Hilvanador de luz, custodio de imágenes
MERRY MAC MASTERS
Manuel Alvarez Bravo, ojo atento y sensible, parece sorprenderse
cuando se percata de que también es centro de atención: "¿qué
no van a ver la exposición? Vine a ver fotografías, no a
ser fotografiado".
Era la inauguración de la muestra Homenaje a
Breton, organizada por el Centro de la Imagen en 1996, de la cual fue
protagonista con Kati Horna. "Como soy fotógrafo resulta que uno
piensa: entre fotógrafos te veas".
En aquella ocasión habló del futuro de la
fotografía como arte: ''¿El futuro? Pues el futuro se está
viendo ahora. El futuro es el continuo salir de nuevos fotógrafos,
de nuevos grandes artistas''.
Aconsejó
a las nuevas generaciones: "El fotógrafo que dedica su vida a este
oficio debe estar en él continuamente, pero rodeado de o adquiriendo
de las diversas artes, alimento para expresar lo que él en sí
tiene''.
¿La fotografía actual? ''No tengo un sentido
crítico. Lo que he visto son expresiones buenas o malas, como sea,
pero que tiene derecho todo artista a expresarlas".
Al año siguiente, a raíz de su exposición
Variaciones
1995-1997, Alvarez Bravo admitió en el mismo foro que una vez
pretendió dejar de fotografiar, pero no pudo: ''¿Usted podría
dejar de dormir, comer, caminar, bañar y vestirse, de todo lo normal
que es la vida? Sacar fotos es absolutamente así de normal para
un fotógrafo".
Don Manuel, entonces de 95 años, había insistido
en que la muestra se integrara con obra reciente. Abordar su novel producción
significaba hablar de "los sistemas nuevos que se han puesto al alcance
de los fotógrafos, con todos los automatismos que dan la posibilidad
de una inmediatez en la relación del fotógrafo con la realidad".
El maestro se había actualizado: "Con las becas
(en el 93 fue designado creador emérito por el Consejo Nacional
para la Cultura y las Artes) adquirí las últimas cámaras;
estudiándolas, trabajando, se produjo lo que ustedes ven".
¿Sus temas? "Mira, tengo la cámara conmigo.
Salgo. Entonces los temas me los da lo que veo... El Telleman decía
a sus discípulos que un músico debe estar siempre silbando.
El fotógrafo debe estar siempre viendo algo".
¿La nostalgia? "La cuestión es realizar,
¿no? Trabajar, realizar".
El coleccionista
De 1980 a 1986 Alvarez Bravo organizó para la Fundación
Cultural Televisa el Museo de Fotografía (Cedros 66, ahora bulevar
Adolfo López Mateos), cuya colección de mil 67 piezas, pertenecientes
a 269 artistas, quedó "inconclusa" cuando don Manuel "decidió
que tenía que continuar con su trabajo" personal.
Desde 1960 empezó a coleccionar grabado europeo.
En 1998 mostró parte de su colección al público. Al
asistir a la preinauguración, en el Museo Soumaya, de su acervo
de estampa europea de los siglos XV y XVI, que reunía 103 calcografías,
xilografías y aguafuertes de los más de 500 trabajos que
integran la colección, dejó muy claro que no tenía
la intención de donar el conjunto a ninguna institución:
"Esta colección no sale de Coyoacán", donde vive desde 1962.
Hace poco más de un año, a raíz de
la apertura de una sala con su nombre en el Museo de Arte Moderno --en
1973 donó un acervo fotográfico compuesto de 400 imágenes
de su autoría y de otros artistas--, don Manuel habló de
su fascinación por la imagen. Aparte de captarla, la colecciona
desde que tiene "uso de la razón".
De niño acudía los domingos al antiguo mercado
de El Volador, a unos pasos de su hogar en las calles ahora de Guatemala,
a espaldas de la Catedral Metropolitana. Entre la mercancía de los
puestos empezó a comprar fotografías en formato carte-de-visite,
que le llamaron la atención "por lo que representaban y cómo
lo hacían. Había unos muy bonitos y de muy buenos autores
mexicanos, aunque eventualmente algún extranjero".
En aquella ocasión La Jornada le preguntó
si todavía hacía falta un museo de fotografía en México:
"Creo que sí. Hacen falta muchos museos; hay pocos. Aquí
en Coyoacán, por ejemplo, debería haber más. Los museos
son una cosa muy importante en la vida de la ciudad y de las personas.
Pero eso se descuida. Son importantes y necesarios los impulsos para coleccionar,
para enseñar, para guardar, para ver. Imagine usted París
o Madrid o cualquier capital: los museos que tienen son maravillosos. Todas
las cosas se prestan para hacer un museo, para que no se pierdan".
Es don Manuel, cazador de imágenes acompañado
"siempre, siempre" de una cámara, y siempre, siempre atento al mundo
que lo rodea.