FOX-EMPRESARIOS: DISENSOS ECONOMICOS
En
el marco de la visita del canciller alemán, Gerhard Schroeder, cuya
relevancia para la política y el comercio exterior mexicanos es
evidente, diversos representantes del empresariado local expresaron una
clara distancia con respecto a las orientaciones económicas del
actual gobierno. La manifestación más clara de descontento
corrió a cargo de la vicepresidenta de la Cámara Nacional
de la Industria de la Transformación (Canacintra), Yeidckol Polevnsky,
quien acusó a la administración pública de poner en
riesgo las fuentes de trabajo y de no apoyar suficientemente a la pequeña
y mediana empresas. Además, la dirigente empresarial pidió
al presidente Vicente Fox que adopte medidas de reactivación económica
que contrarresten el aumento del corto y que deje de aplicar impuestos
adicionales, los cuales, dijo, son contraindicados en circunstancias recesivas.
Es razonable suponer que una de las causas principales
de la inconformidad de la Canacintra es la caída de 3.6 por ciento
registrada durante diciembre del año pasado por la actividad industrial
con respecto al mismo periodo del año anterior, según informó
la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Otros
factores de malestar son la persistente inseguridad, el incremento a los
impuestos y las políticas monetarias recesivas. En estricta justicia
ha de señalarse que los dos últimos no corresponden a las
atribuciones presidenciales: la Ley de Ingresos vigente fue elaborada por
el Legislativo y los aumentos del corto son dictados por el Banco de México,
institución autónoma. Por el contrario, el Ejecutivo tiene
una responsabilidad principal y central en la fijación de estrategias
de fomento industrial, la reactivación de la economía y las
medidas orientadas a abatir la inseguridad y la delincuencia.
Como quiera, lo anterior, sumado a las reticencias del
empresariado a firmar el Acuerdo Político para el Desarrollo Nacional,
ponen en evidencia una distancia inocultable entre el gobierno actual y
la iniciativa privada. Se trata de un dato preocupante, por cuanto pone
de manifiesto un factor adicional de aislamiento para el equipo de gobierno
y expresa una cuota mayor de desgaste político del gobierno que
arrancó el primero de diciembre de 2000.