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CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
Ť La ALDF asigna recursos a un consejo que aún no se aprueba
HAY UNA sin fin de cosas curiosas que suceden en la Asamblea Legislativa del DF, pero algunas, por razones desconocidas, van más allá de la imaginación de cualquier cuentista urbano.
Y SI NO, nada más entérese. En diciembre pasado el diputado Luis Buendía Hegewisch presentó al pleno de ese órgano las iniciativas para crear un Consejo Antidiscriminación y la Ley de Acceso a la Información.
POR MOTIVOS desconocidos, tal vez por falta de tiempo, aunque las iniciativas se turnaron a comisiones, los diputados, hasta donde se sabe, no han podido o no han querido iniciar el análisis sobre las propuestas.
EN LOS CORREDORES de la asamblea se dice que tales iniciativas han caído en la congeladora porque responden a intereses no muy claros; eso se dice cuando menos de la posibilidad de crear un consejo que vigile e impida la discriminación en la capital.
PARA ESOS EFECTOS, advierten algunos legisladores, ya existen organismos como la Comisión de Derechos Humanos del DF que, entre muchas de sus funciones, también tiene la de impedir que las instancias gubernamentales segreguen a cualquier persona por su raza, su idioma o cualquier otro tipo de diferencias.
PERO ESO no es lo más grave; lo que tiene preocupados a los diputados es que el presupuesto que se otorgue a tal consejo podría convertirse en la base de apoyo para la construcción del Partido de la Rosa, donde manda Gilberto Rincón Gallardo.
LA PREOCUPACION de algunos se ha empezado a regar entre otros muchos porque resulta que el tal consejo que aún ni siquiera es discutido o analizado en comisiones, ya tiene un presupuesto.
SEGUN EL ARTICULO 7 de la Ley de Egresos del 2002 para el DF, se autorizaron 15 millones en un fondo especial, previendo la aprobación de las leyes que aún no se discuten. El presupuesto fue apoyado tanto por la Secretaría de Finanzas como por el Partido Acción Nacional.
Y NI MODO, uno que no sabe, hace corajes porque mientras se limita el dinero a instituciones como la Comisión de Derechos Humanos del DF o el Instituto Electoral, se crean fondos a este tipo de posibles instancias.
DEBERA TENER cuidado la ALDF en los dineros y los destinos de esos fondos. De otra manera se estará creando una pista de baile para los millones que pasan por la autorización de ese órgano.
Un buen bocado
LA SALIDA de Pérez Stuart de la dirección de Comunicación de la ALDF ha despertado los apetitos de muchos comunicadores para llevar a sus bolsillos el salario -mayor que el del propio jefe de Gobierno- que representa el puesto burocrático.
HAY MUCHOS tiradores para el puesto: algunos pretenden el cargo como herencia; otros quieren correr de su periódico porque ya no aguantan, según confiesan, y alguno más, cuya incapacidad se ha mostrado en otros cargos, se apuntaron. šCuidado! Ojo, mucho ojo.
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