Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 8 de febrero de 2002
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Cultura

Félix Serdán promueve instituto cultural y centro de composta en Tehuixtla, Morelos

Ex guerrillero busca transformar su comunidad

El compañero de armas de Rubén Jaramillo impulsa el abono orgánico por los beneficios ecológicos y económicos para la región; intereses agroquímicos impiden apoyo gubernamental

ARTURO GARCIA HERNANDEZ ENVIADO

felix_serdan_kmiTehuixtla, Mor., 7 de febrero. La creación del Instituto Cultural Autónomo Rubén Jaramillo -en Tehuixtla, Morelos- forma parte de una plan integral de desarrollo regional impulsado por Félix Serdán, ex compañero de armas de Jaramillo. La tarea de luchador social, que cumple Serdán desde hace décadas, no se agota en los mítines y las asambleas, sino que se prolonga en el trabajo práctico, concreto.

Paralelamente a la promoción de la cultura y la educación, Serdán y su equipo de trabajo están impulsando una singular industria que -de acuerdo con sus cálculos- puede traer importantes beneficios ecológicos y económicos para la región. Se trata de una fábrica de compostaje, especie de abono orgánico, cuyo uso tiene por los menos tres ventajas fundamentales: revierte el desgaste de la tierra de cultivo, multiplica su productividad de manera espectacular y no contamina, como los abonos químicos. Es una prometedora opción económica y ecológica para el estado, con sólo un punto en contra: la indiferencia y falta de apoyo de las instituciones gubernamentales.

El Centro de Compostaje (CC) se encuentra en un terreno a unos metros de donde estará el Instituto Cultural Autónomo Rubén Jaramillo (ICARJ). No es casualidad. Ambos proyectos apuntan a un propósito común: mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región. El CC empezó a trabajar hace ocho años -cuenta Carolina Cruz, vocera del proyecto-. Actualmente produce 6 mil metros cúbicos de composta (elaborada con basura orgánica de tres municipios), que es vendida entre "viveristas" (floricultores) de la región que -se calcula- dan empleo a alrededor de 10 mil personas. Antaño los viveristas hacían traer la composta de las zonas boscosas del estado, con la consecuente erosión y debilitamiento de esos suelos. La erosión y contaminación -de acuerdo con la información de Carolina Cruz y Vicente Parra- afecta en este momento a 70 u 80 por ciento de los suelos de Morelos.

Otra ventaja es que se evitaría la quema de materia orgánica en las tierras de cultivo, práctica que además de contaminar el aire contribuye al empobrecimiento del suelo.

La producción de compostaje se lleva a cabo en varios pasos: recolección de basura orgánica, limpieza de impurezas, trituración, criba y clasificación (se elabora en tres texturas: "maceta grande", "mediana" y "fina u hortaliza"). Todo el proceso lleva de 50 a 60 días. Para esto es imprescindible la colaboración de los habitantes, quienes en sus casas separan los desechos orgánicos de los inorgánicos. La participación ha sido entusiasta y convencida. El problema es el traslado de los desechos útiles al CC, tarea para la cual los promotores del CC han solicitado el apoyo de las diversas instancias gubernamentales. Sin embargo -señala Carolina Cruz- éstas no han mostrado sensibilidad ni interés hacia el proyecto, no obstante las probadas ventajas económicas y ecológicas que tendría para las distintas comunidades involucradas.

La indiferencia y falta de apoyo en este punto, provoca que el CC, a pesar de su potencial, trabaje en el límite de la sobrevivencia. En ocasiones alguna autoridad llega a comprometerse con el proyecto pero concluye su gestión y la colaboración se interrumpe. Vuelta a empezar.

Como forma de lograr el apoyo formal de los gobiernos estatal y municipales, los promotores del CC buscan promover un marco legal adecuado, que por un lado otorgue personalidad jurídica a este centro y a otros similares que en el futuro se creen, y por otro les otorgue facilidades fiscales, dados los beneficios públicos que acarrean.

Vicente Parra realizó en una parcela un experimento que demostró los beneficios de utilizar composta en el cultivo de la tierra. Dividió la parcela en dos partes: en una cultivó maíz en tierra abonada con agroquímicos y en la otra con compostaje. El resultado fue irrefutable: en la primera la espiga alcanzó 50 centímetros de altura, en la segunda superó los tres metros. Al respecto, cabe la sospecha de que la falta de apoyo gubernamental puede explicarse porque el impulso al compostaje afectaría los intereses de la industria agroquímica. De hecho, varios productos agroquímicos aparecen en los "paquetes" aprobados por la Secretaría de Agricultura para otorgar créditos.

Carolina Cruz ha estado en Bélgica conociendo la experiencia y avances de ese país en la materia. Entre otros aspectos observados, destaca que los nuevos criterios consideran inapropiados los "rellenos sanitarios" como medio para deshacerse de la basura. El "relleno sanitario" aún es ampliamente utilizado en México y, por supuesto, en Morelos. En ese sentido, complementariamente al trabajo del CC, Félix Serdán señala que el instituto de cultura tendrá, entre sus múltiples tareas, fomentar una "cultura ecológica responsable". Advierten Cruz y Parra: "No es prematuro adelantar que si no actuamos hoy la humanidad estará en peligro mañana".

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