Pide congruencia a Fox: liberar a Ericka Zamora
Señora directora: Le ruego publicar esta
carta dirigida al presidente de la República, Vicente Fox Quesada:
Señor Presidente: Leí con mucho interés
sus declaraciones hechas a diferentes medios de comunicación a su
regreso de Cuba.
Según lo publicado en La Jornada el pasado
martes 5 de febrero, usted demandó al gobierno de Cuba que se acerque
a los "estándares de derechos humanos y de democracia que se afianzan"
en América Latina. También entregó al comandante Fidel
Castro una lista de ciudadanos cubanos presos "con la esperanza de que
sus casos sean revisados".
Señor Fox: soy ciudadana mexicana y madre de una
estudiante presa por razones políticas. Mi hija ha sido injustamente
sentenciada a más de ocho años de prisión después
de organizar e impulsar una campaña de alfabetización en
el estado de Guerrero.
Si usted es congruente con sus palabras, entonces yo le
hago la misma solicitud que usted hizo al gobierno cubano: revise el caso
de Ericka Zamora Pardo para que pronto pueda ser puesta en libertad.
Mi hija acaba de anunciar públicamente que en los
próximos días comenzará una huelga de hambre para
exigir esa libertad.
Mi familia y yo respetamos esa decisión, pero quisiéramos
evitarle un sacrificio personal extremo. Por ello le exijo otra vez al
gobierno federal que tome las medidas necesarias para liberar a mi hija.
Alfonsa Pardo Lozano, madre de Ericka Zamora Pardo
Culpan a Soberanes de usurpar atribuciones del Poder
Judicial
Señora directora: La garantía individual
y social del artículo 17 es uno de los pilares del proyecto nacional
establecido en la Constitución Política Mexicana: "Toda persona
tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales", que se complementa
con el artículo 21: "la imposición de penas es propia y exclusiva
de la autoridad judicial; la investigación y persecución
de los delitos incumbe al Ministerio Público".
Congruentemente, en una decisión histórica,
la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió
que la PGR no podía cerrar el caso del crimen de Tlatelolco 1968
alegando la prescripción de los delitos sin antes investigar los
hechos, otorgando una implícita consideración jurídica
de que no existe tal prescripción, todo ello en favor del interés
social agraviado.
Por este régimen de derecho, resulta más
escandalosa la ilegal postura del presidente de la CNDH, José Luis
Soberanes, que en clara usurpación de las funciones propias y exclusivas
del Poder Judicial y el Ministerio Público Federal --e incurriendo
en actos violatorios de los deberes oficiales consagrados en los artículos
7, fracción VI, y 47 de la Ley Federal de Responsabilidades de los
Servidores Públicos, que podrían ser tipificatorios de un
posible delito contra la administración de justicia (artículo
225-VIII del Código Penal Federal)-- declara irresponsablemente
que los delitos en mención ya prescribieron, por lo que no se podrá
fincar responsabilidad penal alguna, además de que no procede una
fiscalía especial (El Universal, 12/02/02), exculpando de
facto a los presuntos responsables del genocidio de Tlatelolco.
Asimismo, contradice flagrantemente la ejecutoria
de amparo dictada por el máximo tribunal (descalificando a priori
la averiguación previa ordenada) y quebrantando las normas imperativas
emanadas del derecho internacional sobre derechos humanos en las que se
establece, sin reserva o limitación alguna, la imprescriptibilidad
de los delitos de lesa humanidad, contrariando la determinación
anunciada por el titular de la PGR, Rafael Macedo de la Concha, en el sentido
de que el recién nombrado fiscal para desaparecidos de los años
setenta, Ignacio Carrillo Prieto, se encargará de tal investigación.
Además, siendo los titulares de la CNDH y de esta
fiscalía miembros cercanos de un mismo equipo político y
universitario, se puede presumir que el este último tiene ya resuelto
el caso, pues desde ahora cuenta con la declaración oficial de la
no procedencia del ejercicio de la acción penal, debido a la prescripción
de los delitos, en un abierto desacato que anula virtualmente el mandato
de la SCJN.
Por tanto, el Poder Judicial se verá, presuntamente,
imposibilitado para guardar y hacer guardar la Constitución (artículo
97), salvo que utilice los medios de coerción que sean necesarios,
llegando incluso a promover la separación del cargo y la consignación
ante un juez de tan cumplidos "defensores de los derechos humanos" (artículo
107-XVI).
Esto le sucede a los mexicanos, por dejar a la Iglesia
en manos de Lutero.
Adalberto Saldaña Harlow y Raúl Jiménez
V.
Negligencia en Telcel provocó que le negaran
tarjeta bancaria, acusa
Señora directora: Ante todo debo aclarar
que soy español y resido en México desde hace nueve años.
He estudiado una maestría en este país y ahora trabajo aquí,
pago mis impuestos y no tengo intención de regresar.
Hecha la aclaración, quiero señalar que
hace seis meses solicité a un banco una tarjeta de crédito,
que me fue negada por estar "boletinado" (sic) en el mentado buró
de crédito (BC). Seguro de que nunca he tenido un crédito,
fui a Condusef a denunciar el caso y al mes siguiente recibí el
reporte del BC. En él aparecía, en medio de mis datos, un
adeudo a la empresa Telcel denunciado ¡en Sinaloa!
¿Cómo es posible que "boletinar" a una persona
pueda hacerse sin ningún rigor? ¿Cómo es posible que
a nadie, ni a Telcel ni al BC, le "brinque" el dato? Porque no parece normal
que alguien, además de extranjero, que vive y trabaja en el DF (lo
demuestran los datos recientes que proporcionó el BC), vaya a Sinaloa
a gastar la estratosférica cantidad de 927 pesos en un celular.
Es un poco chafa para estafa, incluso para un gallego, ¿no le parece?
De buena fe acudí con mi reporte a Telcel, pero
ahí un empleado del Centro de Atención a Clientes me dijo
que si lo anterior era cierto tendría que verificarlo con su empresa.
Ante esa grosería, le pedí que me demostrara que yo, alguna
vez, había sido cliente de dicha empresa, pero el señor dijo
que no tenía ahí todos los expedientes. Mi respuesta fue
que ese era su problema, que México era un estado de derecho y que
ellos tendrían que demostrar mi culpabilidad y no yo mi inocencia.
Por supuesto que inicié una demanda ante Profeco,
aunque dos semanas después un abogado de Telcel me informó
que el problema tuvo su raíz en un aparente homónimo. Por
Dios, que alguien le aclare a Telcel que Ignacio Javier Martín Sánchez
(yo) no es homónimo de Ignacio Martínez Sánchez (el
sinaloense), sólo son nombres parecidos, lo que demuestra la ignorancia
de los empleados que manejaron este expediente y que puede ser muy peligroso.
El mencionado abogado me dijo que después del 30
de enero podría llamar por teléfono al BC y comprobar que
ambos expedientes habían sido separados. Así consta en el
acta de Profeco. Pero el 7 de febrero el BC me informó que no me
darían esa información, que sólo a las instituciones.
Además de querer dejar constancia del hecho, quiero
que Telcel me demuestre, por escrito, que me quitaron el problema en que
su incompetencia me metió. Claro que considero que merezco algo
más que la disculpa de un empleado, ya que hay errores que no se
pueden disculpar. Es decir, que si yo cometo un error equivalente que perjudique
a terceros, podría terminar en la cárcel, sin embargo, una
empresa que lucra con ello no se ve obligada a nada. Por mi parte, puede
usted comprender que mi confianza en Telcel es nula, por lo que decidí,
además de reabrir el expediente en Profeco, enviar esta denuncia
a los periódicos para que el público sepa a qué gente
le da su dinero.
El perjuicio evidente que la negligencia de Telcel y el
BC me ha ocasionado --seis meses sin poder contar con un crédito
al que tendría derecho por historial y por mis ingresos-- ¿quién
me lo va a compensar? ¿Telcel? La verdad, no lo creo.
Atentamente:
I. Javier Martín Sánchez
Cuotas "ilegales" en el Colegio Francés Hidalgo
Señora directora: Me dirijo a usted para
denunciar el abuso que pretende cometer el Colegio Francés Hidalgo
(CFH) en contra de los padres de familia de la comunidad escolar de esta
institución educativa.
La semana pasada llegó a nuestras manos la circular
de cuotas y servicios para reinscripción al periodo escolar 2002-2003,
misma en la que, a diferencia de otros años, se nos informa lo siguiente:
"Se comunicó a las mesas directivas de la Sociedad de Padres de
Familia la decisión de establecer una aportación anual de
2 mil pesos, que servirá para avanzar en la ejecución del
desarrollo de la institución en los aspectos siguientes: recuperación,
remodelación y creación de instalaciones educativas; capacitación
y actualización para profesores y personal administrativo del colegio;
equipamiento de talleres, laboratorios y centro de cómputo".
Más adelante, el comunicado establece que el pago
de la aportación deberá realizarse "para reinscripción
de los alumnos". Con lo que se supone que de no pagar la cantidad nuestros
hijos quedarán sin la posibilidad de ingresar al colegio.
Considero este cobro ilegal y solicito la intervención
de la Procuraduría Federal del Consumidor en este asunto para los
directivos desistan en su idea de inventar cobros que lesionan la ya de
por si deteriorada economía familiar.
Atentamente:
María Dolores Núñez Rivera