ENTREVISTA
Ricardo Solís, secretario general de la institución
El ''conflicto político'' en la UAM pone en jaque su proyecto
KARINA AVILES
El secretario general de la Universidad Autónoma Metropolitana, Ricardo Solís Rosales, afirmó: ''Una vez más, la UAM se encuentra en medio de un conflicto político cuya solución escapa de sus manos'', y advirtió que este movimiento de huelga ''pone en jaque'' al último gran proyecto de educación superior pública del país. No obstante, reconoció que en el problema también hay una dimensión de insuficiencia de recursos a causa de las restricciones presupuestales y económicas que vive la nación.
En entrevista con La Jornada aseguró que no habrá ninguna modificación a la propuesta económica de la rectoría, por lo que si los trabajadores no flexibilizan su postura ''la huelga va a continuar''. El sindicato ''tiene la palabra'', advirtió.
Solís Rosales, quien encabeza por parte de la universidad las negociaciones con el Sindicato Independiente de Trabajadores de la UAM, señaló que la institución no estuvo preparada para una huelga de un día ni está preparada para una huelga larga. Por ello, manifestó su confianza de que el conflicto no se prolongue aún más y el sindicato tenga ''la cordura'' y ''el realismo'' para levantar un paro ''que nunca debió haber estallado''.
El funcionario expresó que ignora cuál será el alcance del paro nacional de universidades públicas convocado para el 15 de febrero, en el que el SITUAM está dispuesto a participar. Pero ''en este caso, la UAM se encuentra una vez más en medio de un conflicto político cuya solución escapa de sus manos en muchos sentidos'', señaló.
-Si el conflicto es político, Ƒtiene que resolverse políticamente?
-En lo que concierne a la política universitaria, a lo que la UAM puede aportar para resolver la problemática, la universidad ya lo hizo desde antes del estallamiento, al resolver una parte importante de sus demandas y al hacer un ofrecimiento que constituye el máximo posible de sus límites.
-ƑYa no existe ninguna posibilidad de modificar su propuesta?
-Ninguna. Ninguna porque dependemos de esta restricción presupuestal. En la parte económica las negociaciones están detenidas.
-Si el sindicato no se mueve, Ƒla huelga va a continuar?
-Pues la huelga va a continuar, sí.
-Si la Cámara de Diputados hubiera aprobado mayores recursos a la UAM, Ƒhabría huelga?
-No lo sé, porque el presupuesto de la institución no sólo atiende la cuestión salarial, sino también los requerimientos de operación y de inversión. Tenemos que pagar luz, teléfono, ampliación de servicios... Una mayor cantidad de recursos nos habría permitido atender el conjunto de las necesidades.
En una oficina alterna, al sur de la ciudad, el doctor en Economía mencionó varios elementos que tienen un papel importante en este contexto. Para empezar, recordó que la UAM tuvo este año un decremento de presupuesto de 4 por ciento en términos reales. (En 2001, sus recursos fueron de 2 mil 426 millones de pesos y para 2002 tiene aprobados 2 mil 477 millones.) Lo anterior coloca a la universidad en una situación que obliga ''a una muy cuidadosa administración de los recursos''.
Pero a pesar de la estrechez presupuestal, el incremento en el número de alumnos universitarios es considerable. Solís Rosales habló del panorama nacional y apuntó que 6 por ciento de aumento anual en el número de egresados universitarios en la década de los 90 contrasta con el crecimiento económico de 3.5 por ciento que se registró en el mismo periodo: ''ƑQué ocurre? Que hay más alumnos y menos recursos distribuidos en una red de aproximadamente mil instituciones de educación superior públicas y privadas que realizan este esfuerzo educativo''.
Por otro lado, recordó que en los últimos 10 años sólo se han establecido en la ciudad de México 11 instituciones públicas: ocho en el sector salud, dos en el área económica administrativa y una en el campo artístico.
''El sindicato banaliza el derecho de huelga''
Por ello, destacó la importancia de una institución como la UAM -la última universidad que se creó en la ciudad de México, hace 27 años- y advirtió que ''interrupciones como esta huelga ponen en jaque este proyecto en una dimensión estructural, en el sentido de que hay insuficiencia de recursos por las restricciones económicas del país y del presupuesto, pero frente a estas restricciones (hay) un sindicato que se siente en condiciones de cuestionar esta política gubernamental, y la universidad no puede sola''.
En ese sentido, señaló que el SITUAM es una organización que ''utiliza de manera recurrente un derecho legítimo de los trabajadores, pero que por lo visto, con el número de huelgas que ha estallado, de algún modo banaliza este derecho''. El funcionario recordó que, en sus 25 años de vida, el SITUAM ha realizado 15 huelgas; en las primeras 14 acumuló 302 días y con la actual ''lleva un récord de 313''.
''No se aquilata el contrato colectivo...''
Dijo que el sindicato tiene ''uno de los mejores contratos colectivos'' y ''no lo ha sabido aquilatar''. Con este movimiento, añadió el funcionario, ''ponen en juego un capital político que deberían administrar con responsabilidad''.
Solís Rosales indicó que la oferta de la rectoría consiste en que los trabajadores administrativos de base tienen un incremento mínimo de 9.5 por ciento y un máximo de 18.4. El promedio ponderado sería de 11.6 por ciento. Mientras que los académicos, de aceptar la propuesta de las autoridades, obtendrían un incremento mínimo de 7 por ciento y un aumento máximo de 17.8. En este caso, el promedio de incremento sería de 9.3 por ciento.
En cuanto a la petición del SITUAM de reinstalar a ocho trabajadores a los que se les rescindió el contrato, acusó al sindicato de pretender cerrar la posibilidad de que la UAM aplique sanciones en casos de faltas graves y aseguró que la institución ''no puede dar marcha atrás, porque es el respeto a las normas internas y a las leyes de trabajo''.
Sobre los trabajadores de confianza, manifestó que la demanda sindical implicaría poner ''un candado'' en las contrataciones de dichos empleados, lo cual ''es inadmisible'' porque la UAM tiene el derecho de contratar al personal que requiera para el buen funcionamiento de la institución y el cumplimiento de sus funciones.
Aclaró: ''Nadie ha negado el elemento de justicia en una demanda que busca abatir el rezago salarial. El problema es si la universidad es la instancia donde puede atenderse este rezago que involucra a la mayoría de los trabajadores del país''.
Por último, enfatizó que modificar la oferta de las autoridades implicaría ''hipotecar el futuro financiero de la institución'', y aseguró que aun cuando la rectoría aceptara otorgar un incremento mayor al que ha planteado, ''no tendríamos para pagarlo en un futuro''.
En resumen, destacó, el costo más importante de esta huelga es la interrupción de las clases de 45 mil alumnos, de las actividades de 3 mil 500 profesores y de todas las investigaciones que se hacen en esta casa de estudios, además del costo frente a la sociedad. ''El sindicato ha puesto los intereses de los trabajadores por encima de los intereses de la UAM'', concluyó.