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Ť Una bebé y sus padres, detenidos en reciente operativo antinarco en Matamoros
Silencio de PGR y Sedena sobre familia desaparecida
Ť Según testigos, los subieron a una camioneta "como animales"; desde entonces nada se sabe
ALBERTO NAJAR ENVIADO
Matamoros, 21 de enero. Elementos del Ejército aprehendieron a una niña de cuatro meses de edad y a sus padres durante el operativo de la semana pasada contra el cártel del Golfo en esta ciudad. Desde entonces están desaparecidos, pues ni la Procuraduría General de la República (PGR) ni la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) han informado sobre este arresto.
La menor, Nayeli Itzel Vázquez Covarrubias, y su madre, Nayeli Covarrubias Ortiz, de 19 años, fueron detenidas la madrugada del pasado martes 17 en la casa ubicada en Privada de Carrasco 233, en la colonia Infonavit Buenavista, al poniente de Matamoros. El padre de la niña, Francisco Vázquez Márquez, también fue aprehendido.
De acuerdo con algunos testigos, el operativo se realizó en forma violenta. "Una vecina trató de recuperar a la niña porque un soldado la traía como si fuera un bulto", denunció José Covarrubias Cárdenas, padre de la joven, "pero él le dio un golpe con el codo y la tiró al suelo. Mi hija quiso hacer lo mismo y también la golpearon."
Luego "las aventaron a una camioneta como animales y se fueron. Desde entonces nada se sabe de ellas, ni siquiera si están en México o en el cuartel militar de Matamoros".
Hasta ahora, la tónica oficial sobre el arresto es el silencio. En el informe presentado el pasado martes 15 por la Sedena y la UEDO sobre el operativo en Matamoros únicamente se menciona la captura de dos líderes del cártel del Golfo -extraoficialmente se supo que se trató de Rubén Sauceda, alias El Cacahuate, y Zeferino Peña, ubicado por la PGR como el sucesor de Osiel Cárdenas, jefe de la organización delictiva- y otras ocho personas.
En los comunicados de la PGR para informar la consignación al penal de La Palma de los detenidos tampoco se hace mención alguna de la menor o de sus padres.
Pero la política del silencio no se aplica sólo a los medios. La semana pasada Covarrubias Cárdenas presentó una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), la cual solicitó información a la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada (UEDO) y a la Sedena, pero no hubo respuesta. La cuarta visitadora de la CEDH, Norma Nelly Aguilar Hernández, dijo que desde la semana pasada enviaron un fax a la primera dependencia "y quedaron de informarnos, pero no hay nada. Ni siquiera hay la certeza de que ellos las tengan".
La noche del operativo, añadió, los detenidos "llegaron directamente a la sede de los militares y de allí los trasladaron a la UEDO". Pero de la niña y sus padres no hay noticias.
La denuncia se turnó a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que tampoco ofrece respuesta alguna hasta el momento. Incluso Covarrubias Cárdenas trató de obtener informes sobre la denuncia pero "me dijeron que no había nadie, que me esperara hasta el lunes (ayer)".
Mientras, recurre a todo lo que puede para obtener ayuda. Por lo pronto ya consiguió la promesa de que la CTM de Tamaulipas solicitará al Ejército que devuelva a su hija y su nieta, además de que el diputado priísta Raúl De la Garza ofreció tratar el asunto en el Congreso local.
Sin embargo, las ofertas no mitigan la desesperación de José Covarrubias, obrero de un negocio de llantas para automóvil. "No sé si el muchacho con el que se juntó mi hija deba algo, pero Nayeli es inocente, estoy seguro. Si estuviera metida en lo que dicen de las drogas no viviríamos así, ni mi esposa tuviera que trabajar en la maquila. Yo ni carro tengo, ando en bicicleta."