Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 22 de enero de 2002
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Economía
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Ť Powell abordó el tema 8 meses antes del escándalo, reconoce el Departamento de Estado

El gobierno de EU sabía de la crítica situación de Enron antes de la quiebra

Ť Calificadoras piden a compañías entregar información sobre transacciones fuera de balance

AGENCIAS

Tacoma, EU, 21 de enero. El secretario de Estado estadunidense, Colin Powell, se refirió a la crítica situación del gigante de la energía Enron durante una reunión con el ministro de Relaciones Exteriores indio en abril de 2001, ocho meses antes de que la firma se declarara en quiebra, informó hoy el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher.

Powell declaró anteriormente en Tokio, donde participó en una conferencia internacional sobre la reconstrucción de Afganistán, que generalmente abordaba temas comerciales en sus contactos con líderes extranjeros y aclaró que iba a revisar si había tratado el asunto de Enron con funcionarios indios.

La empresa estaba intentando cobrar una deuda de 64 millones de dólares de un proyecto de gas en India, que era la inversión más grande de Enron en el extranjero.

Según un memorándum de la conversación del 6 de abril de 2001 en Washington, entre el secretario Powell, el canciller indio Jaswant Singh, y el subsecretario de Estado para Asuntos Económicos y Comerciales, Alan Larson, el gobierno estadunidense "estaba preocupado por numerosas dificultades que enfrentaba Enron" y otras corporaciones, dijo en aquel momento Larson.

Powell "se hizo eco del asunto mencionado por el subsecretario Larson, y agregó que el fracaso para resolver el asunto podía influir negativamente en otros inversionistas", apunta el memorándum.

La bancarrota declarada por Enron en diciembre anterior se ha convertido en el mayor escándalo de la administración del presidente republicano George W. Bush. El principal ejecutivo de la firma, Kenneth Lay, fue un generoso donante para la campaña presidencial del ex gobernador texano y varias personalidades que integran al actual gobierno y que trabajaron por algún tiempo para la empresa, con sede en Texas.

Justifican que Lay haya vendido sus acciones

Lay ha sido acusado de beneficiarse con la venta de acciones antes del colapso, el mayor en términos monetarios en la historia de Estados Unidos, aunque su abogado Earl Silbert justificó la decisión de vender los títulos.

En una entrevista que concedió al diario The New York Times, Silbert dijo que el ejecutivo de Enron vendió sus acciones algunos meses antes de la quiebra no porque estuviera inquieto, sino porque tenía necesidad de dinero para reembolsar préstamos.

La decisión de Lay de desprenderse de sus acciones el año pasado se explica por la necesidad de pagar 4 millones de dólares en préstamos que le había otorgado Enron, y no estaba ligada al anuncio sobre el escándalo financiero que amenazaba a la sociedad, añadió.

Según el cotidiano, a comienzos de 2001 Lay vendió acciones todos los días hábiles, obteniendo 21 millones de dólares en beneficios. Cesó de vender en julio, cuando la acción de Enron había perdido la mitad de su valor. "Dejó de vender porque pensaba que la acción iba a subir", explicó Silbert.

Empleados de Enron afirman que Lay los invitó a invertir en acciones de Enron, destacando que su precio lo transformaba en "un negocio increíble", y que el valor del corredor de energía iba a multiplicarse al menos por 800 en los siguientes 10 años.

La quiebra dejó en la ruina a gran parte de los empleados que invirtieron sus fondos de jubilaciones en acciones del grupo y obligó a Washington a abrir una investigación sobre el escándalo. Al menos 10 comisiones y subcomisiones del Congreso investigan el caso.

Repercusiones en Wall Street

Debido a las crecientes críticas por su fracaso en descubrir el colapso financiero de Enron, Moody's Investors Service, una de las más importantes agencias de calificación, comenzó a solicitar de las compañías de Wall Street y otras empresas la entrega de información sobre sus transacciones realizadas fuera de sus hojas de balance y de otros polémicos acuerdos que podrían conllevar riesgos financieros en un futuro, publicó este lunes The Wall Street Journal.

Según varios ejecutivos financieros de algunas de las firmas de Wall Street contactadas por la agencia, la medida de Moody's es una actitud poco usual. En los últimos días, Moody's ha enviado comunicados a varias empresas de Wall Street en los que solicita informes sobre "arreglos financieros contabilizados fuera del balance", además de "acuerdos de asociación", "contratos financieros" y "acuerdos con terceras personas" afectados por una rebaja en las calificaciones de la agencia.

Tras la recalificación a la baja de Enron, ésta fue forzada a acelerar la amortización de miles de millones de dólares en deuda que la compañía mantenía fuera de sus declaraciones financieras.

Según uno de los comunicados obtenidos por The Wall Street Journal, "Moody's, como parte del proceso de calificación, está llevando a cabo una revisión completa de todos los desencadenantes de calificación contenidos en cualquier acuerdo establecido". Además, y como parte de la revisión, la agencia solicita también información sobre "la cantidad de deuda y los posibles efectos" de tales acuerdos para el estado fiscal de la empresa.

Dirigentes de Moody's confirmaron que la petición fue enviada a 4 mil 200 compañías que la agencia califica, en "un esfuerzo significativo por obtener información detallada sobre algo muy importante para los mercados", informó Fran Laserson, portavoz de la compañía. Laserson señaló la declaración de suspensión de pagos de Orange County, California, en 1994, como la última ocasión en que la agencia solicitó tales revelaciones.

Pero la medida llega en medio de críticas contra firmas calificadoras como Moody's, que tardaron demasiado en descubrir las deterioradas condiciones financieras de Enron. Con 50 mil millones de dólares en activos, 13 mil 150 millones en deuda y miles de millones adicionales en deuda fuera de su balance, la suspensión de pagos de Enron representa la mayor bancarrota en la historia de Estados Unidos. La empresa reportó una importante pérdida para su tercer trimestre, casi dos semanas antes de que Moody's recalificara a la baja sus bonos a finales de octubre.

Aún así, Moody's no es la única que piensa estudiar más de cerca los acuerdos que las empresas realizan fuera de sus balances. En las últimas semanas, y según varios ejecutivos de Wall Street, la Comisión de Bolsa y Valores estadunidense (SEC, por sus siglas en inglés), comenzó a solicitar la entrega de información adicional sobre arreglos "fuera del balance" de las empresas.

Una portavoz de la SEC rehusó dar explicaciones sobre el tema, pero la decisión parece responder a las solicitudes de las principales consultoras de Estados Unidos para que las corporaciones ''tomen inmediatas medidas para mejorar sus revelaciones en tres áreas clave'', entre las que se encuentran los acuerdos contabilizados fuera de los balances.

En otro aspecto relacionado con el caso Enron, la senadora demócrata Barbara Boxer anunció sus planes de presentar un proyecto de ley que asegure que las firmas auditoras son independientes, y sostuvo que se les debe prohibir que ofrezcan servicios de consultoría gerencial a las empresas que auditan.

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