Altos mandos sostendrían conversaciones para integrar fuerza militar trinacional
El Comando América, último eslabón del "tercer vínculo" entre México y EU
Peyrot González y Vega García se sumarían a la instancia, según la prensa canadiense
El general Mota, de la Comisión de Defensa del Senado, niega que haya tratos secretos
CARLOS FAZIO
El llamado "tercer vínculo" (el militar) en las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y México ha ido avanzando en la dirección que impulsa el polo más fuerte: la subordinación del débil. En materias militar y de seguridad, la dependencia de México respecto a las políticas del Pentágono, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la oficina antidrogas (Drug Enforcement Administration, DEA) marca un continuum.
Los atentados del 11 de septiembre en Washington y Nueva York actuaron como precipitadores de un proceso que venía gestándose desde 1996, al cual no son ajenos el ingreso de México al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el renovado activismo "antiterrorista" pro estadunidense de Tlatelolco en el seno de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la incorporación del Ejército Mexicano a la Conferencia de Ejércitos Americanos, como miembro pleno.
El último eslabón de la cadena es la serie de conversaciones secretas que viene sosteniendo el alto mando de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Armada con sus contrapartes del Pentágono y la Defensa canadiense, para integrar un denominado Comando América, propuesto por el secretario de Defensa estadunidense, Donald Rumsfeld, a fin de combatir al "terrorismo" en América.
La información, publicada en La Jornada el 4 de febrero, no provocó reacción oficial alguna del Poder Ejecutivo, y fue ignorada por los integrantes de la Comisión de Defensa del Senado mexicano.
Es un silencio elocuente, que habla de la transparencia de la información en "el gobierno del cambio" y de la "sobrecarga" de tareas que tienen los legisladores. Sólo Cuauhtémoc Cárdenas aludió al tema en el artículo "Las fuerzas armadas nacionales, Ƒbajo mando estadounidense?" (La Jornada, 6 de febrero de 2002).
Como antecedente, cabe consignar que la visita a México del ministro de Defensa canadiense, Art Eggleton, los días 21 y 22 de enero, ampliamente comentada por la prensa de su país, no tuvo trascendencia en México, suceso extraño, dado que se entrevistó aquí con el presidente Vicente Fox y con los secretarios de la Defensa, general Gerardo Ricardo Vega García; de Marina, almirante Marco Antonio Peyrot González, y de Relaciones Exteriores, Jorge G. Castañeda.
Además, el honorable Eggleton habló el 22 de enero ante el Colegio de la Defensa Nacional sobre "Canadá y su compromiso con la paz internacional".
La información fue confirmada por Luis Archundia, vocero de la embajada de Canadá en México, y está consignada en un comunicado de prensa de la misión diplomática, fechado en Ottawa el 18 de enero, que lleva un título inequívoco: "Ministro de la Defensa de Canadá se encontrará con funcionarios de la Defensa de México del 21 al 22 de enero del 2002".
No parece casual que, como se señala en el comunicado, después de hablar de "las relaciones militares" bilaterales, Eggleton se haya trasladado al Comando Central (Centcom) de Estados Unidos, en Tampa, Florida, donde se cocina el lanzamiento del Comando América.
Precisamente, y según la prensa de Canadá, Eggleton habría conversado con ellos sobre la formación de ese comando trinacional impulsado por Rumsfeld, al que se integrarían la Armada (almirante Peyrot) y el Ejército (general Vega) mexicanos. Los ministerios donde despachan los tres funcionarios anfitriones dan cierta lógica a la versión.
Además, de acuerdo con el diario Globe and Mail de Canadá, el tema fue discutido hace dos semanas por jefes militares en Washington, y habrían sido "consultados" altos funcionarios mexicanos.
La ausencia de respuesta oficial sobre el punto permite conjeturar que el gobierno de México prefiere mantener en secreto la información, pero no se entiende la falta de interés y/o la ignorancia de legisladores de oposición, integrantes de la Comisión de Defensa del Senado, que fueron buscados por La Jornada: general Ramón Mota, Humberto Roque y Jesús Ortega.
De ellos, sólo el primero aceptó conversar sobre el tema, pero, a juzgar por lo que dijo, no participó en la recepción oficial dada al ministro canadiense, a la que asistieron agregados militares, diputados y senadores, o prefirió omitir el dato.
Canadá: prensa "confusa"
Entrevistado vía telefónica, el general Mota, senador priísta que preside la Comisión de Defensa, dijo: "nos enteramos del asunto por lo que apareció en La Jornada. Ha habido pláticas entre el secretario de Defensa de Canadá y el Pentágono, pero que haya venido a México (el ministro Eggleton) o que el Pentágono haya establecido alguna relación con el gobierno de México o la Sedena, hasta este momento no hay nada".
-ƑEs falsa la información que se está divulgando en Canadá, y que es discutida públicamente por ministros del área de Defensa y legisladores canadienses?
-Más que falsa, confusa.
-ƑConfusa? Según el Toronto Star, que cita fuentes de la Defensa canadiense, el ministro del ramo, Eggleton, estuvo en México el día 21 de enero y se entrevistó con el presidente Fox y el general Vega García. La información fue confirmada por el viceministro de Defensa de Canadá, George MacDonald, ante una comisión legislativa en Ottawa.
-No. Eso es completamente inexacto. No ha habido ninguna plática relacionada con esa propuesta estadunidense. Absolutamente, por lo que yo sé.
-O sea que, de manera oficial, Ƒno existe el proyecto del Comando América?
-Oficialmente, sólo la Defensa lo puede decir, pero, según la información que tengo, no ha habido ninguna plática sobre eso con ningún funcionario mexicano, ni del gobierno ni de la Defensa.
-Si no hubo ninguna plática, Ƒla información es falsa?
-Claro.
-Es extraño. Se supone que tanto los...
-Sí, es gente seria, Ƒno?
-Sí. Tanto los ministros como los parlamentarios de Canadá son serios.
-Puede haber alguna mala interpretación de lo que ellos hayan dicho. Parece muy extraño que el ministro y el viceministro de Defensa de Canadá estén afirmando algo que no es cierto. Creo que hay alguna confusión entre lo que ellos dijeron y lo que publica la prensa.
-De manera extraoficial, en la Comisión de Defensa del Senado, que usted preside, Ƒtampoco se conoce nada sobre el proyecto del jefe del Pentágono, Rumsfeld?
-Absolutamente nada.
-Raro. Esa información fue publicada por el Washington Post el 11 de octubre de 2001, como parte de una revisión de la estructura de comandos en el ejército de Estados Unidos.
-Sí. Tengo conocimiento de eso.
-ƑPero no está enterado de que México forma parte del proyecto de creación de una fuerza militar multinacional de América del Norte para todo el hemisferio?
-En México no hay conocimiento oficial, procedente del Pentágono, de que estén invitando o proponiéndole a México formar parte de ese bloque militar. Eso requeriría un estudio muy serio, dado que existe toda una tradición de política exterior y en cuestiones militares de ese tipo. No habría una aceptación de una propuesta como ésa.
-ƑLo dice en su carácter de presidente de la Comisión de Defensa del Senado?
-Sí, claro.
-ƑDa como seguro que el gobierno de Fox no avalaría una propuesta de ese tipo?
-No hay nada seguro en este mundo, mucho menos en política. Pero de acuerdo con los lineamientos de la política exterior de México establecidos en la Constitución de la República, no es viable que México firme una alianza de ese tipo. Y es menos viable que el Senado la aprobara.
-Son dos cosas distintas. Una es que el Senado, dada su composición, no la aprobara. Pero no se puede descartar que el gobierno de Fox apoye una propuesta como ésa.
-šClaro! šCon las ideas tan extravagantes del canciller Castañeda, y sobre todo de Fox, no es difícil que pretendieran que eso fuera posible!
-Entonces, sí es posible que se esté conversando un proyecto de este tipo, Ƒno? Sobre todo a juzgar por las declaraciones del canciller Castañeda y el representante ante el Consejo de Seguridad, Adolfo Aguilar Zinser. Todo indica que hay un total alineamiento con Washington en materia de seguridad.
-Sí, es posible, porque ellos están aceptando todo de parte de Estados Unidos. Pero con apego a la Constitución, en el Congreso, el PRI no permitiría bajo ningún concepto una aceptación de ese tipo.
-ƑAlude usted a los principios de no intervención, autodeterminación y solución pacífica de las controversias?
-Claro. México, en particular, ha sido muy enfático en ese sentido. Por eso la defensa de Cuba y de todos aquellos países que se ven sometidos a una intromisión extranjera.
Polémica en Ottawa
Son pertinentes las preguntas formuladas por Cárdenas en La Jornada, pues aluden a la soberanía y la seguridad nacionales y a la vigencia de la Constitución. Su deducción de que el Pentágono ("la parte más fuerte") ejercería el "mando efectivo" de la fuerza militar multinacional, es correcta, como se puede apreciar por las reacciones que el asunto ha generado en Canadá.
Por ejemplo, el ex ministro de Defensa Paul Hellyer (1963-67) descalificó la necesidad de tal Comando América porque, dijo, ningún país tiene la capacidad de atacar a Estados Unidos. Agregó que si ese comando "es una excrecencia de la guerra contra el terrorismo", entonces es algo muy excesivo.
El ex canciller Lloyd Axworthy (1996-2000) habló de los riesgos de aceptar participar en esa estrategia militar estadunidense, y dijo que "tal vez tengamos que redefinir nuestra soberanía y aspiraciones, pero no debemos renunciar a ellas".
Hellyer, ex ministro de Defensa en los gobiernos del liberal Leaster B. Pearson -el diseñador de la política exterior de Canadá para que contribuyera a la paz y al multilateralismo, laureado con el Nobel-, se quejó de que altos mandos castrenses de su país estén apoyando la idea de Rumsfeld, cuando "la opinión informada" canadiense "siempre ha sido universalmente crítica de ese (tipo de) esquema".
Hellyer toma en cuenta que el "mandato" propuesto para esa fuerza conjunta ha sido definido por militares estadunidenses "no sólo como un comando de defensa de la nación", sino "con responsabilidad más allá de ésta".
Aparte de su cuestionada eficacia y el falso sentido de seguridad que contiene, dice que tal comando no es una "prioridad" canadiense.
Hellyer expone que la fuerza militar trinacional iría más allá de las fronteras de América del Norte, y se pregunta si el comandante de cuatro estrellas estadunidense que lo dirigirá tendrá el mandato de comprometer a fuerzas canadienses "en la próxima guerra de Vietnam, no importa dónde sea", y dice que eso es "claramente inaceptable".
"Cuando el ministro de la Defensa Art Eggleton dice que no daremos una onza de nuestra soberanía si integramos nuestras tropas al Comando América, debe recibir el premio a la ingenuidad. Lo que se nos propone es nada menos que la mayor rendición de soberanía desde que Canadá ganó su independencia de Gran Bretaña."
El ex canciller Lloyd Axworthy afirmó que los canadienses deben entender que la subordinación a la estructura de un Comando América bajo el mando del Pentágono provocará cambios en la política exterior y la identidad nacional de su país.
Mencionó "la agenda unilateralista" de la administración Bush -desde que abandonó el Tratado de Misiles Antibalísticos de 1972 hasta que se negó a suscribir el Protocolo de Kyoto sobre el cambio climático-, y dijo que si se acepta integrar el comando propuesto "no quedará más remedio que estar de acuerdo con todo lo que Washington haga".
Axworthy es partidario de que su gobierno colabore en la lucha contra el terrorismo, aunque señaló: "luchamos contra las realidades geográficas, políticas, económicas y culturales de tener que vivir junto a un vecino que domina el centro del escenario mundial", pero "no debemos abandonar nuestro derecho a determinar cuáles deben ser nuestras prioridades".
Autodeterminación, soberanía y defensa de la identidad nacional versus mayor dependencia militar son los temas que han salido a relucir en el debate de alto nivel que se libra en Canadá, donde comienza a manifestarse cierto hartazgo ante el simplismo de los cowboys que manejan la Casa Blanca, al revés de lo que ocurre en el México oficial, donde esos temas no importan ni se discuten.
En la práctica, las fuerzas armadas mexicanas han asumido "los principios de Williamsburg" impulsados en 1995 por el jefe del Pentágono, William Perry, el mismo que acuñó la frase sobre "el tercer vínculo", el militar, entre Estados Unidos y México; el eslabón que faltaba para cerrar el círculo de la dependencia.