Reclaman "distribución justa" de beneficios por explotación de recursos biológicos
Acuerdan las naciones megadiversas formar bloque contra trasnacionales
Organizaciones no gubernamentales demandan regular el manejo internacional de trasgénicos
ANGELICA ENCISO Y DAVID SOSA ENVIADA Y CORRESPONSAL
Cancún, Q.R., 18 de febrero. Las 12 naciones que concentran la mayor diversidad biológica del planeta acordaron establecer un bloque para negociar los mecanismos de acceso y comercio de estos recursos, que hasta ahora han dejado ganancias multimillonarias únicamente a las grandes empresas trasnacionales y a instituciones académicas de los países desarrollados.
Se buscará que haya cooperación entre los científicos, la sociedad civil y los gobiernos para que los beneficios también lleguen a las comunidades indígenas que los han preservado por siglos, sostuvieron ayer México, Indonesia, Colombia, Ecuador, India, Costa Rica, Perú, Kenia, Venezuela, Brasil, China y Sudáfrica en la Reunión Ministerial de Países Megadiversos Afines.
Advirtieron que las trasnacionales han aprovechado la biodiversidad de estas naciones para el desarrollado de medicamentos y semillas, además de que han patentado especies originarias de los países como si fueran propias, y a partir de esto han comenzado a cobrar regalías.
Hoy se clausuró la reunión, a la que también asistieron como observadores representantes de organizaciones no gubernamentales. Estas llamaron a todos estos gobiernos para que ratifiquen a la brevedad el Protocolo de Cartagena sobre bioseguridad, el cual regula el acceso y manejo trasfronterizo de organismos modificados genéticamente.
En la Declaración de Cancún de Países Megadiversos Afines, los ministros destacaron que los recursos de la diversidad biológica, así como los servicios ambientales que "dependen de ella, tienen un enorme valor estratégico, económico y social, y ofrecen oportunidades de desarrollo para nuestros pueblos y para la comunidad internacional".
Advirtieron que estas naciones hasta el momento no han obtenido beneficios de la explotación de esos recursos, los cuales sólo han llegado a las empresas que los han comercializado, por lo que consideraron urgente participar de estas ganancias. Expresaron su preocupación por las "limitaciones de los distintos instrumentos internacionales para proteger eficazmente los legítimos intereses de los países de origen de la biodiversidad".
Frente a esto acordaron desarrollar un régimen internacional que promueva y salvaguarde efectivamente la "distribución justa y equitativa de los beneficios derivados del uso de la diversidad biológica", el cual deberá considerar la certificación de la legal procedencia del material biológico, el consentimiento fundamentado previo, así como términos mutuamente acordados de transferencia de material genético.
En la reunión, a la que asistió el director del Programa de Naciones para el Medio Ambiente, Klaus Topfer, el secretario mexicano del ramo, Víctor Lichtinger, dijo que el progreso del nuevo siglo estará sustentado en la diversidad biológica y genética.
"Esta situación inesperada coloca a un puñado de naciones en condiciones de insospechada riqueza potencial y ante una fuerte responsabilidad compartida frente a la humanidad", agregó. La biodiversidad y los recursos genéticos pueden generar enormes beneficios, tanto en el ámbito de la investigación científica como en el económico y comercial, indicó.
"Nuestras naciones no se han beneficiado de esta gran riqueza, ya que no ha habido un reparto equitativo ni para las naciones involucradas ni para las comunidades rurales e indígenas que usan y protegen esta biodiversidad desde hace milenios", abundó.
En el caso de los recursos genéticos, el desarrollo de la ciencia y la biotecnología ha permitido, en las últimas décadas, expandir sus usos potenciales y la demanda estratégica. "No disponemos de los mecanismos internos ni de los acuerdos internacionales necesarios para establecer términos de equidad en el uso de los recursos genéticos, el desarrollo tecnológico y los beneficios que se desprenden de estas actividades".
Después, en conferencia de prensa, sostuvo que la riqueza biológica "la tenemos unos pocos países y la estamos destruyendo. Por eso buscamos hacer una alianza para coordinarnos y trabajar en la conservación de la diversidad biológica, porque si se pierde desaparece un gran potencial de desarrollo".
A cada nación por separado le resulta difícil participar de los beneficios de estos recursos, juntos "tendremos más oportunidad y lograremos tener mayor fuerza en las negociaciones internacionales. Vamos a cooperar entre los científicos, la sociedad civil, para tener esa posibilidad de beneficiarnos de los desarrollos tecnológicos que se hacen con la propia diversidad genética y los recursos biológicos".
Sostuvo que las compañías "sí saben cómo funciona el mercado" y por eso el hecho de que ahora las naciones busquen armonizar la legislación es un "cambio fundamental del poder de negociación frente a los países desarrollados". Anunció que en unos días se establecerá un fondo en México para apoyar la investigación sobre el tema.
Los ministros de Medio Ambiente, que sólo se reunieron por la mañana y aceleraron la clausura del evento, determinaron establecer el Grupo de Países Megadiversos Afines y reunirse el próximo año en India.
Postura de las ONG
En tanto, representantes de organizaciones no gubernamentales que asistieron a la reunión se manifestaron por que las naciones garanticen la participación de los diferentes sectores sociales con respeto a la cosmovisión de los pueblos indígenas y campesinos. Señalaron que a éstos se les deberá consultar en todo el proceso de discusión y elaboración de las propuestas nacionales para la instrumentación del convenio de diversidad biológica.
En un documento divulgado en la reunión, establecieron que se debe promover la participación integral de los diferentes instituciones gubernamentales que tienen injerencia en la ratificación del convenio, con el fin de garantizar la viabilidad de la aplicación de políticas y acciones. Esto se realizará mediante sistemas que faciliten el conocimiento, el uso, la conservación y la distribución justa y equitativa de los beneficios que se deriven de los recursos biológicos y genéticos.
Asimismo pidieron que se reconozcan y protejan los derechos de los pueblos indígenas y campesinos sobre el uso y la innovación del conocimiento y tecnologías tradicionales.
Las autoridades, señalaron, deberán desarrollar mecanismos que aseguren la concesión de patentes y otros títulos de propiedad intelectual relacionados con material biológico y genético. Esto, siempre y cuando respondan a la aplicación rigurosa de los requisitos de novedad universal, grado inventivo y aplicabilidad industrial que marcan las leyes de la materia. El documento fue firmado, entre otros, por Mindahi Bastida, del Consejo Regional Otomí del Alto Lerma; Liza Covantes, de Greenpeace, y María Elena Mesta Fernández, del Centro Mexicano de Derecho Ambiental.