John Ashcroft, cabeza visible del movimiento
fundamentalista cristiano estadunidense
Llama el procurador de EU a una guerra santa
antiterrorista en defensa de la civilización
Sus muchos críticos estiman que más que
un imparcial hombre de fe es un "líder religioso"
Devoto pentecostal, encabeza todas las mañanas
oraciones en el Departamento de Justicia
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 23 de febrero. El procurador general
John Ashcroft pidió esta semana lanzar una guerra santa en
defensa de la "civilización" y contra el "terrorismo" en un discurso
en el que también apeló el apoyo a este esfuerzo de toda
la "gente de fe".
"Esta guerra no es como ninguna otra que hayamos luchado",
declaró Ashcroft en un discurso ante un grupo de directores y locutores
de medios de comunicación cristianos en Nashville, Tennessee.
En
una ponencia intercalada con citas de la Biblia y referencias al
Edén, Ashcroft contrastó "las maneras de Dios y las maneras
de los terroristas".
El procurador general, quien como devoto cristiano pentecostal
encabeza una se-sión de oraciones cada mañana en el Departamento
de Justicia que dirige, también invitó a otros practicantes
religiosos a sumarse a esta guerra.
"Pueblos civilizados, los musulmanes, los cristianos y
los judíos, todos entienden que la fuente de la libertad y de la
dignidad humana es el creador. Gente civilizada de todas las creencias
religiosas está llamada a la defensa de su creación".
Agregó que "somos una nación llamada a defender
la libertad, una libertad que no es concedida por ningún gobierno
o documento, sino dotada por Dios".
El público recibió estas palabras con una
tremenda ovación, pero algunos críticos han cuestionado si
Ashcroft puede funcionar como procurador imparcial del país representando
a todo el pueblo, y no sólo a los que comparten su visión
del creador.
"Está bien que sea hombre de fe, pero el procurador
general, que representa a todo el pueblo, parece proyectarse más
como un líder religioso", declaró James Zogby, presidente
del Instituto Arabe Americano, al diario The Washington Post.
Política de púlpito
El gobierno del presidente George W. Bush ha sido duramente
criticado por su falta de sensibilidad en torno al respeto a las diferentes
corrientes religiosas y también por los que defienden el principio
de la separación del Estado y la religión.
Pero esto no parece molestar al gobierno. El propio presidente
Bush declaró el viernes pasado a estudiantes en China que Estados
Unidos "es una nación guiada por la fe" y "una nación con
el alma de una iglesia".
Durante su campaña presidencial, el entonces candidato
republicano dijo que su libro favorito es la Biblia.
No pasa una semana sin que Bush o algún miembro
de su gabinete haga referencia a sus preferencias religiosas, comenzando
con la retórica inaugurada después del 11 de septiembre que
habla de "los buenos y los malos" y los "malhechores" contra los "defensores
del bien".
Pero Ashcroft es tal vez la figura más "religiosa"
de este gobierno, y el favorito del movimiento fundamentalista cristiano.
Uno de sus admiradores y columnista conservador citó
a Ashcroft recientemente comentando que el "Islam es una religión
en donde Dios te obliga a enviar a tu hijo a morir por él. El cristianismo
es una fe en donde Dios envía a su hijo a morir por ti".
La columnista progresista Katha Pollitt replicó
en The Nation que esta fórmula tiene su propia ironía:
"Sin enredarnos mu-cho en la teología, ¿si el Dios cristiano
envió a su propio hijo a morir, eso no lo hace, según la
definición de Ashcroft, un musulmán?"
Pero más allá del humor, estos comentarios
del procurador provocaron nuevamente la indignación de varios líderes
estadunidenses, entre ellos Zogby, quienes recordaron que Bush había
hablado sobre "una cruzada" en los primeros días de la guerra, algo
que repitió la semana pasada en Japón.
Ashcroft no ha desmentido esta cita, aunque uno de sus
voceros indicó que "no refleja de forma precisa" lo que cree el
procurador general.
Sin embargo, este tipo de declaraciones sí manifiestan
lo que creen los líderes de la ultraderecha cristiana en este país,
un movimiento que continúa ejerciendo gran in-fluencia en el procurador
y el propio Bush.
Pat Robertson, el ex líder de la Coalición
Cristiana y una de las principales figuras de este movimiento, comentó
esta semana que el Islam "no es una religión pacifista... el Corán
declara muy claramente que si alguien es un infiel, hay que matarlo".