento de sangre?

?Bueno, si intervienen pronto, sí. Pero si no, ya es responsabilidad del gobierno federal. Porque de alguna manera ya hemos esperado más de cinco años y este es el tiempo de una respuesta.

Pero además, rechazaron la posibilidad de acudir a negociar de nuevo con las autoridades agrarias a la ciudad de México, porque aseguraron, ya "estamos cansados de tantas vueltas y tantas políticas y no hacen nada".

No cederemos ni un centímetro, advierte Monreal

Del lado contrario, Marcelino Santoyo Bautista, comisariado ejidal de Pajaritos, aseveró que "este conflicto nosotros no lo hicimos, porque no somos paracaidistas, lo hizo el alto gobierno, nosotros tenemos documentos donde consta que somos dueños del terreno desde 1949".

El representante de los ejidatarios zacatecanos señaló que desde el gobierno de Arturo Romo y ahora el de Ricardo Monreal se les ha asegurado que Bernalejo de la Sierra y Pajaritos son territorio zacatecano.

Ayer, el gobernador zacatecano, Ricardo Monreal, aseguró que la batalla legal continuará y reiteró que "no vamos a cederles a los de Durango ni un centímetro".

Sin embargo, según el decreto presidencial de dotación a los tepehuanos (25 de junio de 1997, Secretaría de la Reforma Agraria), el ejido de Pajaritos y Bernalejo de la Sierra está enclavado en el municipio de El Mezquital, Durango, mientras que el gobierno de Zacatecas asegura que está en el municipio de Valparaíso de esta entidad.

Y mientras se espera la llegada de más tepehuanos al lugar, el secretario de Gobierno de Zacatecas, Arturo Nahle García, informó que solicitó al general brigadier de la onceava Zona Militar, José de Jesús Hernández Rivera, que personal del Ejército "realice rondines por el lugarpara impedir que la intransigencia retarde la solución a este problema y aflore la violencia".

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