La central obrera se suma al Acuerdo Político
para el Desarrollo Nacional
Fox ofrece al CT negociaciones salariales "sin techos
ni pisos" establecidos desde el gobierno
Rodríguez Alcaine rechaza que existan pláticas
para reformar la legislación laboral
JUAN MANUEL VENEGAS
El Congreso del Trabajo (CT) se sumó hoy al Acuerdo
Político para el Desarrollo Nacional que promueve el Ejecutivo federal.
En el acto ?con el que también se celebró el 36 aniversario
de la central obrera y se tomó protesta a su nueva mesa directiva?,
el presidente Vicente Fox Quesada llamó a cristalizar el pacto firmado,
en este caso, para alcanzar la reforma de la legislación laboral.
A cambio, ofreció negociaciones salariales "sin techos ni pisos"
establecidos desde el gobierno.
"No
buscamos la unanimidad, sino el compromiso de los sectores social, privado
y público para cumplir satisfactoriamente los objetivos de crecer
y distribuir el ingreso", dijo el mandatario a los líderes obreros,
entre los que se notó la ausencia del dirigente del sindicato petrolero,
Carlos Romero Deschamps, implicado en el presunto desvío de recursos
de Pemex al PRI en el proceso electoral de 2000.
Pero a pesar del interés presidencial, las declaraciones
del presidente del CT, Leonardo Rodríguez Alcaine, fueron un indicativo
de que aún el camino es largo hacia aquella reforma: "no llevamos
ninguna negociación con el gobierno" para tal fin, aclaró
en entrevista.
Fox, sin embargo, dirigió un mensaje en el que
enfatizó la "voluntad democrática" de su gobierno y ofreció
futuras negociaciones salariales "sin techos ni pisos" establecidos desde
la administración federal.
Dirigiéndose a los líderes de las organizaciones
sindicales que integran el CT, les agradeció su decisión
de suscribir el acuerdo, para enseguida ensalzar la "libertad" que ahora
tienen para negociar sus contratos e incrementos salariales sin la intromisión
del gobierno.
"Estamos ejerciendo un gran esfuerzo para hacer de esta
transición democrática una oportunidad de cambio y progreso;
un gran esfuerzo para poner a México al día y a la vanguardia.
Queremos consolidar bases muy sólidas para construir un país
lleno de oportunidades, en el cual tengan cabida millones de pobres y marginados
a quienes no les hemos cumplido. Esta es la hora de hacerlo y pagarles
la deuda histórica que tenemos con ellos", subrayó.
En cuanto al trato con el sindicalismo organizado, según
dijo, "es evidente que estamos en presencia de una nueva actitud (del gobierno).
Nos guía el diálogo, el consenso y la práctica de
la subsidariedad... El gobierno no fija techos ni pisos a los incrementos
salariales.
"El marco de negociación entre los factores de
la producción es la libertad. Nunca antes se había facilitado
un espíritu de negociación tan constructivo entre las partes
para establecer acuerdos con equidad y reciprocidad", precisó.
Y ya en el terreno de sus pretensiones reformistas, el
jefe del Ejecutivo federal señaló que así como el
gobierno "impulsa" una nueva cultura laboral, que pone en el centro de
su atención "la dignificación y la mejora del nivel y calidad
de vida de la persona", los trabajadores de México también
tienen su parte de "responsabilidad".
Esa "responsabilidad" que atribuyó Fox a la clase
trabajadora tiene que ver con su participación "en la modernización
y actualización del marco en el que se desenvuelven las relaciones
laborales", pues no sólo las transformaciones internas imponen esta
renovación, "también las demandas de un contexto internacional
altamente competitivo exigen de todos una mayor y mejor preparación
en el campo técnico y profesional".
La propuesta del mandatario, no obstante, no encontró
mucho eco en la representación obrera. "Nuestra adhesión
al acuerdo ?precisó Rodríguez Alcaine? es por la convicción
de que todos los esfuerzos que en su conjunto podamos realizar deben tener
una única finalidad: prevenir una crisis social, económica
y política como la que existe en otros países del continente".
El Congreso del Trabajo, anotó, es una "institución
clave para mantener la paz y promover competitividad, eficiencia, responsabilidad
y justicia social, pero siempre sobre la base del diálogo, exigiendo
a cambio el pleno respeto a la ley y a la autonomía de nuestras
organizaciones".
Finalmente, en una breve entrevista, aclararía:
no ha habido ninguna negociación con el gobierno para modificar
la legislación laboral, la cual es "una de las reformas estructurales"
que el presidente Fox quiere concretar este mismo año.